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Este blog no es de crítica especializada ni académica, solo de comentarios «al dente» de un espectador común.

Advertencia: destripe.

Algunos comentarios hacen referencia a momentos claves del argumento o al desenlace de este (destripe, spoilers).

04 abril 2012

Home – Yann Arthus-Bertrand (2009)



En el mismo río nos bañamos y no nos bañamos, somos y no somos.
Heráclito.


     Home es una película singular. Si bien se exhibió en teatros y en espacios públicos, Home se hizo para que todo el mundo la pudiese ver. Su estreno fue simultáneo en 50 países y, posteriormente, se subió a la red para que todos la vean gratuitamente. A tal efecto, se activó un canal especial en YouTube, que contiene la película en diversos idiomas, tráileres, vídeos de cómo se filmó, etcétera. La versión en español cuenta con la narración de la hermosa Salma Hayek. Otra peculiaridad caracteriza a este documental: se rodó totalmente desde helicóptero, con el empleo de cámaras Cineflex suspendidas de geo estabilizadores colocados en las bases del helicóptero. Otras curiosidades de la película se pueden consultar en este enlace. Su director, el francés Yann Arthus-Bertrand, también recibió numerosos premios por realizar esta espectacular obra.

     El mérito de Home es que cuenta la Historia Natural de nuestro planeta de una manera amena, mientras sentimos que lo vemos desde el aire, como si fuésemos unos visitantes extraterrestres a los cuales se les informa y describe el mundo que visitan. Al unísono de hermosas imágenes de nuestro hogar, la voz en off de la narradora, no solo exalta la maravilla que es La Tierra, sino que explica los procesos naturales de forma inteligible, la interacción entre ellos (una suerte de geo-sinapsis), y los perjuicios que ocasiona en dichas relaciones una interferencia, humana o natural. Abunda en números significativos sobre los recursos naturales y su destrucción. La película se puede ver en YouTube en este enlace. Se recomienda verla preferiblemente en alta resolución (HD 720p) y en pantalla completa. Aquí, que nuestro angosto de banda es precario, déjela descargar durante la noche y la ve al día siguiente. La película es de gran belleza plástica, muestra lo más hermoso de nuestro planeta, pero también algunas escenas dramáticas del deterioro ambiental, que llaman a reflexión.

     Intentando ser objetivo e imparcial, pienso que es una exageración lo que se ha difundido en relación con que nosotros somos los culpables del deterioro ambiental. Evidentemente, como seres vivos que producimos desechos, orgánicos y no orgánicos, somos parte del problema y ayudamos a que el ambiente se deteriore. Pero de ahí a pretender echarnos la culpa del 100% de la polución ambiental y del cambio climático, hay un trecho enorme. En el pasado, La Tierra ha sido desolada y ha sufrido diversas metamorfosis producidas por la misma naturaleza. El simple hecho de que nunca hemos estado en el mismo sitio de la galaxia dos veces, ya da que pensar. El sol, nuestro más cercano astro vital, que da la vida –y la quita- experimenta vaivenes que causan estragos en nuestro campo magnético y en nuestra atmósfera.

     La posición recalcitrante de algunos grupos ecológicos no tiene basamento científico sólido, y tardará mucho en tenerlo, pues las interacciones del hábitat son tan complejas que es para nosotros muy difícil, con la tecnología de hoy, estudiarlas objetivamente. Por ejemplo, el no cortar un árbol que está en su etapa de ser útil para la industria y que, como todo ser vivo, morirá, no es una posición inteligente al respecto. Para poder explotar estos recursos es menester fijar procedimientos, tales como no talar los árboles con troncos de diámetro menor de un valor especificado, cortar un porcentaje de los árboles aprovechables[1], entre otras medidas. No sería posible la vida sin la explotación de los recursos naturales. Cualquiera de nosotros consume alimentos, aire y agua que son endógenos a este planeta. También todos nosotros producimos desechos que contaminan el ambiente. Lo que se debe buscar, es que la relación entre el uso de los recursos y su renovación sea la más conveniente y veloz posible. La nanotecnología quizás llegue a ser el arma más poderosa para lograrlo.

     Pese a todo esto, la conciencia de causar el menor impacto ambiental posible debe ser difundida e incluso regulada por medio de leyes. Nuestro planeta es nuestro hogar, y debemos cuidar el ambiente para dejarlo en condiciones útiles a las generaciones futuras. Se trata de querer al ambiente, porque es una extensión de nosotros mismos, y el medio continuo que nos une a todos los seres vivos del planeta Tierra. Se trata de aprovecharlo de manera inteligente y, como se dice ahora, sostenible.


[1] Regulaciones reales, aquí en Venezuela, incluían: el diámetro del tronco de un árbol, para ser talado, debía ser mayor de 70cm, y se explotaban 1 de cada 10 árboles aprovechables. Árboles enfermos de tiña, por ejemplo, el ministerio de ambiente no los dejaba explotar a los “burgueses”, mientras que garimpeiros e invasores de terreno desforestan impunemente. El ministerio de ambiente nunca ha reforestado, ni tampoco los madereros. Eso es lo que ha reducido los bosques: el no reforestar los montes desforestados.


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Proyecto El chico

En 2007 realizamos un proyecto en ambiente Web 2.0: traducir la película -en dominio público- El Chico, de Charlie Chaplin (1921), a diversas lenguas. Inicialmente en Google Video se tradujo a 26 lenguas, 4 de ellas por humanos: 3 por colaboradores de Portugal, Francia e Italia, y el autor de este blog. Las demás lenguas se tradujeron vía traductores online, la mayoría a través de Translate Google. Ahora la película está en YouTube, con intertítulos en 12 lenguas. Más información sobre este proyecto en este enlace. Ver la película en YouTube.

Las 10 + proyectadas