Look closer
Mira más de cerca; lema del film.
La historia: una más, pero muy buena, de alienación.
American beauty guarda mucha similitud con Teorema, de Pasolini. Narra la historia de una familia norteamericana de clase media que «despierta» de su sueño dogmático, cual Kant y cual familia de Teorema. Y el sexo juega un papel de primer orden en dicho despertar, si bien no con la intensidad e importancia que tiene en el filme del realizador italiano. El film trata de la alienación de la clase media caída en la trampa del consumismo, del arduo y no siempre satisfactorio trabajo, de la monótona y vacua vida moderna y, sobre todo, de las apariencias, del dar una imagen que no corresponde con el Ser de cada uno, pero que es socialmente aceptable, «políticamente correcto». Este mal no es exclusivo de la sociedad norteamericana ni lo inventaron ellos[1]. En la familia de Teorema, la alienación parece ser marcusiana, mientras que en esta familia hay una especie de mezcla de alienación marcusiana con foucaultiana (aunque esto es discutible); en cualquier caso, los individuos parecen tener la capacidad para salir de ella, tal como lo hicieran los de Teorema. La alienación de la que habla esta película se puede entender como secuela de la imposibilidad de cristalizar el american dream para alcanzar a plenitud el american way of life.
Libertad = felicidad
Ya los presocráticos dieron cuenta de nuestra maniqueísta vida, en la que las dicotomías han marcado lineamientos pero también han hecho estragos[2]. Apariencia y esencia. Las apariencias por una parte y el Ser genuino por otra, pero velado al prójimo, es una dicotomía casi siempre presente en nuestra vida; pero es más acentuada y asfixiante en la vida de la moderna ciudad, donde las apariencias son una suerte de puerta de entrada al éxito económico; de ahí la vital sentencia del marketing: «para ser exitoso hay que comenzar por parecer serlo». Ese es el drama de Lester (Kevin Spacey), el páter familias de esta historia que, en plena crisis de los 40, de súbito se siente lujuriosamente atraído por la adolescente Angela (la hermosa Mena Suvari), quien es amiga de su hija Jane (Thora Birch). Lester cambia radicalmente su vida al darse cuenta de que está agonizando en un círculo vicioso cuyos ingredientes (consumismo, trabajo, monotonía, vacío, desamor, frustración, apariencias y un largo etcétera) han hecho de su vida un infierno existencial. Es la lujuria la que le ha hecho despertar, y lo hace alegre y desenfadadamente[3]. Incluso comienza a llevar una vida más juvenil para acercarse a Angela, joven frívola, que aparenta ser segura de sí misma y que se sabe hermosa y deseable (motivo que la hace expresarse dando a entender que es una mujer experimentada sexualmente). Luego de ser, tal como señala Roger Ebert, «desestimado por la hija, ignorado por la esposa e innecesario en el trabajo», toma las riendas de su vida, hasta que llega al clímax: sentirse libre, que interpreta —correctamente— como sentirse feliz. Este momento se da cuando se dispone a tener sexo con Angela y ella le confiesa que es virgen: decide no ser él quien desflore tan hermosa y prístina criatura. Lester responde de una manera totalmente racional y responsable. La libertad se manifiesta en toda su plenitud: el individuo escoge libremente en atención a su conciencia, no a sus pasiones. Eso, contrariamente a lo que se podría suponer, lo libera, lo hace feliz.
Esto no es vida, esto son objetos.
Le dice Lester a Carolyn.
La esposa de Lester, Carolyn (la bella y simpática Annette Bening), es consumista hasta la médula, solo ve el bienestar material como el logro y el sentido de la vida, como el norte de la existencia, en cuyo altar resplandece el dinero como tótem. Su desafortunado devenir la lleva a la infidelidad, a la adquisición de un arma de fuego y al uso de las tan actuales técnicas de autoayuda para reducir el estrés[4]. Jane, la adolescente de la familia, es una extraña en su casa, distanciada de sus padres y con baja autoestima; no es precisamente «popular» en la escuela y se cree no atractiva. Entabla amistad con Ricky (Wes Bentley), hijo del nuevo vecino, el coronel Frank Fitts (Chris Cooper), un recalcitrante ex marine, portador del orgullo patrio, que mantiene una férrea dictadura totalitaria en su hogar, a tal punto que ha reducido a la mínima expresión a su esposa Barbara (Allison Janney). El muchacho, Ricky, consume y vende droga a escondidas de su padre; también gusta y aprecia de verdad a Jane, con la que se supone tiene relaciones sexuales. El coronel, a pesar de su coraza de supermacho, sufre de homosexualidad reprimida y se la manifiesta a Lester, pensando que este es gay debido a que infirió erróneamente que tenía relaciones con su hijo Ricky. A la repulsa de Lester ante la erótica propuesta, sucede la desgracia por la incontinencia emocional de Frank. Como se ve, el sexo fluye en todos estos «despertares», aunque no exactamente con la misma óptica pasoliniana (esto también es discutible). Tampoco la política reviste la importancia que tiene en Teorema, pero no está totalmente ausente. El argumento detallado está en este enlace, así como acertados comentarios sobre el filme.
