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08 marzo 2022

Jules y Jim - François Truffaut (1962)


Imagen del póster en IMDb.

El perfecto y desenfadado ménage à trois.


Francia, antes de la I Guerra Mundial. Jules (Oskar Werner), un joven escritor austríaco, entabla amistad con un par francés, Jim (Henri Serre). Jim tiene amigas, pero Jules no conoce a ninguna en Francia. Intentan conseguirle una pareja a Jules pero no lo logran, hasta que un día dan con Catherine (Jeanne Moreau). Juntos, disfrutarán de una hermosa amistad. Catherine se casa con Jules antes de que este tenga que alistarse en el ejército. Ambos acuden a la guerra, cada uno por su nación, en bandos contrarios. Durante la guerra, la mayor preocupación de los dos amigos es no haber matado al otro durante el conflicto. La amistad ha prevalecido sobre los sentimientos patrióticos.


Una bella amistad surge entre estos tres jóvenes.


Al terminar la guerra, Jim va a visitar a Jules y Catherine, que ahora tienen una hermosa hija, Sabine. A pesar del idílico ambiente, la pareja no está en buenos términos. Jim le cuenta a Jules que ha soportado innumerables infidelidades de Catherine; en una ocasión se ausentó por meses y teme que lo vuelva a hacer. Nace un romance entre ella y Jim, pero no a espaldas de Jules; más que con su anuencia, diríase que con su apoyo: si está con Jim, al menos la verá de vez en cuando y eso es suficiente para él. Los vecinos les llamaban los tres lunáticos, según cuenta el narrador (Michel Subor). Pero la inestable Catherine no contendrá sus explosivas reacciones; Jim se cansará de esto y se comprometerá con una antigua novia, Gilberte. Pasa el tiempo, ya comienzan los nazis a hacer de las suyas quemando libros y durante un reencuentro del trío, la temperamental Catherine se vengará de Jim.


Reencuentro tras la guerra. Ahora la pareja de amigos son padres
de una dulce niña.


François Truffaut fue uno de los abanderados de la nueva ola francesa (nouvelle vague). Este filme sigue los lineamientos de dicha escuela. El filme es narrado; el narrador cuenta tanto lo que se está viendo en la pantalla como algunos detalles que no se perciben, y lo hace con tono neutro en el habla. La narración, al igual que los diálogos y la diégesis como tal, es minimalista: dice con precisión (y cierta rapidez) toda la información al espectador para comprender la historia y ni un ápice más, pero tampoco menos. Las escenas son de corta duración, lo que hace muy dinámica la narrativa de la película; la cámara, en ocasiones, hace barridos a gran velocidad, al estilo reporteril. Así, la sinopsis contada en los párrafos precedentes, es una apretada síntesis de la historia, pues es bastante larga ya que se cuenta con los criterios recién expuestos.


Por un tiempo, rememoran la dulce amistad de antaño.


Pero hay otro detalle. El narrador, con su habla neutra y distante, por una parte; y la puesta en escena de Truffaut, crean una suerte de distanciamiento brechtiano, que evita que el espectador se involucre demasiado en las emociones que puedan exhalar los fotogramas. Esto es de particular importancia en estas primeras cintas de la nueva ola, no solo por lo novedoso de la narrativa de las películas pertenecientes a ese movimiento, sino también porque los temas (el triángulo amoroso, las relaciones abiertas, la libertad de la mujer) pueden ser un tanto delicados para algunas sociedades en aquél entonces. Incluso hoy.


Catherine salió con Jules (a su izda.) y Jim (a su der.), quien lleva
un pijama de ella en el paquete. La dama le quitará el paquete y se
irá con Albert (al fondo) al tiempo que les dice: «buenas noches».
Así era Catherine.


La felicidad no es fácil de distinguir y se desgasta sin que nadie se dé cuenta.
Dice el narrador cuando Jim y Catherine tienen ya algún tiempo viviendo como pareja y comienza el desgaste de la relación.

No hay que dejar de destacar la excelente actuación de esa gran actriz que fue Jeanne Moreau. Las contrapartes masculinas estuvieron a la altura. A pesar de su desenfadada actitud, de su gran libertad de acción, de todas las facilidades que le dio su esposo Jules, Catherine sucumbe a su naturaleza desleal y autodestructiva (como el cuento del escorpión y la rana). La cinta no toma partido por una particular forma de relación, solo presenta los hechos, no defiende ni ataca la forma de vida que llevaron, la plantea como una alternativa; los juicios de valor le quedan al espectador. Muy pocos casos pueden triunfar con este esquema; casi siempre terminan de una forma triste o convencional. Una extraordinaria película del gran cineasta francés François Truffaut.


Detrás de una fachada de persona posmoderna, con libertad para
hacer lo que le venga en gana, se esconde una mujer caprichosa,
desleal, destructiva, posesiva, incapaz de lidiar con sus 
temores y con la realidad.


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Jules y JimJules et Jim.
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