Imagen del póster en IMDb.
El medio es el mensaje.
Refrescante, entretenida y simpática película. No es nada especial; solo nos cuenta unos días en la vida de una familia de clase media que vive en el entorno rural. No sucede ningún acontecimiento notable; pero la técnica narrativa, a la que se añaden algunos efectos especiales y un toque de imaginación y surrealismo, dan como producto este notable filme.
La familia en pleno alrededor de la mesa. Nobuo, Ayano,
Akira y Yoshiko. De espaldas los niños,
Hajime y Sachiko. Imagen tomada de IMDb.
La familia Haruno está formada por seis integrantes: el padre, Nobuo Haruno (Tomokazu Miura), un hipnoterapista; la madre, Yoshiko Haruno (Satomi Tezuka), una dibujante que está elaborando un pequeño film de dibujos animados; el abuelo, Akira Todoroki (Tatsuya Gashuin), un bohemio y excéntrico personaje que es, entre otras cosas, cantante, dibujante y bailarín; el tío, Ayano Haruno (Tadanobu Asano), ingeniero de sonido; Hajime Haruno (Takahiro Sato), un joven púber y Sachiko Haruno (Maya Banno), la hija menor.
En el tren que perdió iba la chica que le gusta.
De ahí la cara de congoja de Hajime.
Imagen tomada de IMDb.
Si bien la película reparte metraje para dedicarle a cada personaje varias escenas; se centra en los dos personajes menores: Sachiko y su hermano Hajime. La niña, en los momentos de fastidio, convoca a un gigantesco alter ego que copa todo el ambiente y que no sabe cómo expulsar de su presencia. Hajime perfecciona su técnica de juego de go para poder hacer amistad con la hermosa Aoi Suzuishi (Anna Tsuchiya), una chica de la escuela que le ha quitado el sueño. La madre de los chicos, Yoshiko, logra retornar al mundo del anime y el abuelo muere hacia la parte final de la historia; pero muere feliz, con semblante de satisfacción. Les dejó de legado unos fantásticos dibujos animados de cada uno de ellos. Hajime entabla amistad con Aoi y Sachiko parece lograr el control del monstruo.
Sachiko y su doble gigante. Estas escenas son las que
le han cambiado el rostro a este filme.
Imagen tomada de IMDb.
Un girasol de dimensiones cósmicas que no
viene a cuento. Imagen tomada de IMDb.
Lo mejor del film es la incorporación de escenas surrealistas; por ejemplo, la Sachiko gigante en la escuela, en la casa o en el parque; el hombre que la niña consigue en el bosque que está enterrado hasta el cuello; el girasol de tamaño sideral o el tren saliendo de la frente de Hajime. Estas escenas no solo son inesperadas, su irrupción genera sorpresa y encanto, son la esencia del cine; le permiten a la película columpiarse entre el drama ligero, la comedia y la fantasía a su libre antojo. Es más; Katsuhito Ishii, director, guionista y editor, ha convertido una historia insulsa en un film no convencional, entretenido y divertido. Quizás sea un poco larga porque incluye muchas escenas contemplativas que se podrían haber sustraído hasta llegar a los noventa minutos; pero no es mal de morirse. Por cierto, compararla con Fanny y Alexander es un infortunio absoluto... Muy poco tienen que ver una con la otra.
Una de las actividades del abuelo: producir una música
malísima. Imagen tomada de IMDb.
Hajime logra jugar go con Aoi.
Imagen tomada de IMDb.
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El sabor del té; The taste of tea; 茶の味, Cha no aji.
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Reseña en Wikipedia:
Reseña en Wikipedia en inglés:
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt0413893
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film502212.html
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