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Este blog no es de crítica especializada ni académica, solo de comentarios «al dente» de un espectador común.

Advertencia: destripe.

Algunos comentarios hacen referencia a momentos claves del argumento o al desenlace de este (destripe, spoilers).

24 junio 2012

El sentido de la vida – Terry Jones (1983)




¿La humanidad está evolucionando, o es demasiado tarde?
Frase de la canción "El sentido de la vida"


Esta hilarante película de los legendarios Monty Phyton, grupo humorístico inglés, fue dirigida por uno de ellos: Terry Jones. El film presenta, en ocho episodios temporalmente secuenciales desde el nacimiento hasta la muerte, situaciones bizarras sobre la vida, exageradamente satirizadas. Las historias normalmente provocarían escándalo, llanto, indignación, pesar o ira, pero -todo lo contrario- están pretendidas para hacer sonreír y reír. Cada una de las partes critica, mordazmente, diversas instituciones y acciones del ser humano que le han hecho infeliz. Las escenas tocan separadamente diversos aspectos, pero globalmente enfilan sus baterías al sistema de vida occidental. Al final, se dice unas notas con las recomendaciones que debemos seguir para una vida buena, a las que el personaje que las lee no les da la menor importancia.

Dos peculiaridades, entre otras, tiene este film: los personajes femeninos son interpretados por hombres (los Monty Phyton) y algunos efectos especiales son burdos. Ambos detalles son irrelevantes, pues se trata de un film conceptual. Además, el género comedia acepta cualquier calidad de (d)efectos especiales. Quien guste del humor inglés –flema incluida- disfrutará El sentido de la vida, pero quien no comparta ese gusto se va aburrir viendo el filme.

Es una de las películas más filosóficas que he visto. Los asuntos que critica son muy diversos: las apariencias como parte del teatro para inducir al consumo, la estafa velada por ese mismo teatro, los medios de comunicación, la sobrepoblación de los países pobres y la influencia de la iglesia católica que coadyuva a dicha sobrepoblación, el sistema educativo –particularmente la enseñanza sobre educación sexual-, la guerra y el estamento militar, la colonización inglesa, la rapacidad de la sociedad de consumo, la trivialidad y el aburrimiento de la senectud (y de la filosofía), los abusos en el consumo, la no aceptación de la muerte. Estos tópicos salen de una interpretación posible de las ocho historias que presenta; pero puede haber otras interpretaciones y otras tantas críticas.




Quizás el planteamiento central del filme, que aunque se haga a través del humor es muy serio, sea que nosotros mismos hemos ocultado el sentido de la vida, que nos hemos encargado de que la vida nos parezca sin sentido, a través de nuestras acciones absurdas; acciones que a su vez son función de nuestra naturaleza, de nuestra condición y de nuestra conducta. Pero, aún así, no se liquida uno de los asuntos de la mayor importancia existencial, sino que surgen preguntas: ¿tendría sentido la vida si todas esas situaciones criticadas no hubieren existido?, ¿la vida necesariamente debe tener un sentido?, ¿por qué? Todos andamos por ahí, por la vida, sin preocuparnos respecto a si ella tiene o no tiene sentido. Las pequeñas cosas que hacemos sí lo tienen para nosotros, aunque la vida no lo tenga[1]. Si no estamos satisfechos con ello, podemos nosotros mismos darle un sentido a nuestra vida. Justamente es una de las propiedades del libre albedrío: permitirnos darle un sentido a la vida y a nuestras acciones, de acuerdo a nuestro mejor entender. Para muchos el sentido de la vida es generar y acumular riquezas, para otros lo es coleccionar conocimientos o experiencias, otros conciben su vida como un acto trascendente (recuerda algo a los estadios de los que habló Kierkegaard[2] y, de hecho, tienen algo que ver). Muchos piensan que, simplemente, el sentido de la vida radica en ella misma: en vivirla. Pero vivirla de manera correcta, en libertad y con responsabilidad, hacernos dignos animales racionales merecedores de la felicidad.


Síntesis de los Estadios en el camino de la vida, de Kierkegaard

Las personas pueden vivir toda su vida en el mismo estadio, o evolucionar hacia un estadio superior, pero difícilmente involucionarían hacia un estadio inferior. El llamado aquí estadio religioso se puede entender como estadio espiritual (término más general), tal como se menciona en otras fuentes. Ver los enlaces indicados a pié de página para mayor información.

Quizás, desde el punto de vista cinematográfico, no sea una obra maestra (aunque ganó el premio especial del jurado en el Festival de Cannes 1983 y un premio Goya a la mejor película), pero desde el punto de vista filosófico y de reflexión existencial es una excelente película.

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[1] No dejo de recordarme de una célebre frase de una canción de Los Beatles: "La vida es aquello que sucede mientras estás ocupado haciendo otras cosas". Se entiende en este contexto que la palabra "sentido" significa, aproximadamente, razón de ser, finalidad.
[2] Véase, por ejemplo:

1 comentario:

David Cotos dijo...

No he visto el filme, pero por lo que narras da curiosidad.
Saludos
David

Proyecto El chico

En 2007 realizamos un proyecto en ambiente Web 2.0: traducir la película -en dominio público- El Chico, de Charlie Chaplin (1921), a diversas lenguas. Inicialmente en Google Video se tradujo a 26 lenguas, 4 de ellas por humanos: 3 por colaboradores de Portugal, Francia e Italia, y el autor de este blog. Las demás lenguas se tradujeron vía traductores online, la mayoría a través de Translate Google. Ahora la película está en YouTube, con intertítulos en 12 lenguas. Más información sobre este proyecto en este enlace. Ver la película en YouTube.

Las 10 + proyectadas