Sofía en el Cine: Moebius - Gustavo Mosquera (1997)

Imagen del póster en IMDb.

Interesantísimo experimento universitario.

En el subte de Buenos Aires (el metro) comienzan a suceder unos extraños eventos: las luces detectan el paso de trenes donde no los hay; se producen cambios de vías sin ordenarlos y, el colmo, el tren UM 86 desaparece con sus pasajeros (cuyos familiares los han reportado como personas perdidas en la policía). El director de la empresa, Marcos Blassi (Roberto Carnaghi), llama a la compañía que construyó el último tramo, el perimetral. El arquitecto no quiere saber nada del asunto y envía a un joven topólogo, Daniel Pratt (Guillermo Angelelli), para que ayude al director Blassi. El director le pide a Daniel que busque los planos originales en el ministerio, pero ahí no están; se los ha llevado un asesor del proyecto, Hugo Mistein (Jorge Petraglia), que resulta ser profesor de topología, ahora jubilado. Daniel va hasta su casa, pero el profesor no está; aunque sí consigue ahí planos del metro; los estudia y se los lleva a la reunión con Blassi y otros ejecutivos, que se realizará en el subterráneo.

Daniel ve en la cartelera del profesor una pequeña banda
de Möbius. Imagen tomada de IMDb.

Daniel les explica lo que es una banda de Moebius a
los ejecutivos. Imagen tomada de IMDb.

El joven ofrece una explicación de los raros sucesos: se ha creado un sistema (topológico) con «conectividad» tan alta como infinito, que Daniel no comprende todavía. El sistema se comporta como una banda de Moebius. En ella, el tren perdido se desplaza desde hace cinco días sin concluir su viaje. Esta explicación, por supuesto, no satisface a ninguno de los asistentes. Posteriormente se dedica a estudiar el sistema in situ, anotando datos de los trenes y sus horas de parada en las estaciones. Camina las vías, donde casi es arrollado. Entra en un tren en la estación Borges (¡!) y uno de los pasajeros ojea un periódico de fecha cinco días anterior a la real: se da cuenta de que está en el tren perdido; ahí encuentra al profesor Hugo Mistein, el responsable de lo sucedido. Los dos entablecen un interesante diálogo, clave en la película. El profesor Mistein, frustrado de que su conocimiento no era considerado con seriedad por sus estudiantes, de que nadie lo oía; maquinó este plan para ser tomado en cuenta, o para vengarse de la sociedad, o para gozar de los 15 minutos que refirió Andy Warhol. Lo más intrigante es que Daniel, hasta donde se entiende, se unió a esta cruzada.

A la mañana siguiente, el tren 86 aparece, solo, en la estación Sur. Las autoridades lo inspeccionan; Blassi ve en un vagón la libreta de anotaciones de Daniel y lee sus notas. Cuando se dispone para irse, oye a un oficial de la estación hablando por teléfono, preguntando qué es lo que ha desaparecido ahora.

El músico de bandoneón toma nota de la hora en la que Daniel sube
al tren 86. ¿Es cómplice de Mistein? Imagen tomada de IMDb.

Estación Borges del subte, donde Daniel entra al tren 86 sin advertirlo.
El nombre de la estación no es casual. Imagen tomada de IMDb.

Es un interesante film basado en el cuento Un metro llamado Möbius (A subway named Möbius), de Armin Joseph Deutsch. Lo intrincado de la trama no es tanto la terminología matemática, ya de por sí complicada, sino que la curiosidad geométrica (o topológica) de la banda la marida con el tiempo; creando una paradoja espacio-temporal casi evidente: circular por la banda supone tiempo infinito porque no se define un inicio ni un fin. Los pasajeros no se dan cuenta del paso del tiempo porque el profesor lo ha relativizado al hacer circular el tren por la banda (algo así) a una gran velocidad. Le dice a Daniel: «Ellos jamás podrán despertarse antes de haberse dado cuenta de que están dormidos», lo que no deja de ser una paradoja. Una extraordinaria película de ciencia ficción argentina; hecha con mínimos recursos (lo que se le nota a leguas), muy buenas actuaciones, fotografía y música; y con gran imaginación y dedicación por parte de Gustavo Mosquera y de sus alumnos de la Universidad del cine. 👏