Imagen del póster en IMDb.
El agua blanda en la piedra dura, gota a gota hace cavadura.
Múi (Lu Man San) es una niña de siete u ocho años que llega a un hogar de clase media en Saigón. Corre el año 1951. En la casa que servirá como criada vive una familia formada por una señora (Truong Thi Lôc); su esposo; el hijo mayor, Trung; y dos hermanos menores: Lam, algo mayor que Múi, y Tim, un travieso niño de tres o cuatro años. Arriba habita la madre del señor, viuda, a quien le dicen abuela. Múi entra a trabajar bajo las órdenes de otra sirvienta, una señora mayor. De ella aprenderá a cocinar, lavar la ropa, limpiar los zapatos, servir la comida y demás quehaceres del hogar. Múi tiene particular interés hacia la naturaleza, le fascina ver a las hormigas en su interminable faena de acopiar comida, la leche de la papaya goteando, las ranas sobre las hojas. La casa, que conoció tiempos suntuosos en el pasado, ahora está deteriorada; pero en su patio hay un micro universo fascinante para Múi.
La señora atiende una mercería que tiene al lado de la casa; la abuela, viuda desde joven, consume sus días rezando; el hombre de la casa toca un instrumento musical parecido al huqin, de vez en cuando toma todo el dinero que tiene ahorrada su esposa y desaparece por largos períodos de tiempo; el hijo mayor, Trung, toca la flauta; Lam se entretiene matando hormigas y fastidiando a su hermano menor; Tim, el menor, es un simpático niño que orina y pee donde le viene en gana, además de fastidiar a Múi. La criada guía a Múi con cariño y buenas maneras y la niña es hacendosa y con buena actitud hacia el trabajo. La señora de la casa ven en la niña a la hija que perdió, To, y siente por Múi gran afecto. En la última salida del señor, este regresa enfermo y muere, pese a los esfuerzos para mantenerlo vivo con acupuntura y música.
Una elipsis de diez años nos ubica a una joven y hermosa Múi (ahora interpretada por Trần Nữ Yên Khê, esposa del director) en la misma casa, ahora administrada por la esposa de Trung; la abuela ya no está, pero ocupa su lugar de oración la señora, envejecida. Lam y Tim no están, tampoco la criada mayor. Tienen dificultades económicas y le invitan a Múi a que vaya a la casa de Khuyen, músico amigo de Trung, pero más pudiente. Múi lo conoció de niña, cuando iba a comer con Trung a la casa donde servía, y quedó enamorada de él. Se va, con una maleta y la pequeña jaula de su grillo. Khuyen tiene una novia muy jovial y alegre, Thu, que a veces lo fastidia. Múi sirve a Khuyen con la misma dedicación que lo hizo con sus «amos» anteriores. Su perseverancia de hormiguita da fruto: Khuyen deja a su prometida y la cambia por Múi, a quien enseñará a leer y escribir. El filme cierra con Múi embarazada leyendo un poema.
Múi (niña) observando las fotografías de los muertos de
la familia en el altar. Le llama la atención la de
una niña. Es To, la hija que perdieron.
La señora atiende una mercería que tiene al lado de la casa; la abuela, viuda desde joven, consume sus días rezando; el hombre de la casa toca un instrumento musical parecido al huqin, de vez en cuando toma todo el dinero que tiene ahorrada su esposa y desaparece por largos períodos de tiempo; el hijo mayor, Trung, toca la flauta; Lam se entretiene matando hormigas y fastidiando a su hermano menor; Tim, el menor, es un simpático niño que orina y pee donde le viene en gana, además de fastidiar a Múi. La criada guía a Múi con cariño y buenas maneras y la niña es hacendosa y con buena actitud hacia el trabajo. La señora de la casa ven en la niña a la hija que perdió, To, y siente por Múi gran afecto. En la última salida del señor, este regresa enfermo y muere, pese a los esfuerzos para mantenerlo vivo con acupuntura y música.
