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06 febrero 2013

Nosferatu – Friedrich W. Murnau (1922)


Película completa en YouTube, versión coloreada,
con intertítulos en español.

Más acá del bien y del mal


El conde Orlok (Nosferatu) desea comprar una casa en Wisborg y contacta a una inmobiliaria cuyo dueño es Knock. Éste envía a su empleado Hutter a tratar con el conde. Hutter deja su esposa al cuidado de un amigo y la hermana de éste antes de emprender el largo viaje. En el camino se detiene en una estancia, en la que las personas se asombran de su destino: Transilvania, en Los Cárpatos. Al día siguiente continúa su travesía, pese a las advertencias de los vecinos, y es abandonado antes de un puente; quienes lo llevan no quieren traspasar esa barrera porque ocurren cosas no naturales allende ese puente. Lo recoge un carruaje, que lo deja en el castillo del conde. El conde lo recibe, le da comida, y en la noche, mientras Hutter duerme, le succiona la sangre, dejándole dos agujeros en el cuello. Hutter piensa que son los mosquitos los que le han picado. Al día siguiente el conde firma los papeles y en la noche prepara un cargamento de ataúdes para llevar hasta Wisborg, por vía marítima. Hutter se da cuenta de que algo no anda bien, presiente la malignidad del conde, y emprende el regreso a Wisborg. En el barco donde viajan los ataúdes llenos de tierra y el conde, mueren todos los tripulantes, víctimas de la peste que transmiten las ratas que van en los ataúdes, y del conde. Mientras tanto, Knock es recluido porque ha perdido el juicio, y espera con ansias su “maestro”: el conde Orlok. En el libro sobre vampiros que Hutter consiguió en la posada dice que la única manera de deshacerse del vampiro es exponerlo a la luz del sol, mientras liba la sangre de una doncella. La esposa de Hutter se sacrifica para ello y el conde desaparece al amanecer, disuelto por la luz solar. Una sinopsis más detallada está en este enlace.

La historia no es exactamente la del libro que le sirvió de base: Drácula, de Bram Stoker. El director, Friedrich Wilhelm Murnau, no obtuvo los derechos para utilizar el libro y tuvo que cambiar el nombre de los personajes y algunos detalles de la historia (por ejemplo, Drácula en el libro no muere por exponerse al sol, solo se debilita). En una disputa entre Murnau y la viuda de Stoker, el primero tuvo que quemar las copias de la película. Sobrevivieron algunas copias que ya se encontraban fuera de Alemania.

Este personaje ha sido uno de los más reutilizados por el cine, si no el más reutilizado. Hay un sinnúmero de versiones de esta historia, y muchas versiones que son variantes de ella. Esta es su primera aparición, por ende es la madre de las películas de vampiros. Pero no es solamente una historia de terror, que lo es. Es un encuentro entre el mal y el bien, en el que el bien sale –felizmente- triunfante. 

Hay, sin embargo, algunos aderezos en la historia, que la hacen interesante: 1) la expresión de Knock al conocer que el conde quería una casa, muestra una gran ansia por hacer dinero, mucha avaricia; gracias a esa avaricia comienza el viaje del mal a las tierras del bien; 2) a pesar de que Hutter es alertado de no acercarse al castillo del conde, él no cesa en la empresa, o sea que la avaricia continúa su acción (por otra parte, es claro que él está haciendo su trabajo, pero desestima las recomendaciones de los lugareños, que saben que ahí habita el mal); 3) la esposa de Hutter, Ellen, muestra cierta fascinación por conocer al conde, esa fascinación de lo prohibido, tal como le ocurrió a Eva con uno de los árboles prohibidos del Edén; 4) hay una evidente analogía de la oscuridad con el mal y de la luz con el bien, tal como ocurre con la percepción y el entendimiento en la alegoría de la caverna de Platón. Quizás haya más detalles, pero éstos son suficientes para entender los intríngulis de la historia subyacente al mero cuento del vampiro y su insaciable deseo de sangre.

El notable maquillaje del actor que personifica al conde, Max Schreck, aparte de su actuación, es uno de los responsables de que la trama sea de terror, y de que la película sea tan atractiva. Otros responsables son la fotografía, propia del expresionismo alemán de la época, y que enaltece la estética del film; las tomas de la cámara, particularmente las sombras; las actuaciones –en especial las expresiones faciales-; y la música, que crea un ambiente macabro. Quizás para el espectador joven no sea atractiva, pero en el contexto (época) en el que fue realizada, es una obra maestra. Si usted no se anima a verla porque es vieja, sin diálogos y en blanco y negro, entonces anímese con la versión de Werner Herzog (1979), en la que Klaus Kinski personifica al conde Drácula. Esta es probablemente la mejor película sobre esta historia. Fue realizada como homenaje a la original de Murnau.

Nosferatu es una extraordinaria película, pionera del malo de Transilvania, personaje que aún hoy llena salas de cine y ha entrado en los hogares vía TV. Imprescindible visionado para los amantes del cine.

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