Imagen del afiche en IMDb.
Sempiterno drama latinoamericano.
La película de Juan Sebastián Mesa (su primer largometraje, de acuerdo a los datos de IMDb) narra las aventuras urbanas de cinco jóvenes que viven más en las calles que en sus casas y en la escuela. Entre el «arte» callejero: el grafiti, la música metálica (con letras que expresan resentimiento) o las piruetas con pelotas u otros elementos en los semáforos de las calles; sus desencuentros con los adultos con los que viven (que no son necesariamente sus padres); la violencia citadina de una ciudad como Medellín (que en momentos los atrae pero también los repele) y el vacío existencial que les produce la incertidumbre sobre su futuro (que ellos no parecen percibir), sobre su propia identidad; deciden salir, ir al sur, quizás a otro país tan lejano como Chile. Cuatro de ellos logran abandonar la ciudad en autostop.
Esta producción está realizada con fotografía en blanco y negro (lo cual no le aporta mayor cosa, bien pudo ser en color); la música extradiegética es —también— rock metálico duro, chirriante y desagradable, y resalta la respuesta de los jóvenes a la agresividad de la ciudad de fondo. Cuenta con actuaciones aceptables; no es una gran realización, es un filme de mediano calado, pero expone con suficiente claridad el abandono en el que han caído los jóvenes de las sociedades urbanas latinoamericanas; pues el caso se puede extrapolar a casi todos los rincones del subcontinente. También las sociedades rurales, no solo las urbanas.
A quinientos años de la llegada de Colón y de la cultura europea, Iberoamérica sigue buscando su identidad, su idiosincrasia, su lugar en el mundo. Si se comparase con las etapas de una persona, parece que aún va por la pubertad. Los primos hermanos del norte, colonizados al mismo tiempo (pero por los británicos), se alejan cada vez más y más en el tiempo; ya es una sociedad con rasgos de madurez social hace rato. Desde el punto de vista científico y tecnológico, están a más de un siglo de sus primos del sur, serían los tatarabuelos de los sudamericanos. ¿Qué es lo que le sucede a Iberoamérica? No digo Latinoamérica, pues desconozco los países de la región que son de hablas inglesa, francesa, etcétera. Estos, por cierto, lucen un poco más ordenados, según se ve en películas y en las estadísticas; aunque quizás también deberían meterse en el mismo saco, pues no descollan.
¿Qué le sucede a Iberoamérica? Pasan los años, las décadas, los siglos, y parece que no quieren integrarse al desarrollo occidental. Sin duda hay una reticencia social a incorporarse al modelo de desarrollo de occidente. No quieren trabajar ni estudiar lo suficiente como para trascender, salvo contados y honrosísimos casos. Tal parece que están contentos con una vida mediocre. ¿Es, acaso, única y exclusiva responsabilidad de los gobernantes esa estasis (por no llamarlo atraso), o es el conjunto social como un todo el que mantiene el desgano, la desidia, como marca de fábrica? Con razón (y dolor para uno) Nietzsche y Kant se referían de manera despectiva a los «habitantes del sur». O de los mares del sur. Bueno, del sur. Porque lo que le sucede a los chicos de Los nadie no solo es culpa del medio, de sus padres o de sus profesores, de la sociedad o del gobierno, también tienen alguna culpa ellos mismos.
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Reseña en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Los_nadie
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt5929594
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film487133.html
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