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04 mayo 2021

Cronos - Guillermo del Toro (1993)


Imagen del póster en IMDb.

Todos daréis cuentas a Tánatos, sin excepción.


En 1536, un alquimista que huía de la Inquisición desembarcó en Veracruz, México. Relojero oficial del Virrey de Mendoza, se dedicó al perfeccionamiento de la invención de Cronos; un extraordinario mecanismo contenido en una cápsula dorada con forma de escarabajo. El artilugio pretendía ofrecer vida eterna a su propietario. En 1937, el alquimista muere en el colapso de una bóveda. Lo que se halló en su vivienda no fue revelado al público, pero se ven imágenes aterradoras del cuerpo de una mujer cabeza abajo, desnuda, desangrándose como un faisán. Los objetos fueron subastados y nada se supo del artilugio.


El alquimista muere con casi 500 años de edad.
Imagen tomada de IMDb.


En Argentina, un anticuario, Jesús Gris (Federico Luppi), tiene en venta una pequeña estatua de un arcángel que —se supone— fue del alquimista. Viene a verlo un interesado, pero antes de que este vuelva para comprarla, salen cucarachas de la estatua. Jesús está con su nieta y ella se asusta. Limpia la estatua y descubre el pequeño artefacto, del tamaño de una barra de jabón. Al darle cuerda, del artefacto emergen unas patas que se clavan en la piel de Jesús y luego una ponzoña le inyecta un líquido; siente mucho dolor y se venda la mano. 


El artefacto que da la inmortalidad.
Imagen tomada de IMDb.


La estatua la compra Ángel de la Guardia (Ron Perlman, uno de los actores fetiches de Guillermo del Toro), sobrino del industrial Dieter de la Guardia (Claudio Brook); un hombre que está muriendo poco a poco. Dieter tiene el manuscrito del alquimista y conoce del dispositivo; ya ha comprado numerosas estatuas de arcángeles y no da con él; pero sabe que en esta que tenía Jesús debería estar. Por su parte, Jesús va descubriendo que el objeto le mejora la salud y el vigor, y se convierte en adicto a su uso: cuando siente necesidad, se deja pinchar por el insecto metálico. También al consumo de sangre humana, pues es condición sine qua non para alcanzar la eterna juventud. Dieter ordena a su sobrino que lo mate, pero no muere: se ha convertido en vampiro.


Adicto a rejuvenecer.
Imagen tomada de IMDb.


Jesús se convierte en vampiro.
Imagen tomada de IMDb.


A su regreso de ultratumba, Jesús quiere conocer el porqué de su retorno y ponerle fin a tan trágica existencia. Al mismo tiempo intentará hacer justicia con los malvados de la Guardia ayudado por su pequeña nieta, que ha guardado el artefacto medieval.


El director nos muestra el interior del artefacto.
Imagen tomada de IMDb.


Guillermo del Toro es uno de los cineastas que ha creado su propio mundo de hadas y de fantasías, de magia y de objetos mecánicos extraños (recuerda un poco al exótico mundo de Tim Burton y al aventurero y fantástico de Spielberg). En este, su primer largometraje, ya se veía venir ese mundo, que tocó la cima en su grandiosa película El laberinto del fauno. Esta, aunque de menor calidad, está bien hecha, pese a algunos puntos flacos del guion(1)


Jesús Gris y Dieter de la Guardia.
Imagen tomada de IMDb.


De entre los posible temas que toca, uno llama la atención. A diferencia de la generalidad de los Dráculas y Nosferatus del cine, que disfrutan de su eternidad y andan chupando sangre por ahí, a diestra y siniestra, Jesús no está conforme con ella; regresa con el objeto de conocer los porqués, no con el fin de seguir viviendo. ¿Por qué? No quiere la eternidad, casi le da repugnancia; pese a haber sido asesinado de manera injustificada. No hay excepciones a esta ley de vida. 

Pero... ¿y si las hubiera?... ¿cómo serían las reglas de ese juego?


Imagen del póster en Filmaffinity.


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(1) Por ejemplo, no está claro porqué tienen los De la Guardia que matar a Jesús, cuando lo que desean es un pequeño objeto que él retiene; no tiene mucho sentido ese homicidio; parece una «salida fácil» y demasiado convencional del guion. Quizás tuvo que haber sido por un accidente...

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Artículo en Wikipedia:
Artículo en Wikipedia en inglés:


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