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20 julio 2021

Las noches blancas - Luchino Visconti (1957)


Imagen del póster en IMDb.

Un amor bipolar.


Las noches blancas está basada en la novela homónima de Dostoyevski, si bien los hechos ocurren en un pueblo italiano en lugar de San Petersburgo. No es la única adaptación que se ha hecho de la novela al cine. El argumento de la película se ciñe bastante al de la novela original, si bien Visconti le impregnó algunos elementos que lucen más dramáticos que los de la novela. La historia nos cuenta el encuentro (y desencuentro) de Mario (Marcello Mastroianni) y Natalia (Maria Schell), que no se conocían; ella espera por otro hombre que le prometió regresar para amarla (un inquilino que vivió en una habitación de su casa), pero Mario se enamora de ella. La trama está muy detallada en el artículo de Wikipedia, en este enlace.

La cinta de Visconti es impecable, las actuaciones de Mastroianni y Schell son muy buenas, cuenta con una hermosa fotografía en blanco y negro y muy buena música. Hay momentos, varios, muchos, en los que recuerda a las producciones de Michelangelo Antonioni, su estilo, su ritmo. Si uno ve la película sin saber de qué director se trata, diría como primera opción que de Antonioni. En fin, uno fue tan bueno como el otro, ambos maestros del cine.

A lo largo de las cuatro noches que los personajes se encuentran en la calle y comparten conversando, paseando o bailando, se va tejiendo una relación entre ambos que nació desde el desconocimiento total hasta el amor; pero en todo momento ha habido una sombra sobre los deseos de Natalia, atada a una promesa de otro hombre al que ama (y que la ama a ella) y no permite que Mario irrumpa en su vida de manera total. Ella tiene una conducta un tanto bipolar y su autoestima está seriamente dañada, de suerte que los encuentros de ellos dos pasan con igual facilidad del esplendor al dolor, o del dolor al esplendor, en un santiamén. Esta batalla que se libra en el interior de Natalia a veces exaspera a Mario. Él, al final, en un alarde de honradez cabal aceptará lo que ella decida. Para fortuna de él (aunque quizás no lo sepa) ella decide por el otro. La Natalia de Visconti es una veleta, va y viene, es inestable hasta un nivel irritante; Maria Schell representó muy bien ese papel, al igual que Mastroianni el del caballero paciente y cordial. Esa duda de Natalia podría entenderse como consecuencia de la soledad en la que vive; quizás con cualquiera estaría dispuesta a irse con tal de salir de esa insustancialidad a la que la ha llevado la vida. Si el inquilino no apareciese, se iría con Mario. Muy buena. La escena del baile es excelente.


Fotograma del filme.
By Gawain78 - catturato personalmente dall'autore sotto indicato, senza apportare alcuna modifica., Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=66667687


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Artículo en Wikipedia: 


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