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14 septiembre 2021

Bella de día - Luis Buñuel (1967)


Imagen del póster en IMDb.

La antiesposa.


Belle de jour está basada en la novela homónima de Joseph Kessel; el guion fue escrito por Luis Buñuel y por Jean-Claude Carrière, habitué en las películas del director aragonés. Nos cuenta el severo trastorno de Séverine Serizy (la bellísima Catherine Deneuve). Ella es ama de casa y está casada con Pierre Serizy (Jean Sorel), un exitoso médico; tienen un año de casados y aún no han consumado el matrimonio; duermen en camas separadas. Séverine padece de un grave desorden de su época de niña, según muestra uno de los flashbacks. A pesar de esta limitación, Pierre la trata con tal dulzura y paciencia que harían ver a un lama tibetano como un histérico. Ella no se doblega ni que Pierre le recite el mantra: «Semen retentum venenum est»(1).


La casta esposa no se conmueve ni con una frase
en latín. Imagen tomada de IMDb.


La casta esposa tiene sueños recurrentes en los que
es sometida por otros hombres a la fuerza.
Deseos reprimidos de que la dominen.
Imagen tomada de IMDb.


A pesar de esta limitación, no se exime de ingresar en el mundo de la prostitución. Es la antítesis de una esposa: casta (cual monja medieval) con el marido y meretriz con el resto de los hombres. La historia se dramatiza con varios eventos. El primero es que un amigo de ambos, Henri Husson (Michel Piccoli), se la encuentra en el lupanar donde ejerce. Henri es discreto y no le dirá nada al esposo; no fornica con ella y al pagarle, le dice: «No es para ti, cómprale chocolatines a Pierre de mi parte». El segundo es que Marcel (Pierre Clémenti), uno de los clientes, se enamora de ella. Para quitar el obstáculo entre él y su amada, le disparará a Pierre. En la huida, Marcel es abatido por la policía. Al final, todas estas desgracias parecen haber curado a Séverine, que podrá ejercer su nueva profesión sin necesidad de ocultarle nada al esposo, pues este quedó cuadrapléjico en una silla de ruedas.


Con un cliente de la mancebía.
Imagen tomada de IMDb.


La lectura de la historia como lo que le ocurrió a una desdichada mujer trastornada no parece ser lo que pretende contar Buñuel; es demasiado fácil: se entiende que con suficiente desvarío, una mujer (o cualquier persona) pueda hacer eso y mucho más. No está en las intenciones del cineasta el estudio de un caso así, desde el punto de vista clínico. Pero sí lo es explorar la forma en la que una mujer, que ha sido sometida durante su vida, dará rienda suelta a su emancipación, al florecer de sus deseos reprimidos de manera incontrolada. Claro, Buñuel (y la novela) exageran para mostrar con contundencia la eclosión del fuero interno: la burguesa, aprisionada en su corsé de maneras y costumbres, de lo que se debe esperar de ella, un día revienta; tal como los personajes de Teorema, la gran película de P. P. Pasolini. Este proceso está muy bien explicado en este enlace.


En uno de los sueños, Pierre y Henri se baten en
duelo. Imagen tomada de IMDb.


Buñuel, al igual que Pasolini, era enemigo acérrimo de la burguesía (a la que él mismo había pertenecido). Esta cinta le permite examinar (con una lupa, por lo exagerado) una de las maneras en las que la vida burguesa puede llegar a degradarse y a convertirse en un infierno por el solo acto de los burgueses. Hay que acotar que Séverine también anhela que la traten con el ímpetu y las fuerzas varoniles, de macho; nada de tratos con manos de seda como lo hace el esposo, esto lo aborrece, quiere sentir el dominio sobre ella (ojo: tal como ocurriera en su niñez); lo que obedece al viejo esquema de dominio del hombre sobre la mujer. En este sentido, es una mujer anticuada, por muy emancipada que se sienta; y su esposo es inadecuadamente moderno; mucha ternura y poco dominio sobre su hembra: el macho burgués es débil. Es una lectura de varias que se pueden hacer...


Con Marcel, al que ella también quiere.
Imagen tomada de IMDb.


La actuación de Catherine Deneuve es bastante buena, la del resto de actores también. La diégesis se realza al ser hablada en francés, porque le otorga un glamur adicional a esa atmósfera olorosa a impostura, característica de la burguesía. Los rostros poco expresivos de los personajes apuntan hacia esa impostura de manera unívoca; una simulación que permite decir algo como lo siguiente sin inmutarse: no me voy a acostar contigo ahora, ten para que le compres unos caramelos a tu esposo de mi parte...


Aunque Buñuel no es preciosista, o esteticista, a
veces le salen escenas de gran belleza, como esta.
Imagen tomada de IMDb.


Imagen del póster en Filmaffinity.


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(1) El semen que se retiene es veneno.

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Artículo en Wikipedia con un buen análisis del film:
Artículo en Wikipedia en inglés:


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