Angela, el objeto del deseo de Lester.
Libertad = felicidad
Ya los presocráticos dieron cuenta de nuestra maniqueísta vida, en la que las dicotomías han marcado lineamientos pero también han hecho estragos[2]. Apariencia y esencia. Las apariencias por una parte y el Ser genuino por otra, pero velado al prójimo, es una dicotomía casi siempre presente en nuestra vida; pero es más acentuada y asfixiante en la vida de la moderna ciudad, donde las apariencias son una suerte de puerta de entrada al éxito económico; de ahí la vital sentencia del marketing: «para ser exitoso hay que comenzar por parecer serlo». Ese es el drama de Lester (Kevin Spacey), el páter familias de esta historia que, en plena crisis de los 40, de súbito se siente lujuriosamente atraído por la adolescente Angela (la hermosa Mena Suvari), quien es amiga de su hija Jane (Thora Birch). Lester cambia radicalmente su vida al darse cuenta de que está agonizando en un círculo vicioso cuyos ingredientes (consumismo, trabajo, monotonía, vacío, desamor, frustración, apariencias y un largo etcétera) han hecho de su vida un infierno existencial. Es la lujuria la que le ha hecho despertar, y lo hace alegre y desenfadadamente[3]. Incluso comienza a llevar una vida más juvenil para acercarse a Angela, joven frívola, que aparenta ser segura de sí misma y que se sabe hermosa y deseable (motivo que la hace expresarse dando a entender que es una mujer experimentada sexualmente). Luego de ser, tal como señala Roger Ebert, «desestimado por la hija, ignorado por la esposa e innecesario en el trabajo», toma las riendas de su vida, hasta que llega al clímax: sentirse libre, que interpreta —correctamente— como sentirse feliz. Este momento se da cuando se dispone a tener sexo con Angela y ella le confiesa que es virgen: decide no ser él quien desflore tan hermosa y prístina criatura. Lester responde de una manera totalmente racional y responsable. La libertad se manifiesta en toda su plenitud: el individuo escoge libremente en atención a su conciencia, no a sus pasiones. Eso, contrariamente a lo que se podría suponer, lo libera, lo hace feliz.
Esto no es vida, esto son objetos.
Le dice Lester a Carolyn.
La esposa de Lester, Carolyn (la bella y simpática Annette Bening), es consumista hasta la médula, solo ve el bienestar material como el logro y el sentido de la vida, como el norte de la existencia, en cuyo altar resplandece el dinero como tótem. Su desafortunado devenir la lleva a la infidelidad, a la adquisición de un arma de fuego y al uso de las tan actuales técnicas de autoayuda para reducir el estrés[4]. Jane, la adolescente de la familia, es una extraña en su casa, distanciada de sus padres y con baja autoestima; no es precisamente «popular» en la escuela y se cree no atractiva. Entabla amistad con Ricky (Wes Bentley), hijo del nuevo vecino, el coronel Frank Fitts (Chris Cooper), un recalcitrante ex marine, portador del orgullo patrio, que mantiene una férrea dictadura totalitaria en su hogar, a tal punto que ha reducido a la mínima expresión a su esposa Barbara (Allison Janney). El muchacho, Ricky, consume y vende droga a escondidas de su padre; también gusta y aprecia de verdad a Jane, con la que se supone tiene relaciones sexuales. El coronel, a pesar de su coraza de supermacho, sufre de homosexualidad reprimida y se la manifiesta a Lester, pensando que este es gay debido a que infirió erróneamente que tenía relaciones con su hijo Ricky. A la repulsa de Lester ante la erótica propuesta, sucede la desgracia por la incontinencia emocional de Frank. Como se ve, el sexo fluye en todos estos «despertares», aunque no exactamente con la misma óptica pasoliniana (esto también es discutible). Tampoco la política reviste la importancia que tiene en Teorema, pero no está totalmente ausente. El argumento detallado está en este enlace, así como acertados comentarios sobre el filme.