Numerosos close-ups como este se aprecian a lo
largo de la película.
Una elipsis de diez años nos ubica a una joven y hermosa Múi (ahora interpretada por Trần Nữ Yên Khê, esposa del director) en la misma casa, ahora administrada por la esposa de Trung; la abuela ya no está, pero ocupa su lugar de oración la señora, envejecida. Lam y Tim no están, tampoco la criada mayor. Tienen dificultades económicas y le invitan a Múi a que vaya a la casa de Khuyen, músico amigo de Trung, pero más pudiente. Múi lo conoció de niña, cuando iba a comer con Trung a la casa donde servía, y quedó enamorada de él. Se va, con una maleta y la pequeña jaula de su grillo. Khuyen tiene una novia muy jovial y alegre, Thu, que a veces lo fastidia. Múi sirve a Khuyen con la misma dedicación que lo hizo con sus «amos» anteriores. Su perseverancia de hormiguita da fruto: Khuyen deja a su prometida y la cambia por Múi, a quien enseñará a leer y escribir. El filme cierra con Múi embarazada leyendo un poema.
Thu acariciando el cabello de Khuyen. Ella ejecutará
la única escena «violenta» del filme.
Pese a que la Guerra de Vietnam comenzó en 1955, no se hace ninguna alusión a ella en el film, como si no hubiese existido. Se habla de toque de queda cuando Múi es niña, es decir, hacia 1951. Esta negativa, sin duda deliberada, supone un alejamiento entre el conflicto bélico y el verdadero tema del film, impuesto por el director-guionista, Trần Anh Hùng, quizás a objeto de enfocar mejor el objetivo sin elementos ajenos que distraigan. Múi es una mujer sometida, de forma pacífica, pero sometida de acuerdo al sistema de castas de la época. La sirvienta que le instruye se refiere a la familia como «los amos»; la deferencia y respeto hacia ellos es absoluta, como si fuesen esclavas propiedad de la familia. La niña tiene que soportar las travesuras de Tim, que incluye limpiar el líquido amarillo cetrino que el mocoso deposita en los jarrones de su madre, por ejemplo. La señora y la criada, empero, le tienen afecto.
La filosofía de Múi, muy asiática, está basada en la paciencia y la perseverancia, vivir cada día con total pasividad ante las circunstancias adversas; armada de un estoicismo que ya hubiera querido tener Epicteto. Todo esto con cara de felicidad y actitud positiva. Lo aprendió de las hormigas, que insistían en tomar de nuevo la enorme carga de comida cada vez que se les caía, una vez, y otra, y otra, cual Sísifo. Por ello, el poema del final cobra particular importancia.
Khuyen enseña a leer y escribir a Múi.
Imagen tomada de IMDb.
Poema que Múi lee al final:
El agua de primavera, cobijada en el agujero de una roca, reluce con suavidad cuando se la perturba.
Las vibraciones de la tierra dan origen a ondas muy fuertes que chocan entre sí de forma irregular en la superficie, sin encresparse.
Si existe un verbo que signifique «moverse con armonía» debería ser usado aquí.
Los cerezos, encogidos en las sombras, se extienden y entrelazan, se balancean y enrollan, al ritmo del agua.
Pero lo interesante es que, por mucho que cambien, mantienen siempre la forma de un cerezo.
Las vibraciones de la tierra dan origen a ondas muy fuertes que chocan entre sí de forma irregular en la superficie, sin encresparse.
Si existe un verbo que signifique «moverse con armonía» debería ser usado aquí.
Los cerezos, encogidos en las sombras, se extienden y entrelazan, se balancean y enrollan, al ritmo del agua.
Pero lo interesante es que, por mucho que cambien, mantienen siempre la forma de un cerezo.
Imagen del póster en Filmaffinity.
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Reseña en Wikipedia:
Reseña en Wikipedia en inglés:
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt0107617
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film355393.html
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