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08 enero 2021

El caso Fischer - Edward Zwick (2014)


Imagen del póster en IMDb.

Historia de un gran jugador enfermo.


También llamada La jugada maestra y en inglés Pawn sacrifice (Sacrificio del peón), cuenta la vida del campeón mundial de ajedrez Bobby Fischer, de manera que está basada en hechos reales. Los primeros años los muestra a vuelo rasante, sin mucho detalle, pero el suficiente como para entender las manías posteriores que tendría el personaje. Después se centra en la época en la que Fischer (Tobey Maguire) despojó del título de campeón mundial al ruso Borís Spaski  (Liev Schreiber) en 1972, en Reikiavik. Finaliza con algunos datos posteriores a dicho certamen atinentes a Fischer, tal como su insania, su abandono y problemas con la justicia.

El filme está bien producido, mantiene la atención del espectador en todo momento, quizás gracias a la interpretación que hace Maguire de Fischer y a la misma naturaleza del personaje interpretado, que fue muy polémico en su época, tal como también lo fue Cassius Clay. Ambos eran unos bocazas, aunque hay que aclarar que tenían respaldo para ser así en su desempeño profesional.

La algarabía colectiva, masiva, era tal como la que se formaba por los campeonatos mundiales de fútbol; pero nunca antes nadie había estado pendiente de los campeonatos de ajedrez, solo la élite interesada en el tema. Con Fischer (al igual que lo fue Clay para el boxeo) se masificó la teleaudiencia del ajedrez; su actitud contestataria y extravagante (producto de su insania) llamaba la atención de los medios y del público en general. Llegó incluso a pedirle a su madre que no asistiera a los eventos, porque le quitaba concentración. Era todo un supermaniático. Es posible que haya habido algún manejo mediático interesado detrás de eso (promovido por los gobiernos de EEU y de la URSS), debido a la Guerra Fría. Como bien queda evidenciado en este filme, no era un simple juego por el campeonato de ajedrez, era una confrontación velada entre la URSS y EEUU, tal como lo había sido la carrera espacial. Tan es así, que a Spaski le fue muy mal en su tierra después de perder contra Fischer (¿lo habrían enviado a un gulag?); emigró a Francia a principios de los 80.

La fiebre por el ajedrez impregnó el colectivo de los jóvenes de la época. Reproducíamos los movimientos del juego del día anterior, que venían descritos en los periódicos (El Nacional y El Universal), a veces con explicaciones someras de algunas jugadas que tenían nombre propio (defensa siciliana, de Alekhine y cosas así). No entendíamos muchas de ellas, algunas jamás las llegamos a entender, pero seguíamos el match religiosamente y estuvimos jugando ajedrez por mucho tiempo. Tal como ocurría con los mundiales de fútbol. Grandes y bellos recuerdos.


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Reseña Wikipedia: 


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