Lester con su esposa y su hija
La belleza como esencia
Si bien Lester es el personaje central de esta película, cada personaje encuentra su vía de liberación a las ataduras sociales asociadas a las apariencias, al hipócrita esfuerzo para ser una pieza que encaje en el rompecabezas social y que responda a las expectativas de otros. Y si no la encuentra, al menos se da cuenta de dichas ataduras y de que hay posibilidades de liberarse una vez conocidas estas. Sam Mendes, a pesar de no ser norteamericano, puso el dedo en la llaga de la sociedad estadounidense. Pero no es una crítica destructiva, es una invitación a reflexionar; por eso el lema del film es look closer: mira más de cerca. Es una explícita invitación a que el espectador se vea en el espejo; a examinarse para descubrir los elementos que lo oprimen y cómo liberarse de ellos o neutralizar su presión. Asimismo, a que explore la belleza de las cosas, la que está allende la primera percepción sensitiva del objeto admirado. De esta manera, Mendes recuerda al espectador la posibilidad que ofrece esta «válvula de escape» para evitar su colapso, lo insta a que recupere su capacidad de asombro y de contemplación de la belleza que hay en todas las cosas. Pero se refiere a lo bello en el sentido platónico, la belleza como esencia, no solamente la belleza de las características físicas de una cosa, sea una pintura, una sinfonía o una persona[5]. Es lo que diríamos modernamente, en el caso de los seres humanos, la «belleza interna» de la persona. De ahí que Ricky pretenda capturar la belleza de la muerte para ver a Dios (sin que ello signifique la banalización de la muerte), o la de una bolsa de plástico impelida por el viento. La propuesta relativa a la belleza constituye la principal diferencia con Teorema.
Esa belleza esencial está, probablemente, simbolizada por los pétalos de una rosa híbrida, eterna y muy costosa, de nombre American beauty, de origen francés, que se ve por doquier en esta película. Por cierto, la mayoría de los pétalos que aparecen en el filme fueron añadidos digitalmente durante la postproducción... apariencias, solo apariencias.
No quisiera concluir el comentario sin hacer alusión a algunos elementos destacados del filme. Son estos las excelentes actuaciones, particularmente las de Kevin Spacey y Annette Bening, sin que las otras desmerezcan. La fotografía y la edición son también muy buenas, al igual que la cinematografía. Un elemento que me llamó la atención fue la música, totalmente adecuada para cada escena. En cuanto a la dirección es sobreentendido que es de primera. Esta película recibió cinco premios Óscar en 2000 (película, director, actor, guión y cinematografía) y seis BAFTA (película, cinematografía, actor, actriz, música y edición), entre otros numerosos reconocimientos.
Esa belleza esencial está, probablemente, simbolizada por los pétalos de una rosa híbrida, eterna y muy costosa, de nombre American beauty, de origen francés, que se ve por doquier en esta película. Por cierto, la mayoría de los pétalos que aparecen en el filme fueron añadidos digitalmente durante la postproducción... apariencias, solo apariencias.
Ricky, intentando capturar la belleza con una cámara.
No quisiera concluir el comentario sin hacer alusión a algunos elementos destacados del filme. Son estos las excelentes actuaciones, particularmente las de Kevin Spacey y Annette Bening, sin que las otras desmerezcan. La fotografía y la edición son también muy buenas, al igual que la cinematografía. Un elemento que me llamó la atención fue la música, totalmente adecuada para cada escena. En cuanto a la dirección es sobreentendido que es de primera. Esta película recibió cinco premios Óscar en 2000 (película, director, actor, guión y cinematografía) y seis BAFTA (película, cinematografía, actor, actriz, música y edición), entre otros numerosos reconocimientos.
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[1] Mucho antes de Adam Smith, del capitalismo, de Marx y de Estados Unidos, ya existían en este mundo la alienación, la discriminación, la opresión y otras odiosas condiciones similares.
[2] Véase, por ejemplo, el comentario sobre El árbol de la vida, película en la que el tema medular es la dicotomía fe-razón.
[3] Sin entrar en consideraciones según las cuales los personajes podrían haber redireccionado sus vidas por un mejor derrotero, ese despertar, esa recuperación del juicio o la rotura de una falsa conexión entre esencia y apariencia, no solo tiene una explicación psicológica que es más o menos evidente: sin «válvulas de escape», el individuo explota un buen día luego de tanta presión y frustración; sino que tiene incluso una explicación que nos es dada desde la perspectiva de la metafísica aristotélica: «De suerte que si hay algo necesario, los contrarios no podrían existir a la vez en el mismo ser... El ser se toma en un doble sentido. Es posible en cierto modo que el no-ser produzca algo, y en otro modo esto es imposible. Puede suceder que el mismo objeto sea al mismo tiempo ser y no-ser, pero no desde el mismo punto de vista del ser. En potencia es posible que la misma cosa represente los contrarios; pero en acto, esto es imposible». Entendiendo potencia y acto en el sentido aristotélico de los términos. El referido «despertar» sería la ruptura de esa, según Aristóteles, «imposible» dicotomía, desviando la actitud del individuo hacia su autenticidad. Aristóteles, Metafísica, libro IV, cap. V. Leer en:
http://www.filosofia.org/cla/ari/azcarate.htm
En cuanto al elemento erótico, o sexual, como catalizador del despertar, se puede entender como en el caso de Teorema: que el sexo es nuestra necesidad primaria más comúnmente reprimida.
