Todos necesitamos los recuerdos para saber
quién somos
Leonard, personaje
principal de Memento.
Christopher Nolan es
un director que gusta de las indagaciones sobre los sitios recónditos de
nuestra mente. En tres de sus películas es el tema principal este asunto: Inception, Insomnia y Memento. Sueños, insomnio y
memoria. Sus otras películas principales se refieren a Batman como motivo principal. Este
joven director, que hace cine desde que era niño, ya cuenta con grandes
películas en su haber, de manera que podremos esperar una larga serie de buenas
e interesantes películas dirigidas por él.
De ellas, Inception y Memento son las de más difícil
interpretación. Memento es una película
que requiere verla más de una vez para su completa comprensión, en cuanto al
desarrollo cronológico de la trama refiere. El argumento, relativamente
sencillo, trata sobre la búsqueda de los que violaron y mataron a la esposa del
protagonista (Leonard,
interpretado por Guy Pierce)
y la subsecuente muerte de éstos en manos de Leonard. Uno de los aspectos más
interesantes de la película su narración no lineal fracturada, tal como se ve
en este diagrama.
Las imágenes en blanco y negro siguen
cronológicamente los acontecimientos, mientras que las de color avanzan en
sentido inverso. Ha sido uno de los montajes más innovadores e interesantes del
cine. Esta narrativa la hace difícil de entender en su primera visión. La
versión en DVD trae otra versión de la película en la que el montaje es
secuencial no fragmentado, en la que se puede seguir la historia linealmente,
sin confusiones.
El otro aspecto interesante (creemos que el más
interesante) reside en el hecho de que este film describe de manera muy
realista lo que significa tener amnesia
anterógrada, que es lo que padece Leonard. Esta amnesia consiste en
recordar todo lo ocurrido antes del evento que ocasionó la amnesia, y retener solo brevemente los acontecimientos que
ocurren después de dicho evento. Justamente lo opuesto de la amnesia retrógrada.
Leonard busca desesperadamente respuestas a sus preguntas, y no puede
defenderse ante el engaño de otros, incluso ante el engaño de su propia mente.
Su vida depende de notas, tatuajes y toda suerte de recordatorios para poder
funcionar.
El espectador es testigo de la tragedia que
hunde a un personaje que no tiene conciencia de lo ocurrido hace poco tiempo,
ni de sus actos ni de los ajenos. Al no tener conciencia de los hechos, ni de
su devenir en el tiempo, es natural que se desubique ante la realidad, que la
confusión sea la que reine. “¿Cómo se
supone que sanaré si no puedo... sentir el tiempo?” dice en un momento del
filme. Los humanos tenemos como referente para nuestra existencia diaria el
tiempo. Incluso para ser conscientes de nuestra propia identidad. Nuestra
historia personal (y la Universal también) se sustenta en la ubicación de los
hechos en un sitio (espacio) y en un momento de nuestras vidas (tiempo). Somos
seres con vidas en 4D. He ahí la tragedia del Alzheimer y otras
enfermedades mentales que juegan con la memoria del que las padece: le arrancan
pedazos de su existencia y le hacen llegar a severas dudas sobre su identidad,
e incluso al desconocimiento completo de su identidad y de la realidad que les
rodea. Tal como dice otra frase de esta película, que encabeza este escrito:
necesitamos una historia para saber quiénes somos. Indudablemente es así. Las mismas
Ideas inmanentes al Ser, con las
que nace el Hombre, según Aristocles,
podrían volatilizarse bajo una enfermedad de este tipo. La mente es la interfaz
entre nosotros en cuanto Ser y el entorno, lo que llamamos realidad. Sin ella
no somos. El Ser deja de ser. La existencia pasa a ser algo virtual, en la que
el Ser no da cuenta de sí mismo, en la que ya no hay “ser-ahí-en-el-mundo”. Es
fácil pensar que el Alzheimer severo es prácticamente la muerte en vida.
Si algún
mérito tiene Memento es que sitúa al espectador en un puesto privilegiado para
percibir la realidad tal como la percibe un paciente de amnesia anterógrada.
Más elogios que la crítica cinematográfica ha tenido por parte de los
neurólogos y siquiatras, por ser la película que mejor describe tal afección.
Es una película excepcional de Christopher
Nolan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario