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15 enero 2021

Nazarín - Luis Buñuel (1959)


Imagen del afiche en IMDb.

Mixtura de Quijote y Jesús.


Esta es la primera película de Luis Buñuel que surge de la adaptación de una obra de Benito Pérez Galdós; las otras dos fueron Viridiana y Tristana. Está ambientada en México en lugar de Madrid, como el original galdosiano. El padre Nazario (Francisco Rabal) vive pobremente, casi en la indigencia; un día una prostituta, Andara (Rita Macedo) busca guarecerse en su vivienda, huyendo de la persecución de la que ha sido objeto luego de herir a otra prostituta en una riña pueril. Él la cuida durante su convalecencia. Para evitar que su hediondo perfume no delate que estuvo ahí, ella quema el mobiliario, ayudada por Beatriz (Marga López), cuando el padre no está presente, y toda la casa arde. Nazario se va del pueblo, no tanto para no ser atrapado como para redimirse, penar y esparcir de bien su andar por el mundo. Beatriz, que antes había intentado suicidarse porque su marido la abandonó, se une a Andara y ambas lo siguen, cual discípulas. Al principio, él las espanta, como si se tratara de perros sin amo, pero luego comparten rumbo y suerte. Durante sus andanzas, tratan de ayudar al prójimo, de hacer el bien (como si de redención se tratase) pero no siempre son bien aceptados por la gente. Al final, el esposo de Beatriz da con ella y se la lleva; Andara y Nazario deberán responder ante la justicia por el incendio.

No se ve tan evidente el tema principal de la película. Me permitiré citar un comentario de la novela en Wikipedia, que opino que es muy acertado y me acercará a una suposición (el subrayado es mío, ver en este enlace):

«En Nazarín, su protagonista, el padre Nazario —un manchego oriundo de Miguelturra— abandona su cómoda vida sacerdotal en Madrid para echarse a los caminos. En su vagabundeo por los arrabales del sur de Madrid lo acompañan dos fieles discípulas,​ Ándara y Beatriz, personajes mezcla del Sancho Panza cervantino (son muy populares y malhabladas) con las Marta y María evangélicas. Nace así una mixtificación de Don Quijote y Jesús de Nazaret. Del primero conserva Nazarín su idealismo, su nomadismo y su incapacidad (o resistencia voluntaria) para adaptarse a la realidad; del segundo, su misticismo, su pacifismo, su entrega al prójimo e incluso un cierto mesianismo. Otros definen la 'ideología' del misionero errante como "una especie de comunismo cristiano", sin industria y opuesto a la propiedad privada, reivindicando la pobreza generalizada. Apóstol de la resignación, Nazarín —entre la santidad y la locura— se ofrece como ejemplo y precursor del nuevo sentimiento religioso que acabará desenmascarando el engaño oculto en el ideal del progreso.».

Es que, viendo la película, uno no puede dejar de remitir a ambos personajes: la beatitud de Nazario por una parte; y las andanzas sin norte, en compañía de las dos seguidoras, por la otra: Jesús y don Quijote. En una entrevista, Buñuel aseguró que le encantaba el personaje del padre Nazario; que su mensaje refería a la importancia trascendente de la duda en el individuo, que una duda es como una llama: puede servir para cocinar o para destruir una casa, dependiendo de cuál uso le dé el individuo que duda. El padre Nazario tiene dudas, y las explicita. Por ejemplo, en una escena en la que los otros reos le pegan y aterriza en el suelo, él les dice: «Por primera vez en mi vida me cuesta trabajo perdonar. Y les perdono porque es mi deber de cristiano. Los perdono. Pero también los desprecio. Y me siento culpable por no saber separar el desprecio del perdón». La imagen icónica de esta «duda metódica de Buñuel» es la del cuadro del Cristo riéndose (¿de Andara?) cuando ella lo ve y queda aterrorizada. Esta toma es la más célebre, quizás representativa, de este filme.

Es factible que, aparte del sentido que Buñuel quiso expresar (la trascendencia de la duda), haya más significados y significantes que él mismo no dispuso incluirlos pero que están ahí, en el filme, y que cada espectador puede interpretar de acuerdo a su bagaje y experiencia previa. En cualquier caso, es un relato que pertenece a lo que se denomina «viaje del héroe», en este caso del antihéroe, pues Nazario es un antihéroe. También lo fueron las épicas de Don Quijote de la Mancha y de Jesús de Nazaret. Incluso el primer relato escrito del que se tiene noticia, la Epopeya de Gilgamesh, fue un relato del tipo «viaje del héroe», pues Gilgamesh se dispuso a buscar la vida eterna en sus andanzas.

Una posibilidad podría ser que es un ensayo para establecer el alcance y los límites de la verdadera prédica de la caridad y el amor cristianos. ¿Es posible dar la otra mejilla? ¿Qué tanto? Los límites que demuestra el padre Nazario lo colocan casi en el podio de las divinidades, incluso hay una suerte de milagro, cuando cura a una niña enferma (que ya tomaba una medicina para el mal). ¿Es ilimitada la bondad? ¿Qué tanta maldad es capaz de soportar la bondad?

Por otra parte, quizás se pueda deducir que Buñuel intentó explorar las similitudes y diferencias del comunismo con el cristianismo; tema aún vigente(1), tan vigente que el papa actual lo mencionó en una ocasión (ver vídeo en este enlace). Sobre esto, bien se podría escribir un tratado (que debe haberlo). O más.

Nazarín es una gran película de Buñuel. Las actuaciones de Francisco Rabal, Rita Macedo y Marga López son excelentes; también las de los actores secundarios. La fotografía remite a la magia que tenía la fotografía de la época de oro del cine mexicano, ayudada por los escenarios de los pueblos, el vestuario y la geografía de esa gran nación. Uno de los imprescindibles filmes del maestro aragonés.


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(1) Por ejemplo, en Tristana, don Lope en una ocasión dice: «... Sí, ya sé que Jesús fue el primer socialista...». También en Viridiana se pueden ver emerger digresiones veladas de esta índole.

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Artículo en Wikipedia:


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