Imagen del póster en IMDb.
Fuenteovejuna queda en Deutschland.
Hans Beckert (Peter Lorre), un pedófilo desconocido, asesina niñas en la ciudad de Düsseldorf. Ya le ha apagado la vida a varias inocentes criaturas. La búsqueda del criminal por la policía afecta los «negocios» del hampa común. Prestos a recuperar el statu quo, se reúnen los hampones para organizar la captura del homicida. También la policía quiere detenerlo; pero la organización de los delincuentes cuenta con más cobertura. Puede que hasta más motivación. Un ciego que vende globos reconoce al asesino por la voz y por la melodía que silva y advierte a uno de los vagos que lo buscan. El maleante escribe en su mano una M (Mörder, asesino en alemán) con tiza y, simulando tropezarse en él, le marca en el hombro del abrigo mientras está engatusando a otra niña. Lo cercan en un edificio de oficinas donde se esconde, lo trasladan a las instalaciones de una destilería abandonada y lo procesan en un tribunal Canguro(1). La policía llega en el momento inmediato antes de que la multitud lo linche. El argumento mucho más detallado en este enlace.
M - Eine Stadt sucht einen Mörder (que traduce algo así como M - Una ciudad en busca de un asesino) es una extraordinaria película del realizador germano Fritz Lang, artífice de la gran Metrópolis (1927). Él la consideró su mejor película. El guion es del propio Lang y de su esposa para entonces, Thea von Harbou, quien también fue guionista de Metrópolis. Parece que se basa en la historia real de los asesinos seriales sexuales Peter Kürten, conocido como El vampiro de Düsseldorf o El monstruo de Düsseldorf; Fritz Haarmann, alias El carnicero de Hannover, El vampiro de Hannover o El hombre lobo y Carl Großmann; unos verdaderos monstruos, unos sicópatas que nada le envidiarían a Hannibal Lecter(2). Lang negó que se basara en esos casos y que había muchos asesinos en serie en aquella época en Alemania. Uno de los mensajes del filme, según su director, era llamar la atención de los padres para que tuvieran a buen recaudo a sus hijos (lo que es un indicador de que los tiempos que corrían eran difíciles en Alemania).
La película está muy bien realizada y fue innovadora en muchos aspectos; uno de ellos el de sugerir la presencia del criminal sin mostrarlo (a través de su sombra o de su silbido); así como de sugerir el asesinato sin mostrarlo (la pelota que llevaba la niña rueda sola y el globo flota libre), esto con la intención de que «cada persona de la audiencia creara los horripilantes detalles del asesinato de acuerdo con su imaginación», según lo señalado por Lang. Es la técnica que se llama ahora «fuera de cámara» o offscreen. Quizás la única escena que se podría criticar de manera negativa sea la del joven que tropieza de manera muy brusca con Hans y le marca la M en la espalda; quedó un poco artificiosa, pero es algo que se perdona.
Algunas escenas (curiosas) muestran vacíos —deliberados— en la acción: detectives escribiendo algo, sin diálogos y escenas similares. Quizás chocan al espectador de hoy, pero fueron innovadoras y crearon un ritmo de suspense en su momento. Esta cinta delineó ciertos criterios que seguiría el cine negro a posteriori. La actuación de Lorre durante el juicio canguro es memorable (toda la secuencia del juicio es memorable). El actor Peter Lorre, que emigró a Estados Unidos, interpretó papeles muy relevantes en clásicos como El halcón maltés o Casablanca.
La película refleja el ambiente un tanto convulso de la Alemania prenazi; con una descomposición social significativa; tan así que el bajo mundo hamponil es el que da con el delincuente, antes que la policía; lo que indica el grado de importancia que el delito detentaba dentro de la sociedad. Es interesante conocer ese dato, pues ayuda a explicar el porqué el electorado se decantó por los nacionalsocialistas obreros para gobernar: el mensaje populista tiene mejores cosechas en épocas de crisis. Fue peor el remedio que la enfermedad. La sociedad teutona pudo recuperarse con relativa rapidez del desastre que ocasionó el nacionalsocialismo obrero. Unos tres lustros(3). Sirve de aliciente para los desastres que se ven hoy en otras sociedades que han transitado vías similares (caso Venezuela). Hay diferencias; por ejemplo, el pueblo alemán, en general, no era tan vicioso: el hampa no estaba tan extendida como la metástasis que invade el país sudamericano.
El monstruo acechando a una potencial víctima.
Imagen tomada de IMDb.
