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10 enero 2020

Profundo carmesí - Arturo Ripstein (1996)


Imagen tomada de IMDb.

Raymond Fernández y Martha Beck en Sonora.


Coral Fabre (Regina Orozco), bipolar enfermera, vive alienada con sus dos hijos pequeños, es fan de Charles Boyer y sueña con su príncipe azul. Un día, ve un anuncio de un «caballero español que busca una relación sentimental», Nicolás Estrella (Daniel Giménez Cacho), en una revista y le escribe. Él la rechaza, pero ella quedó prendada y se le presenta con los hijos en su casa. Nicolás no quiere a los niños con ellos y ella los abandona en un hospicio. Coral descubre el modus vivendi de él: enamorar a mujeres solitarias para robarles y acepta gustosa ser su cómplice, seleccionando a las mujeres a timar, ante quienes finge ser la hermana de Nicolás. Al mínimo síntoma de verse descubiertos por las víctimas, siempre optan por el asesinato para solventar el impasse. El último caso, el más aberrante, involucra a una joven mujer embarazada de Nicolás y a su pequeña hija. Se entregan a la policía, que los ajusticia aplicando la ley de fugas.

Esta película está inspirada en el caso de Raymond Fernández y Martha Beck, una pareja de asesinos de Estados Unidos a finales de los años cuarenta del siglo XX, que también vivían de robar a mujeres solitarias. De hecho, varios episodios son similares a los crímenes de la pareja real, al igual que algunas características de los personajes principales. Ripstein (director) y Casadiego (guionista) recrean las andanzas del dúo de criminales de manera magistral, con una impecable ambientación, buenas actuaciones y una descripción detallada del mundo sicológico de los abyectos personajes. 

Tal recreación no tiene por objeto «entender» su ininteligible comportamiento, pero sí es útil para que el espectador se haga una idea de lo que tenían en la cabeza ese par de locos. Su turbulento mundo mental; desde el complejo de la gordura que tiene ella o de la alopecia que lo hace sufrir a él hasta su delirante amor, o la banalización de sus crímenes, evidenciada en los diálogos; pasa por el tamiz del dueto Casadiego-Ripstein, que lo disecciona para nosotros y lo transforma en una gran película que ausculta el alma de estos ruines sujetos. Bueno, es el estándar en su filmografía, esa pintura detallada de la psique de los personajes, de su deprimente entorno (que hace juego con su taciturno mundo interno) y de la secuencia de eventos que tuercen su devenir hacia una inexorable tragedia final que es anunciada por la misma personalidad de los protagonistas. Extraordinario filme.


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Artículo en Wikipedia de la película: 
Artículo en Wikipedia del caso real de Raymond Fernández y Martha Beck:


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