Páginas

30 julio 2012

La aventura – Michelangelo Antonioni (1960)



Te quiero, no te quiero, te quiero, no te quiero…


Una pareja, Sandro (interpretado por Gabriele Ferzetti) y Anna (interpretada por Lea Massari), van con una amiga de Anna, Claudia (rol que recae en Monica Vitti) a un paseo en yate al que también asisten otras parejas. Anna, descontenta de su relación con Sandro, desaparece en una árida isla. El resto de la larga película (2h 23”) trata sobre su fútil búsqueda, especialmente por Sandro y Claudia; pero entre éstos surge una pasión que los llevará a ponerla en primer plano, y en segundo plano la búsqueda de la amiga mutua. Su amorío llega al punto que él le pide matrimonio. En un hotel donde se alojan para un asunto de negocios, Claudia se queda durmiendo mientras el picaflor (Sandro) baja a una reunión en el hall. Al amanecer ella lo consigue con otra mujer. Ella corre hacia un lugar apartado, decepcionada, y luego llega él y se sienta en un banco. Ambos lloran. Ella finalmente le coloca la mano en su cabeza. Fin. ¿Reconciliación?

Haciendo caso omiso de que la película me parece algo larga (sin unos 20 minutos el planteamiento no quedaría huérfano, tal como fue la versión en Alemania), puedo afirmar, sin riesgos, que Michelangelo Antonioni crea su primer gran film, que luego seguirá con La noche y El eclipse (que considero mejores). A pesar de este comentario personal, La aventura fue premiada en varios festivales, incluyendo Cannes. En esta realización, la soledad, la búsqueda del amor, la realización personal, el esfuerzo por ubicarse en la sociedad moderna, el tedio existencial de una neo burguesía que ya luce decadente, la infidelidad por hedonismo, la confusión de sentimientos, son algunos de los elementos básicos que conforman la trama sicológica de los personajes. Antonioni deja que sus personajes se nos muestren por dentro más que por fuera, él delinea las interioridades sicológicas y existenciales de ellos.




La historia concluye sin finalizar. No dan con la desaparecida Anna, se enamoran, él le es infiel a la primera oportunidad, y parece que se reconciliarían posteriormente. Una relación accidentada como la vida misma de los personajes. La búsqueda de sí mismos no se detiene, pero se obnubila con dudas y angustias. La propuesta de Antonioni es introvertida y seria, sin ambages. Esta es la primera de su trilogía de modernidad y descontento. Yo la llamaría trilogía de la modernidad y de la existencia. Excelente film.


No hay comentarios:

Publicar un comentario