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Este blog no es de crítica especializada ni académica, solo de comentarios «al dente» de un espectador común.

Advertencia: destripe.

Algunos comentarios hacen referencia a momentos claves del argumento o al desenlace de este (destripe, spoilers).

15 marzo 2013

La jetée (El muelle) – Chris Marker (1962)



Visitando el pasado y el futuro para rescatar el presente


Chris Marker fue un director e intelectual francés relacionado con el ala izquierda del movimiento Nueva ola francesa (o nouvelle vague), emplazado temporáneamente entre finales de los 50’s y los 60’s. Básicamente se dedicó a documentales y cortometrajes. Densos algunos de ellos. La Jetée, título original de esta producción, es un fotomontaje de unos 27 minutos. Solo cuenta con unos pocos segundos de imagen en movimiento (razones presupuestarias: solo dispuso de una cámara de cine por medio día). La historia es narrada mientras se ven las imágenes fijas, en blanco y negro. Es una película experimental, cuyo tema principal parece ser el viaje a través del tiempo. Dicho así podría parecer aburrida, pero para mí no lo fue. He ahí la maestría de Marker. Esta película figura en la lista de las mejores de ciencia ficción, y encabeza alguna de las de viajes a través del tiempo.

Un niño ve el homicidio de un hombre en el embarcadero del aeropuerto de Orly, en París. Muchos años después, luego del apocalipsis nuclear, los sobrevivientes viven subterráneamente en un mundo distópico (post apocalíptico). Realizan experimentos con los reclusos, relativos a viajar en el tiempo; quieren “llamar al pasado y al futuro para rescatar el presente”. El shock que supone el viaje en el tiempo requiere de gran vigor mental, y solo nuestro protagonista logra viajar sin la consecuente resaca, porque tiene una fuerte imagen del pasado en su memoria: la de una bella mujer que estaba en el muelle de embarque el día que vio el homicidio. Al viajar al pasado conoce a esta mujer, de la cual se enamora. En sucesivos viajes intenta profundizar esa relación. Luego lo envían al futuro. Allí no es bienvenido, pero le dan energía suficiente para reconstruir la sociedad de su tiempo. Al regreso sospecha que sus carceleros lo matarán. Los habitantes del futuro le ofrecen que viva en el tiempo de ellos, pero él prefiere regresar al pasado, y conseguir a la mujer que ama. Da con ella en el embarcadero del aeropuerto. Cuando se acerca hacia ella se da cuenta (suerte de déjà vu) de que es seguido por un habitante de su presente, quien lo mata. El hombre que fue asesinado cuando él era niño es él mismo.

El tiempo circular, el eterno retorno. Sin embargo, el argumento no parece violar la paradoja del abuelo, pero sí la teoría de origen y destino. Por otra parte, algunas de esas paradojas han sido excluidas por diversas teorías (universos paralelos, contemplación espectral, etcétera)[1]. El viaje a través del tiempo siempre es un tema apasionante, y desconcertante. Cualquier cosa podría suceder en este Universo que apenas comenzamos a entender. De hecho, parece que algunas partículas subatómicas realizan un “retroceso cuántico”, en el cual burlan el tiempo y revierten su estado. La mecánica cuántica es demasiado bizarra[2], y escapa al alcance de este blog (y de quien lo escribe, a pesar de haber leído los fascinantes libros de Stephen Hawking).

Pero, ¿es solamente la historia de ciencia ficción la que nos quiere contar Marker? Hay películas de sci-fi que son simples cuentos, como La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977); otras son profundas en su contenido, tales como Solaris (Andréi Tarkovski, 1972) o 2001: una odisea espacial (Stanley Kubrick, 1968). ¿Encasillaremos esta serie de fotogramas, que podríamos convenir en llamar película, en el anaquel de cuentos de viajes a través del tiempo? Independientemente de que el autor haya pensado solamente en el viaje a través del tiempo como elemento argumental, pueden surgir otras propuestas del espectador. Las grandes obras suelen trascender más allá de sus autores, y plantear tópicos que ellos ni siquiera pensaron.  Tanto más válido este punto de vista si el autor realizó ensayos cinematográficos o "filmes-ensayo".

La jetée fue realizada en el apogeo de la Guerra Fría, el mismo año que la crisis de los misiles en Cuba, que pudo haber desembocado en la III Guerra Mundial y, por ende, en un apocalipsis nuclear, que nunca antes –ni después- estuvo tan cerca de ocurrir. En la trama de este filme, el apocalipsis también fue nuclear. Del futuro viene la energía (¿nuclear?), y en el pasado está lo que no debe repetirse (asesinatos, alusión a la II Guerra Mundial). Puede interpretarse como un mensaje de que debemos evitar recrear el pasado para remontar un presente amenazante y poder llegar a un futuro promisorio. Un mensaje anti Guerra Fría, se entiende. Esta lectura encaja con el zeitgeist[3] de entonces, y con el espíritu crítico y contestatario de su autor. Podemos transferir esta interpretación al plano personal: no debemos aferrarnos a un pasado para evadir el presente, más bien debemos pensar en el futuro. Son diversas interpretaciones. Usted, amable lector, puede plantear la suya propia.

Una película extraña, con un empleo magistral de la imagen fija. Inspiró la película 12 monos (Terry Gilliam, 1995). Una joya de los cortometrajes, con propuestas complejas y múltiples de por medio.

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[1] El lector no versado en mecánica cuántica, puede ir a este enlace, en donde se describen de manera inteligible.
[2] En el sentido de rara, extravagante, insólita, extraña, anormal.
[3] Literalmente el "espíritu de los tiempos" o "espíritu de la época".


1 comentario:

David C. dijo...

Los franceses tienen un estilo único para hacer cine. Y muy buena filomgrafía, debería valorarse más su cine en estos tiempos.

Proyecto El chico

En 2007 realizamos un proyecto en ambiente Web 2.0: traducir la película -en dominio público- El Chico, de Charlie Chaplin (1921), a diversas lenguas. Inicialmente en Google Video se tradujo a 26 lenguas, 4 de ellas por humanos: 3 por colaboradores de Portugal, Francia e Italia, y el autor de este blog. Las demás lenguas se tradujeron vía traductores online, la mayoría a través de Translate Google. Ahora la película está en YouTube, con intertítulos en 12 lenguas. Más información sobre este proyecto en este enlace. Ver la película en YouTube.

Las 10 + proyectadas