[4] Un negocio redondo en la convulsionada sociedad moderna. Quizás sea por la influencia nietzscheana que le asalte a uno la duda de si se trata solo de un negocio o de si realmente sirven las técnicas de autoayuda para la superación personal. Probablemente a muchos les ayude, de manera que —provisionalmente— se puede pensar que son más un bien que un mal. Sin embargo, a ciertos autores de estos libros y técnicas no les ha ayudado de manera contundente su misma medicina (salvo para hacer dinero con la venta de sus libros o dictando conferencias), al igual que a muchos de sus lectores y practicantes.
[1] Mucho antes de Adam Smith, del capitalismo, de Marx y de Estados Unidos, ya existían en este mundo la alienación, la discriminación, la opresión y otras odiosas condiciones similares.
[2] Véase, por ejemplo, el comentario sobre El árbol de la vida, película en la que el tema medular es la dicotomía fe-razón.
[3] Sin entrar en consideraciones según las cuales los personajes podrían haber redireccionado sus vidas por un mejor derrotero, ese despertar, esa recuperación del juicio o la rotura de una falsa conexión entre esencia y apariencia, no solo tiene una explicación psicológica que es más o menos evidente: sin «válvulas de escape», el individuo explota un buen día luego de tanta presión y frustración; sino que tiene incluso una explicación que nos es dada desde la perspectiva de la metafísica aristotélica: «De suerte que si hay algo necesario, los contrarios no podrían existir a la vez en el mismo ser... El ser se toma en un doble sentido. Es posible en cierto modo que el no-ser produzca algo, y en otro modo esto es imposible. Puede suceder que el mismo objeto sea al mismo tiempo ser y no-ser, pero no desde el mismo punto de vista del ser. En potencia es posible que la misma cosa represente los contrarios; pero en acto, esto es imposible». Entendiendo potencia y acto en el sentido aristotélico de los términos. El referido «despertar» sería la ruptura de esa, según Aristóteles, «imposible» dicotomía, desviando la actitud del individuo hacia su autenticidad. Aristóteles, Metafísica, libro IV, cap. V. Leer en:
http://www.filosofia.org/cla/ari/azcarate.htm
En cuanto al elemento erótico, o sexual, como catalizador del despertar, se puede entender como en el caso de Teorema: que el sexo es nuestra necesidad primaria más comúnmente reprimida.
[4] Un negocio redondo en la convulsionada sociedad moderna. Quizás sea por la influencia nietzscheana que le asalte a uno la duda de si se trata solo de un negocio o de si realmente sirven las técnicas de autoayuda para la superación personal. Probablemente a muchos les ayude, de manera que —provisionalmente— se puede pensar que son más un bien que un mal. Sin embargo, a ciertos autores de estos libros y técnicas no les ha ayudado de manera contundente su misma medicina (salvo para hacer dinero con la venta de sus libros o dictando conferencias), al igual que a muchos de sus lectores y practicantes.
[5] «En cuanto a la belleza, ella brilla, como ya he dicho, entre todas las demás esencias, y en nuestra estancia terrestre, donde lo eclipsa todo con su brillantez, la reconocemos por el más luminoso de nuestros sentidos. La vista es, en efecto, el más sutil de todos los órganos del cuerpo. No puede, sin embargo, percibir la sabiduría, porque sería increíble nuestro amor por ella, si su imagen y las imágenes de las otras esencias, dignas de nuestro amor, se ofreciesen a nuestra vista, tan distintas y tan vivas como son». Platón, Fedro. Leer en:
http://www.filosofia.org/cla/pla/azcarate.htm
Otros comentarios:
http://www.filosofia.org/cla/pla/azcarate.htm
Otros comentarios:
http://www.filmaffinity.com/es/film505307.html.
http://www.labutaca.net/films/colabora/american.htm.
Argumento detallado, numerosos puntos de vista y referencias a estudios académicos de esta película (en inglés):
http://www.labutaca.net/films/colabora/american.htm.
Argumento detallado, numerosos puntos de vista y referencias a estudios académicos de esta película (en inglés):
En Tomates podridos (en inglés):
http://www.rottentomatoes.com/m/american_beauty/.
Comentario de Roger Ebert (en inglés):
http://www.rottentomatoes.com/m/american_beauty/.
Comentario de Roger Ebert (en inglés):
Website del filme (en inglés):
http://www.dreamworks.com/ab/
http://www.dreamworks.com/ab/
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