Imagen del póster en IMDb.
Memoria de otro hecho vergonzoso.
Este filme, de Felipe Cazals, está basado en la historia real de la masacre de San Miguel Canoa, ocurrida en septiembre de 1968 en dicha villa, cercana a Puebla. La cinta se presenta con formato de documental, sin llegar a serlo, pues tiene insertos ficcionados de la historia mezclados con imágenes reales del evento: cinco excursionistas, empleados de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, viajan hasta Canoa para escalar el volcán La Malinche. Debido a la intensa lluvia, los jóvenes buscan albergue para pasar la noche; cosa que consiguen con Lucas (Ernesto Gómez Cruz), un pueblerino que no comulga con el sacerdote. La población, enardecida por los discursos incendiarios del párroco, que los alertaba de que los comunistas iban a llegar a por él, armados de machetes y palos (algunos borrachos), acudieron a la casa de Lucas, lo mataron a él y a cuatro de los cinco jóvenes. El quinto, Julián González Báez, quedó herido de gravedad. Una entrevista a Julián González, a propósito de cumplirse 50 años del linchamiento, se puede ver en este enlace. En la entrevista, Julián narra lo que recuerda.
El testigo (Salvador Sánchez) nos conduce por el
pueblo para contarnos sus peculiaridades.
Imagen tomada de IMDb.
Felipe Cazals nos narra los prolegómenos en primer lugar; un poco largos, se evidencia que el cineasta quiso establecer con claridad el contexto. Aún así, no se justifican escenas como la de uno de los jovenes sellando papeles en una oficina durante dos larguísimos minutos. Como sea, el espectador se da una idea del ambiente normal del pueblo y de los visitantes que fueron asesinados. El pueblo es un lugar que, a pesar de estar a 12 kilómetros de Puebla, está a más de un siglo de distancia en la cultura. Los habitantes, incultos y aislados (muchos analfabetas, otros que ni siquiera hablan español), tienen por única información la que el cura les ofrece: una visión maniquea del mundo. Los chicos son unos jóvenes que desean aprovechar un fin de semana de tres días (por ser festivo el lunes) para hacer turismo y ejercicio físico. Pero el pueblo cree (solo cree) que han venido a sonsacarlos de su santa paz y de su estilo de vida a través de la inyección de la doctrina comunista; ello porque han sido advertidos por el moderno «Torquemada» que tienen por sacerdote. Los medios de comunicación, en este caso la radio local que transmite por altavoces repartidos por el caserío, también puso su grano de arena con peroratas malintencionadas.
Enardecidas hordas harán justicia linchando a los
intrusos. Imagen tomada de IMDb.
Fue una barbarie desde cualquier ángulo que se vea. Incluso si fueran inciertas las intenciones de los jóvenes, no es para linchar a nadie porque quiera arengar a favor de una doctrina ideológica. Eso fue un asesinato perpetrado por todo un pueblo y nunca hubo responsables que pagaran por el crimen; ni siquiera por el de Lucas, con arma de fuego a quemarropa. En el caso de Fuenteovejuna (obra basada en un hecho real) al menos había un mínimo de justificación; pero en el de Canoa no hay ni un ápice de ella.
La Santa Inquisición del lugar presencia los viles hechos
sin mover un dedo. Imagen tomada de IMDb.
Gran trabajo de Felipe Cazals. Puesto 14 en la lista de las 100 mejores películas del cine mexicano de todos los tiempos.
Torquemada + Savonarola; dos en uno.
Imagen tomada de IMDb.
Otras masacres en México (de las que uno tiene memoria):
Masacre de Tlatelolco, en octubre de 1968, el mismo año que la de Canoa.
Matanza de Iguala, en 2014. Acaba de ocurrir. ¡2014, en pleno siglo XXI!
¡Qué barbarie!
Los jóvenes departiendo con los lugareños para
encontrar dónde dormir. Imagen tomada de IMDb.
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Canoa: memoria de un hecho vergonzoso; Canoa: a shameful memory.
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Artículo en Wikipedia:
Reseña en Wikipedia en inglés:
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt0131335
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film586128.html
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