Imagen del póster en IMDb.
No es realismo mágico.
Johan Borg (Max von Sydow) y Alma Borg (Liv Ullman) viven en una isla. Él es pintor y atraviesa una etapa conflictiva consigo mismo, presa de pesadillas y fantasmas. Ella, incitada a leer el diario de su esposo por insistencia de una desconocida que un día la aborda al frente de su casa, descubre que una vieja amante de su esposo, Veronica Vogler (Ingrid Thulin), se ha visto con él. Los celos, la tormenta existencial de él y los elementos mágico religiosos del lugar, harán que el matrimonio naufrague en medio de unas muy logradas y surrealistas escenas. Una sinopsis del argumento se puede leer en este enlace. Los habitantes de la isla (la gente del castillo del barón von Merkens, interpretado por Erland Josephson) pueden o no ser reales; es decir, quizá sean producto de la imaginación de Johan o reales, brujería y poderes especiales incluidos, pues caminan en las paredes y los techos, su teatro de marionetas es con personas pequeñísimas (diminutos liliputienses) y ejecutan diversos prodigios sobrenaturales.
No es una de las grandes obras de Bergman; sin embargo, es una de mis preferidas (c'est la vié). Me atrae sobremanera el hecho de que esa pareja viva como eremitas en una isla; las imágenes surrealistas —con toques de impresionismo alemán— de los fantasmas que irrumpen en sus vidas son de antología. Si bien Bergman acude a elementos del folclor europeo para configurar los personajes que rodean a los Borg, estos son más bien una personalización de los fantasmas y demonios que atormentan a Johan (él los llama caníbales); el colapso del matrimonio de él y de su esposa Alma no ocurre por la intromisión de ellos o de Veronica, personajes que representan diversas instancias que lo acosan, sino por la injerencia de dichas instancias en la abrumada mente de él. Bergman sabe que no se necesitan elementos exógenos a la pareja para ocasionar su derrumbe; basta con la pareja. En su obra posterior Secretos de un matrimonio, ahonda sobre este asunto.
¿Hubieran ocasionado el mismo efecto de haber sido elementos de realismo mágico en lugar de los mágico religiosos del folclor europeo? Quizás; pero no hubieran sido adecuados a los personajes reales (a los Borg), ni a las condiciones geográficas del sitio de rodaje: a su flora y a su fauna, a su clima, a su luz natural y a la cadencia de la vida misma. El realismo mágico es para la zona ecuatorial de América, el Caribe y zonas cercanas, con su vegetación y su inmensa luz que lo baña todo, en cualquier época del año y su ritmo de vida vertiginoso. Lo que se ve en este filme se le asemeja, pero no de cerca. Para cada cultura hay unos referentes y el que se emplea en este filme es el apropiado para la pareja Borg y su entorno.
Con la siempre excelente fotografía de Sven Nykvist y las muy buenas actuaciones de von Sydow y de las hermosas Thulin y Ullman, es —sin ser un gran filme— digno de recordar. Sobre todo por la incursión del cineasta sueco en el subgénero del terror, aunque solo haya sido como una excusa para ensayar con cierta estética cinematográfica o, quizás, con ciertos recursos expresivos del subgénero.
Artículo en Wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/La_hora_del_lobo
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt0063759
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film451511.html
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