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19 agosto 2022

Dos para la carretera - Stanley Donen (1967)

 

Imagen del póster en Filmaffinity

Cuando Mark conoció a Joanna.


Veintidós años antes de que Harry encontrara o conociera a Sally, Mark (Albert Finney) conoció a Joanna (Audrey Hepburn), bajo la dirección de Stanley Donen. No es una película de alto vuelo, de esas imprescindibles; pero sí es una cinta muy bien realizada, que se deja ver a pesar de que ya tiene más de cincuenta años. Clasificable como comedia romántica, nos cuenta los altos y los bajos de la relación entre Joanna y Mark a través del tiempo; épocas muy buenas, como cuando se conocen y son jóvenes y alegres, aunque pobres, y recién descubren el amor del uno por otro; y épocas muy malas, que incluye infidelidades y sinsabores muy amargos. Es un fresco de un fragmento de sus vidas y no pretende ser moralista ni concluyente, dejando el final más bien abierto.

Tal como otras producciones que han abordado tan espinoso tema, Donen lo hace sin prurito, aunque desde el punto de vista de la comedia; esa comedia romántica que deja filtrar reflexiones en medio de las escenas jocosas y, también, deja que algunas escenas dramáticas converjan para dar una visión de conjunto y no se pretenda creer que todo es un juego. El parecido con una de las mejores comedias románticas de todos los tiempos, Cuando Harry encontró a Sally, es innegable; estando esta en deuda con aquélla, aunque solo sea por antigüedad; aunque el montaje (edición) no esconde ser hijo uno del otro. Hay que acotar lo que quizás sea una perogrullada: el hecho de que se trate del difícil tema de las relaciones de pareja a través de una comedia permite que el espectador reflexione sin la pesada carga que puede llegar a suponer el visionado de una película que podríamos llamar «seria» (algunos dirían que «pesada»), tal como Escenas de un matrimonio, de Ingmar Bergman o la pesimista Mariage, de Claude Lelouch, por mencionar solo dos de muchas. Esto lo agradece buena parte del público. Unas líneas de diálogo entre Mark y Joanna que se repiten (dos o tres veces en la película) rezan:
—¿Qué clase de gente se sienta así, sin dirigirse la palabra?
—¿Los casados?

Uno de los diversos atractivos que tiene el filme es su montaje: la historia no es narrada de forma lineal, da saltos en el tiempo (elipsis), tanto hacia adelante como hacia atrás y, el empalme de las escenas —la transición— es magistral, pues se hace de manera inesperada y sorpresiva para el espectador; muchas veces enlazando escenas que son afines (por ejemplo, los personajes en el mismo sitio años después, o haciendo lo mismo en sitios distintos; llega incluso a parecer que la misma pareja, pero una del pasado y otra del presente, coexisten en la una misma escena). Parece que esta alternancia, novedosa en aquél momento (similar a la narrativa de Mario Vargas Llosa y sus célebres «vasos comunicantes»), fue muy aclamada y el guion fue premiado. Desde luego que le pone un toque muy singular a la narración, que luego sería emulado por infinidad de filmes. La ambientación, de finales de los años sesenta, ya hoy parece antigua, pero formó parte de la vida de muchos de nosotros y, viendo en ella a Hepburn, no puede uno menos que sentir añoranza y melancolía por lo que fue y ya no será de nuevo.

Otro aspecto destacado, aparte del ya comentado soberbio montaje; de la escenografía, vestuario y maquillaje, que están todos muy bien realizados; es la actuación de la pareja protagonista, que es excelente. La película, solo por ver a una de las más encantadoras actrices que ha existido, vale la pena visionarla. Sobre Audrey Hepburn no se puede decir otra cosa que no sea que fue la dueña del glamur, el encanto y la simpatía personificados, la gracia y la delicadeza elegante hecha mujer. No en balde, varios actores han declarado su gran satisfacción de haber trabajado con ella; y algunos lamentaron no haber hecho más películas a su lado. Fue un dechado de simpatía a raudales, una diva, un ángel.


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Proyecto El chico

En 2007 realizamos un proyecto en ambiente Web 2.0: traducir la película -en dominio público- El Chico, de Charlie Chaplin (1921), a diversas lenguas. Inicialmente en Google Video se tradujo a 26 lenguas, 4 de ellas por humanos: 3 por colaboradores de Portugal, Francia e Italia, y el autor de este blog. Las demás lenguas se tradujeron vía traductores online, la mayoría a través de Translate Google. Ahora la película está en YouTube, con intertítulos en 12 lenguas. Más información sobre este proyecto en este enlace. Ver la película en YouTube.

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