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26 octubre 2021

El esqueleto de la señora Morales - Rogelio A. González (1960)


Imagen del póster en IMDb.

No hay mal que dure cien años,
ni cuerpo que lo aguante.


Pablo Morales (Arturo de Córdova) es un taxidermista casado desde hace quince años con Gloria (Amparo Rivelles), una mujer insoportable. Él es jovial, campechano, incluso dócil con ella; pero cada vez son más incisivas las quejas de ella. No hay nada que acepte de buena gana de su marido, incluso ejerce el voto de castidad con su propio esposo; vive en la cama, fingiendo enfermedad (lo más curioso es que uno ha conocido gente así). Ante la propuesta de separación que él plantea, ella se niega. La gota que derrama el vaso ocurre un día en el que ella, tras una discusión normal, finge haber sido golpeada por él. Entonces, Pablo aplica sus conocimientos de taxidermia.


Pablo, el bonachón y Gloria, la insoportable.
Imagen tomada de IMDb.


Gloria, cuyo pensamiento y acción están constreñidos por una fe ciega en los preceptos eclesiásticos, que rayan con la beatería, no quiere el divorcio; única salida para un caso como el de este matrimonio, que hace rato ha pasado el límite de la funcionalidad y de la convivencia civilizada. Es obvio que no se justifica el homicidio; pero tampoco se justifica que ella se haya dado un paliza a sí misma y pretenda hacer creer a sus amistades que fue el esposo. Para no ser pesada y triste, la película fue realizada con una adecuada dosis de humor negro que le supieron incorporar, en especial en la actuación de Arturo de Córdoba y de sus amigos de copas; aunque también las beatas son jocosas; el cura, la familia de Gloria y ella son insufribles, motivo por el que el espectador les tiene más antipatía, incluso repulsión.


Estuvo ahorrando más de un año para comprar la 
cámara fotográfica que Gloria destrozará en
un ataque de furia irracional.
Imagen tomada de IMDb.


Durante el juicio, amigos y familiares de Gloria aseguran que él la mató, mientras que los amigos de él lo exculpan. Una experticia del esqueleto, que sus acusadores aseguran es el de Gloria, da como resultado que no es el esqueleto de ella, pues está compuesto por piezas diversas, incluso artificiales. Hubiera sido el crimen perfecto... de no haber ocurrido el giro del final. Antes de dicho final, hay una escena brillante en la que él le confiesa la verdad al sacerdote.


Preparando el homicidio.
Imagen tomada de IMDb.


Considerada la única película de humor negro de la época de oro del cine mexicano, este filme dirigido por Rogelio González y con guion del legendario Luis Alcoriza (quien guionizó varias películas de Luis Buñuel), es una muestra del talento en el cine mexicano hacia finales de la llamada época de oro. Destacan la actuación de Arturo de Córdoba y de Amparo Rivelles, así como el montaje de la película, el guion y la puesta en escena. ¡Ah! y la música incidental. Los toques de humor negro se agradecen y aligeran la historia, ya de por sí triste. Quizás el giro final no es el que el muchos espectadores desean; tampoco es mal de morirse. Está al comienzo de la lista de las 100 mejores películas del cine mexicano.


Imagen tomada de IMDb.


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Artículo en Wikipedia:
Reseña en Wikipedia en inglés:


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