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28 julio 2020

Secretos de un matrimonio - Ingmar Bergman (1974)


Imagen del póster en IMDb.

Autopsia de una relación conyugal.


En 1973, Ingmar Bergman realizó una miniserie para televisión con el título de Escenas de un matrimonio (también llamada Secretos de un matrimonio o Escenas de la vida conyugalScener ur ett äktenskap en sueco); la miniserie dura casi cinco horas. Para entonces, el cineasta había experimentado treinta años de vida conyugal en cinco matrimonios sucesivos y tres parejas extramaritales, desde su primera unión en 1943. De manera que si alguien puede hablar de relaciones conyugales y sus intríngulis, es Bergman. Hay que acotar que él fue también el guionista; de suerte que el espectador tiene un testimonio de primera mano sobre la vida conyugal: sus glorias y miserias, tristezas y alegrías, certezas y contradicciones. Además, con imparcialidad. A raíz del éxito de la miniserie, al siguiente año lanzó la película, de algo menos de tres horas de duración. Otro éxito. Los protagonistas fueron dos actores fetiches de Bergman: Liv Ullmann, en el papel de Marianne, y Erland Josephson, como Johan. Ambos estaban en la cúspide de sus carreras y Ullman también en la de su belleza.

Un matrimonio de clase media, profesionales universitarios, con diez años de casados y dos hijas, comienza a examinar su relación a la luz de una agria discusión que tuvieron en su casa una pareja amiga: Katarina (otra actriz bergmaniana, Bibi Andersson) y Peter (Jan Malmsjö), próxima a divorciarse. Peter llega a recordar una frase que le adjudica a August Strindberg: «Me pregunto si habrá algo más terrible que un hombre y una mujer que se detesten». La historia está dividida en capítulos, el mismo número de capítulos de la miniserie, seis: Inocencia y pánico; El arte de esconder bajo la alfombra; Paula; Valle de lágrimas; Los analfabetos y En plena noche, en una casa a oscuras. El argumento detallado está en este enlace.


Fotograma del filme. Tomado de IMDb.


Entre el inicio, cuando tienen diez años de casados, y el final, cuando cumplen veinte años de haberlo hecho, transcurren diez años. En esos diez años se van agudizando las diferencias, en el rostro de Johan comienza a evidenciarse el cansancio. Para el capítulo 3 (Paula) él le confiesa a Marianne (de forma inesperada) que se ha enamorado de una joven de 23 años y que tenía 4 años que deseaba abandonarlas a ella y a las dos niñas: «Ya no tengo necesidades, sólo me interesa salir de todo esto», le dice a una absorta Marianne. El mundo de ella se derrumba; queda devastada. Lo asume con entereza y estoicismo; pero con tristeza y perplejidad. ¿Qué ha pasado?, ¿cómo pueden corregir lo que han hecho mal? En el capítulo 5 (Los analfabetos), él se ve muy desmejorado, ya está harto de Paula. Le confiesa a Marianne que siente dependencia de lo que llaman hogar y familia, de una vida ordenada y tranquila; se siente solo aunque esté con Paula. Se caldean los ánimos, gracias al verbo hiriente, y llegan al maltrato físico: se golpean. Luego firman los papeles del divorcio, tras 16 años de matrimonio. En el capítulo final; ambos están casados con otras personas y, en ausencia de aquellas, se ven como amantes furtivos en una apartada cabaña para hacer las paces y hacer el amor; a veinte años de haberse casado. Ella despierta asustada en la noche por una pesadilla que le cuenta a Johan. Es una pesadilla reflejo de un temor: que ella no logra mantener unida a la familia. Él la consuela y se vuelven a dormir, dándose las buenas noches.


Imagen del póster en Filmaffinity.


La incompletitud del matrimonio.

Casi toda la película consta de diálogos entre Marianne y Johan. No es para todo público. El discurso de la pareja tiene un abanico de temas; desde las cosas que a cada uno le desagradan del otro (cosas desde triviales a importantes); pasando por las expectativas que tenían y no se cumplieron; los celos y las infidelidades; las dudas y confusiones; hasta el reconocimiento de que su conocimiento de sí mismos no es del todo claro. A veces hay digresiones que tuercen el hilo conductor del discurso; pero abarca casi todo lo que se puede abarcar en una relación de pareja, incluyendo las intimidades sexuales y opiniones que, por lo sinceras, son desgarradoras. La pareja, que al comienzo comentó que no tenían problemas y que la ausencia de problemas ya era en sí un problema; terminó divorciándose. Pero luego se reencontraban.

