Imagen del póster en IMDb.
La vida de los maquis.
Los días del pasado fue una de las películas del ciclo homenaje a Marisol que la Academia realizó en el mes de febrero de 2020, a propósito del premio Goya otorgado a la legendaria actriz este año.
Juana, maestra de escuela, llega a un pueblecito de Cantabria, pero no solo para dar clases; también para establecer contacto con los maquis (guerrilleros antifranquistas) y ver si entre ellos está su prometido, Antonio (el bailarín Antonio Gades, quien fuera esposo de la actriz en la vida real en la época del rodaje de este filme). A través de un alumno que pertenece al movimiento guerrillero logra contactar a su novio.
La cinta está dirigida por Mario Camus, quien logró un producto muy decente justo cuando recién terminó la dictadura franquista. Es presumible que haya sido una película de bajo presupuesto o, al menos, con un presupuesto no muy holgado. Si fue así, no melló en su calidad final; no se nota en particular cuando se la visiona. Destaca la actuación de Marisol en una etapa madura en la que su belleza y su desempeño actoral están en la cúspide de su carrera; la niña prodigio continuó con su éxito artístico a lo largo de toda su vida. También el bucólico ambiente del norte, en específico el de la región de Cantabria, realza la estética de esta película; pero la ralentiza un tanto en algunas escenas. La cadencia lenta de la vida en esta zona geográfica se reflejó en la diégesis, ¿fue eso deliberado, o no?
Más allá de su muy sesgado punto de vista ideológico, en el que casi vilipendia a los cuerpos de seguridad del Estado (siempre leales y obedientes al gobierno, sea quien sea el que gobierna, a pesar de lo que diga la izquierda; pues también son leales a la izquierda cuando ella gobierna, como se constata en Venezuela o en otros países comunistas y en la misma España cuando han gobernado los comunistas), nos permite asomarnos al mundo de los maquis y al ambiente de miedo generalizado que existía en la España de entonces y que perduró hasta la muerte del caudillo.
Juana, maestra de escuela, llega a un pueblecito de Cantabria, pero no solo para dar clases; también para establecer contacto con los maquis (guerrilleros antifranquistas) y ver si entre ellos está su prometido, Antonio (el bailarín Antonio Gades, quien fuera esposo de la actriz en la vida real en la época del rodaje de este filme). A través de un alumno que pertenece al movimiento guerrillero logra contactar a su novio.
La cinta está dirigida por Mario Camus, quien logró un producto muy decente justo cuando recién terminó la dictadura franquista. Es presumible que haya sido una película de bajo presupuesto o, al menos, con un presupuesto no muy holgado. Si fue así, no melló en su calidad final; no se nota en particular cuando se la visiona. Destaca la actuación de Marisol en una etapa madura en la que su belleza y su desempeño actoral están en la cúspide de su carrera; la niña prodigio continuó con su éxito artístico a lo largo de toda su vida. También el bucólico ambiente del norte, en específico el de la región de Cantabria, realza la estética de esta película; pero la ralentiza un tanto en algunas escenas. La cadencia lenta de la vida en esta zona geográfica se reflejó en la diégesis, ¿fue eso deliberado, o no?
Más allá de su muy sesgado punto de vista ideológico, en el que casi vilipendia a los cuerpos de seguridad del Estado (siempre leales y obedientes al gobierno, sea quien sea el que gobierna, a pesar de lo que diga la izquierda; pues también son leales a la izquierda cuando ella gobierna, como se constata en Venezuela o en otros países comunistas y en la misma España cuando han gobernado los comunistas), nos permite asomarnos al mundo de los maquis y al ambiente de miedo generalizado que existía en la España de entonces y que perduró hasta la muerte del caudillo.
Imagen del póster en Filmaffinity.
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Reseña en Wikipedia:
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt0075969
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film430854.html
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