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Este blog no es de crítica especializada ni académica, solo de comentarios «al dente» de un espectador común.

Advertencia: destripe.

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29 octubre 2011

Kramer vs. Kramer – Robert Benton (1979)



O la relación perder-perder


Sobre el divorcio y las relaciones matrimoniales tensas se han hecho infinidad de películas. El divorcio, que lo podemos considerar como una relación perder-perder (en lugar de la conveniente ganar-ganar), no es más que un estrepitoso fracaso de un bello proyecto que no se dio. Debemos entender que es así, a pesar de que se empleen palabras bonitas con las que actualmente se le adornan: que si es una experiencia, que si esto o aquello. No, es un fracaso, del que –quizás- se pueda aprender algo, como de otros fracasos.

Kramer vs. Kramer constituye la producción más relevante de Robert Benton ¡Pero qué película! La actuación de la pareja que conforman los extraordinarios actores Dustin Hoffman y Meryl Streep es vital para el desarrollo de esta triste historia. Tan es así que ganaron el Óscar como mejor actor y mejor actriz de reparto en su edición de 1979. Meryl Streep recién se recuperaba de la pérdida de su pareja, por el fallecimiento de John Cazale el año anterior, y Dustin Hoffman se divorciaría el año siguiente al del rodaje de la película; por lo que podemos inferir que su matrimonio a la fecha del rodaje no estaría del todo bien. Son coincidencias, pero no dejan de hacer pensar a uno qué tanto puede un actor separar efectivamente sus emociones personales con las del personaje. Se asemeja a la siempre debatida duda sobre qué tanto puede el filósofo execrar las pasiones irracionales cuando reflexiona, para que su pensamiento sea racional puro. Como quiera que sea, ellos dos son actores de tanto talento que, aunque estuviesen en su mejor momento matrimonial, igual hubieran hecho grandes roles en este film. La actuación del pequeño (para entonces) niño Justin Henry también es sumamente meritoria, y seguramente ha sido causante de más de un llanto. La película sin la carga dramática que le imprimen estos actores no hubiese sido igual.




Justamente es la carga dramática que la distingue de otras historias de divorcio. El padre lidiando con su hijo y con las vicisitudes que les depara el día a día real de la compleja y dinámica sociedad actual, lejos del mojigato humor que muchas veces emerge a destiempo en muchas películas norteamericanas, le dan ese toque especial que la hacen acercarse a la vida real de manera sorprendente. Es un drama de pies a cabeza. La incapacidad de los hombres para ejercer el rol de madres; la tristeza y confusión del niño y su bajo rendimiento escolar; las horrendas peleas legales por la guardia y custodia; las frustraciones de él por la pérdida del trabajo, las de ella por la pérdida de su propia identidad durante el ejercicio de esposa y madre, de su alienación como mujer; las caras largas; la destrucción del núcleo familiar. Todo ello, y más, está perfectamente reflejado en este filme que iguala la realidad, que no se dejó rebasar por ella. Eso es lo que lo hace espeluznantemente bueno: que iguala la horrible realidad del divorcio.

Y si de divorcio hablamos, también podríamos hablar del matrimonio. ¿Es la institución matrimonial obsoleta?, ¿qué es lo que ocurre que casi la mitad de las parejas se divorcian?, ¿está en nuestra naturaleza el rechazo a cualquier dispositivo que nos coarte la libertad, esa misma libertad que el matrimonio afecta?, ¿somos monógamos por naturaleza o por condicionamiento? Preguntas similares plantea Kubrick en Con los ojos bien cerrados.

El matrimonio es una institución creada por el Hombre, quien ha creado muchas cosas que le superan, y las cuales no puede alcanzar. El matrimonio es una institución creada por Dios, y el Hombre debe obedecer. Dos concepciones, dos respuestas.

Kramer vs. Kramer es quizás la mejor película que se ha hecho en relación con esa faceta desagradable del divorcio. Es una película extraordinaria, que nos pone a reflexionar y que nos sorprende por su dramatismo tan real. La memorable actuación de D. Hoffman es una de las mejores de su carrera, si no la mejor.


1 comentario:

David Cotos dijo...

Excelente película.

Proyecto El chico

En 2007 realizamos un proyecto en ambiente Web 2.0: traducir la película -en dominio público- El Chico, de Charlie Chaplin (1921), a diversas lenguas. Inicialmente en Google Video se tradujo a 26 lenguas, 4 de ellas por humanos: 3 por colaboradores de Portugal, Francia e Italia, y el autor de este blog. Las demás lenguas se tradujeron vía traductores online, la mayoría a través de Translate Google. Ahora la película está en YouTube, con intertítulos en 12 lenguas. Más información sobre este proyecto en este enlace. Ver la película en YouTube.

Las 10 + proyectadas