A mi padre, quien gustaba de esta serie de TV.
Entre los gratos recuerdos de mi niñez temprana, están los
que fueron frente al televisor, nuevo miembro de la familia para ese entonces
(c. 1960). Recuerdo que mi padre, casi con religiosidad, disfrutaba de tres
programas: la Radio rochela, Valores humanos y Dimensión desconocida. Recuerdo la
Radio rochela de esa época, pero también recuerdo que muchos de los chistes no
los entendía. Este programa, transmitido por RCTV, fue icónico
en la TV venezolana. Valores humanos, programa del Dr. Arturo Uslar Pietri, fue
muy significativo no solo para mi padre, también para mí. Lo transmitía TVN5. El
cultísimo Dr. Uslar, orador excelso, siempre disertaba sobre algo interesante,
generalmente de Historia Universal. El programa volvió al aire en los años 80’s,
a color y mejor montado, transmitido por RCTV. Yo, a pesar de mi corta edad, me
sentaba con mi padre a ver esos programas, y algunos otros.
Mi padre veía con intrigante fascinación la Dimensión desconocida; y yo también, independientemente de si entendía o no. El no
entender algo generalmente también fascina, porque están abiertas las puertas
para resolver eso algún día y cerrar el caso, o para especular. Mientras no se resuelve, la
fascinación continúa su curso. Algo así ocurre con las preguntas de la ciencia
que aún no tienen respuesta; atraen las teorías y el hecho de que aún no están
resueltas. Es el suspense lo que fascina. Dimensión desconocida fue una extraordinaria serie
de ciencia ficción (o de fantasía, si se prefiere), realizada con inteligencia,
con base en guiones muy originales, y que invitaban a la reflexión, bien sea científica,
política o moral. Rod Serling fue un creativo de alto vuelo, reconocido incluso
por otro grande, Gene Roddenberry (creador de Viaje a las estrellas, 1966), y
dejó ese inigualable legado, hoy de culto entre los fans.
Series como las mencionadas enaltecieron, a comienzos de los
años 60’s, la ciencia ficción, subgénero un tanto maltratado por las muchas
películas de mala calidad que se hicieron en los años de postguerra, y por su escasa
producción a lo largo de las seis décadas de vida que tenía el Séptimo Arte. En
los 60’s se comenzó a producir -moderadamente- cinematografía de ciencia ficción bien realizada, como la obra
maestra de Kubrick, 2001: Una odisea espacial (1968). En los 70’s se continuó la
producción de ciencia ficción, cada vez de mejor calidad, debido -en gran parte- al desarrollo de los efectos especiales. El resto es historia. El
papel de Dimensión desconocida fue descollante en ese despertar de la sci-fi. Marcó un punto de inflexión.
Mi padre estaría hoy cumpliendo 85 años, de no ser por la
mediocre seguridad personal que se padece en Venezuela, proporcionada por el
igualmente mediocre gobierno. Estaría sentado con él, viendo no la Dimensión
desconocida de Serling, sino la zona de penumbra bizarra que atraviesa el país. Eso sí,
no con la fascinación con la que vi la inolvidable serie.
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