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23 octubre 2020

Madre - Rodrigo Sorogoyen (2019)


Imagen del póster en IMDb.

Raro caso en el que es mejor el cortometraje que el largometraje.


En el cortometraje homónimo, también de Sorogoyen, Elena (Marta Nieto) llega con su madre a un pequeño apartamento; se da a entender que está separada de su esposo, quien llevó al hijo de ambos, Iván, a una playa del norte de Francia. Ella atiende una llamada telefónica de Iván en la que le cuenta que lo han dejado solo en la playa desierta y que un extraño lo acecha. La batería del teléfono del chico se descarga, ella le grita que se esconda, pero parece que el extraño lo sigue. La llamada se interrumpe y ella sale despavorida a buscarlo (ella está en España).

El largometraje comienza con el cortometraje y luego realiza una elipsis de diez años. Elena, ahora, trabaja en la playa donde su hijo desapareció, en un bar; incluso tiene una nueva pareja, Joseba. Parece llevar una vida normal, pero se le interrumpe la tranquilidad cuando conoce a Jean, un chico francés de la edad que tendría su hijo. Jean frecuenta la playa, ella lo sigue y termina por ser amiga del chico. Salen, ella está más a gusto con él que con Joseba. El chico se enamora de ella, ante lo cual ni Joseba ni la familia de Jean están muy conformes e incluso hay varios incidentes en los que ellos interceden para que cese esa «amistad», que más parece un lío de amantes. La aparición del chico en su vida le ha revuelto las entrañas y los recuerdos, impeliéndola a realizar actos un tanto surrealistas. Joseba le propone radicarse en España, ella acepta a regañadientes. La familia de Jean se regresa a París (estaban veraneando) y eso los distanciará. Ella acude a un llamado desesperado del chico y deja que Joseba se marche sin ella. Al final, ella vuelve a contactar a Ramón (ex pareja y padre del chico desaparecido hace diez años), con quien se había visto un poco antes en una agria reunión de ellos dos en la que Ramón le contó que tenía un hijo con la nueva pareja y que eso lo estaba ayudando a superar la ausencia de Iván. La reunión de Elena con Ramón es uno de los mejores momentos de la cinta.

Sin duda que el cortometraje tiene mucha más fuerza, más potencia emocional que la película. El éxito del corto invitó a los realizadores a llevar adelante un largometraje. El tema lo amerita, la propuesta es muy interesante. Sin embargo, la fuerza dramática se disuelve en idas y venidas del argumento y de la acción, sin sentido las más de ellas, como si se tratase de rellenar el tiempo de proyección con algo, con lo que sea; derivando en una primera lectura hacia un caso digno de Edipo más que de pesares por haber perdido un hijo (más parece una propuesta de amor entre Jean y Elena que un intento de expiación de ella por lo sucedido a su hijo). La película, en muchos momentos, incluso llega al aburrimiento y, sin duda, las dos horas y pico de duración son muy pero que muy largas. Salva a la película la excelente actuación de Marta Nieto. Creo que se perdió una buena oportunidad de hacer algo de calado más hondo en lo que refiere al estado anímico de Elena, apuntando hacia su condición emocional interior, sin distraer con el bobo romanticismo de ellos, que casi se eleva como leitmotiv de la obra. Es una película que pudo ser, que prometía ser, pero que no fue. En cambio, el cortometraje —al comienzo— parece que no va a ser bueno, pero lo es.


Imagen del póster del cortometraje en IMDb.


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Reseña en Wikipedia del largometraje: 
Artículo en Wikipedia del cortometraje:


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