Conviene apuntar que el filme ha sido riguroso con las niñas: no aparecen en las discusiones, apenas se les nombra. Con esto, Bergman nos dice que eso es un problema exclusivo de la pareja adulta; y que los niños no deben utilizarse para beneficio o perjuicio de uno u otro cónyuge; caso contrario a lo que muestra otra gran película sobre este tema: Kramer vs. Kramer.


Fotograma del filme. Tomado de IMDb.


En ningún momento se pone en el banquillo de los acusados al amor como sentimiento de unión entre los seres humanos. Lo que Bergman analiza (este filme es casi una tesis doctoral sobre el tema); es la validez del matrimonio en tanto en cuanto institución imperecedera para los contrayentes. Ellos no dejan de sentir amor el uno por el otro. El amor quizás se haya «gastado», pero no ha desaparecido; tan es así, que vuelven a encontrarse de vez en cuando y lo pasan de lo mejor juntos... ¿Lo bueno, si breve, dos veces bueno?


¿Quién fue primero, el huevo o la gallina?

¿El matrimonio se viene abajo porque Paula aparece o Paula aparece porque el matrimonio se viene abajo? Es una discusión común (y bizantina) entre los que están por divorciarse. Con independencia de qué tan hermosa sea Paula, o qué tan buena en la cama sea, o qué tan simpática o intelectual o culta sea; si su aparición destruye el matrimonio, es porque algo andaba mal en el matrimonio. Se le suele culpar al «tercero» que irrumpe y daña; pero si hay daño es porque no era estable la institución dañada; si fuera sólida, con valores morales incólumes, con firmes compromisos y comunicación bidireccional sincera y oportuna, no habría Paula que lo mellase. Paula es la consecuencia, no la causa. Hay que reconocer la valentía de Johan de confesarle a su esposa (aunque algo tarde) que se hastió de lo de ellos y que se enamoró de una jovencita, pero es lamentable su cobardía y error de no actuar antes: es obvio que él tuvo que alertar a tiempo de que algo no funcionaba bien en la relación.


Lo femenino y lo masculino; la completitud del amor.

Parecido a lo que Claude Lelouch hizo con Un hombre y una mujer (1966): la secuela Un hombre y una mujer 20 años después (1986), con los mismos actores; hizo Bergman treinta años después: rodó otra película con los mismos actores y que era continuación de Secretos de un matrimonio; fue la última de su brillante carrera: la dolorosa Saraband (2003); en la que Johan y Marianne se vuelven a ver: ella le dispensa una visita de varias semanas tras décadas sin haberse visto en treinta años. De nuevo hablan, rememoran, comparten; discuten, pero ahora en calma, con el sosiego que dan las canas; hacen las paces entre ellos y con la vida; disfrutan de su amistad unos días. Ella lo consuela.

A lo largo de 50 años, se alejan y se acercan, tal como el baile de la zarabanda, un baile que acompaña el cortejo con picardía. Siguen cortejándose, como si hubiesen llegado a una relación ideal: el noviazgo perenne. En este filme, sin embargo, ya no son lo principal, lo protagónico; a estas alturas de la vida, los hijos y los nietos (y sus problemas) copan la historia. Se vuelven a oír frases terribles en boca de Johan, en especial al referirse a su hijo Henrik (Börje Ahlstedt), a quien detesta.

Extraordinaria película del genio sueco; que toda pareja debe visionar, muy en especial si están en una temporada de dificultades en sus relaciones (el mercado objetivo del filme).

Pareja bailando la zarabanda. Tomado de Wikipedia.
By see below - Scan from the original work, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=49084481


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Artículo en Wikipedia con el argumento detallado:
Ficha en IMDb del filme: https://www.imdb.com/title/tt6725014
Ficha en IMDb de la miniserie: https://www.imdb.com/title/tt0070644


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