M - Eine Stadt sucht einen Mörder (que traduce algo así como M - Una ciudad en busca de un asesino) es una extraordinaria película del realizador germano Fritz Lang, artífice de la gran Metrópolis (1927). Él la consideró su mejor película. El guion es del propio Lang y de su esposa para entonces, Thea von Harbou, quien también fue guionista de Metrópolis. Parece que se basa en la historia real de los asesinos seriales sexuales Peter Kürten, conocido como El vampiro de Düsseldorf o El monstruo de Düsseldorf; Fritz Haarmann, alias El carnicero de Hannover, El vampiro de Hannover o El hombre lobo y Carl Großmann; unos verdaderos monstruos, unos sicópatas que nada le envidiarían a Hannibal Lecter(2). Lang negó que se basara en esos casos y que había muchos asesinos en serie en aquella época en Alemania. Uno de los mensajes del filme, según su director, era llamar la atención de los padres para que tuvieran a buen recaudo a sus hijos (lo que es un indicador de que los tiempos que corrían eran difíciles en Alemania).
La pelota indica que la niña está cerca.
La sombra, que el asesino está a su lado.
La película está muy bien realizada y fue innovadora en muchos aspectos; uno de ellos el de sugerir la presencia del criminal sin mostrarlo (a través de su sombra o de su silbido); así como de sugerir el asesinato sin mostrarlo (la pelota que llevaba la niña rueda sola y el globo flota libre), esto con la intención de que «cada persona de la audiencia creara los horripilantes detalles del asesinato de acuerdo con su imaginación», según lo señalado por Lang. Es la técnica que se llama ahora «fuera de cámara» o offscreen. Quizás la única escena que se podría criticar de manera negativa sea la del joven que tropieza de manera muy brusca con Hans y le marca la M en la espalda; quedó un poco artificiosa, pero es algo que se perdona.
Hans advierte que ha sido marcado como el
asesino. Imagen tomada de IMDb.
Algunas escenas (curiosas) muestran vacíos —deliberados— en la acción: detectives escribiendo algo, sin diálogos y escenas similares. Quizás chocan al espectador de hoy, pero fueron innovadoras y crearon un ritmo de suspense en su momento. Esta cinta delineó ciertos criterios que seguiría el cine negro a posteriori. La actuación de Lorre durante el juicio canguro es memorable (toda la secuencia del juicio es memorable). El actor Peter Lorre, que emigró a Estados Unidos, interpretó papeles muy relevantes en clásicos como El halcón maltés o Casablanca.
Hans ve hacia el público que atenderá al juicio canguro.
Al fondo, el ciego que lo reconocerá como el asesino
por su voz. Imagen tomada de IMDb.
La película refleja el ambiente un tanto convulso de la Alemania prenazi; con una descomposición social significativa; tan así que el bajo mundo hamponil es el que da con el delincuente, antes que la policía; lo que indica el grado de importancia que el delito detentaba dentro de la sociedad. Es interesante conocer ese dato, pues ayuda a explicar el porqué el electorado se decantó por los nacionalsocialistas obreros para gobernar: el mensaje populista tiene mejores cosechas en épocas de crisis. Fue peor el remedio que la enfermedad. La sociedad teutona pudo recuperarse con relativa rapidez del desastre que ocasionó el nacionalsocialismo obrero. Unos tres lustros(3). Sirve de aliciente para los desastres que se ven hoy en otras sociedades que han transitado vías similares (caso Venezuela). Hay diferencias; por ejemplo, el pueblo alemán, en general, no era tan vicioso: el hampa no estaba tan extendida como la metástasis que invade el país sudamericano.
La corte canguro. Imagen tomada de IMDb.
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(1) Tribunal extrajudicial; como los que hicieron los nazis; el régimen de Cuba (con el ché Guevara como verdugo) durante los inicios de la revolución, llevados a cabo en plena calle; el juicio que le hicieron a Pol Pot en Camboya o a Nicolae Ceaușescu en Rumania antes de acribillarlo..., en Fuenteovejuna. Son parecidos al Procedimiento sumarísimo.
(2) Basta esta anécdota para calibrar su insania. Kürten, antes de ser decapitado en la guillotina, preguntó al siquiatra: «Dígame, cuando me hayan decapitado, ¿podré oír aunque sea por un momento el sonido de mi propia sangre brotando de mi cuello?», y luego añadió: «Sería el mayor placer de todos los placeres». Tomado de Wikipedia.
(3) Ver https://es.wikipedia.org/wiki/Milagro_económico_alemán
(1) Tribunal extrajudicial; como los que hicieron los nazis; el régimen de Cuba (con el ché Guevara como verdugo) durante los inicios de la revolución, llevados a cabo en plena calle; el juicio que le hicieron a Pol Pot en Camboya o a Nicolae Ceaușescu en Rumania antes de acribillarlo..., en Fuenteovejuna. Son parecidos al Procedimiento sumarísimo.
(2) Basta esta anécdota para calibrar su insania. Kürten, antes de ser decapitado en la guillotina, preguntó al siquiatra: «Dígame, cuando me hayan decapitado, ¿podré oír aunque sea por un momento el sonido de mi propia sangre brotando de mi cuello?», y luego añadió: «Sería el mayor placer de todos los placeres». Tomado de Wikipedia.
(3) Ver https://es.wikipedia.org/wiki/Milagro_económico_alemán
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Artículo en Wikipedia:
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt0022100
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film875960.html
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