¿La humanidad está evolucionando, o es demasiado tarde?
Frase de la canción "El sentido de la vida"
Esta hilarante película de los
legendarios Monty Phyton,
grupo humorístico inglés, fue dirigida por uno de ellos: Terry Jones. El film
presenta, en ocho episodios temporalmente secuenciales desde el nacimiento
hasta la muerte, situaciones bizarras sobre la vida, exageradamente
satirizadas. Las historias normalmente provocarían escándalo, llanto, indignación, pesar o ira, pero -todo lo
contrario- están pretendidas para hacer sonreír y reír. Cada una de las partes
critica, mordazmente, diversas instituciones y acciones del ser humano que le
han hecho infeliz. Las
escenas tocan separadamente diversos aspectos, pero globalmente enfilan sus
baterías al sistema de vida occidental. Al final, se dice unas notas con
las recomendaciones que debemos seguir para una vida buena, a las que el
personaje que las lee no les da la menor importancia.
Dos peculiaridades, entre otras,
tiene este film: los personajes femeninos son interpretados por hombres (los Monty
Phyton) y algunos efectos especiales son burdos. Ambos detalles son
irrelevantes, pues se trata de un film conceptual. Además, el género comedia
acepta cualquier calidad de (d)efectos especiales. Quien guste del humor inglés
–flema incluida- disfrutará El sentido de la vida,
pero quien no comparta ese gusto se va aburrir viendo el filme.
Es una de las películas más filosóficas
que he visto. Los asuntos que critica son muy diversos: las apariencias como
parte del teatro para inducir al consumo, la estafa velada por ese mismo
teatro, los medios de comunicación, la sobrepoblación de los países pobres y la
influencia de la iglesia católica que coadyuva a dicha sobrepoblación, el
sistema educativo –particularmente la enseñanza sobre educación sexual-, la
guerra y el estamento militar, la colonización inglesa, la rapacidad de la
sociedad de consumo, la trivialidad y el aburrimiento de la senectud (y de la
filosofía), los abusos en el consumo, la no aceptación de la muerte. Estos
tópicos salen de una interpretación posible de las ocho historias que presenta;
pero puede haber otras interpretaciones y otras tantas críticas.
Quizás el planteamiento central
del filme, que aunque se haga a través del humor es muy serio, sea que nosotros
mismos hemos ocultado el sentido de la vida, que nos hemos encargado de que la vida nos parezca sin sentido, a través de
nuestras acciones absurdas; acciones que a su vez son función de nuestra naturaleza, de
nuestra condición y de nuestra conducta. Pero, aún así, no se liquida uno de
los asuntos de la mayor importancia existencial, sino que surgen preguntas:
¿tendría sentido la vida si todas esas situaciones criticadas no hubieren
existido?, ¿la vida necesariamente debe tener un sentido?, ¿por qué? Todos
andamos por ahí, por la vida, sin preocuparnos respecto a si ella tiene o no
tiene sentido. Las pequeñas cosas que hacemos sí lo tienen para nosotros,
aunque la vida no lo tenga[1]. Si no estamos satisfechos con ello, podemos
nosotros mismos darle un sentido a nuestra vida. Justamente es una de las propiedades del libre albedrío: permitirnos darle un sentido a la vida y a nuestras acciones,
de acuerdo a nuestro mejor entender. Para muchos el sentido de la vida es
generar y acumular riquezas, para otros lo es coleccionar conocimientos o
experiencias, otros conciben su vida como un acto trascendente (recuerda algo a
los estadios de los que habló Kierkegaard[2] y, de hecho, tienen algo que ver). Muchos piensan que, simplemente, el sentido
de la vida radica en ella misma: en vivirla. Pero vivirla de manera correcta,
en libertad y con responsabilidad, hacernos dignos animales racionales
merecedores de la felicidad.
Síntesis de los Estadios en el camino de la vida, de Kierkegaard.
Las personas pueden vivir toda su vida en el mismo estadio, o evolucionar hacia un estadio superior, pero difícilmente involucionarían hacia un estadio inferior. El llamado aquí estadio religioso se puede entender como estadio espiritual (término más general), tal como se menciona en otras fuentes. Ver los enlaces indicados a pié de página para mayor información.
Quizás, desde el punto de vista cinematográfico, no sea una obra maestra (aunque ganó el premio especial del jurado en el Festival de Cannes 1983 y un premio Goya a la mejor película), pero desde el punto de vista filosófico y de reflexión existencial es una excelente película.
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[1] No dejo de recordarme de una célebre frase de una canción de Los Beatles: "La vida es aquello que sucede mientras estás ocupado haciendo otras cosas". Se entiende en este contexto que la palabra "sentido" significa, aproximadamente, razón de ser, finalidad.
[2] Véase, por ejemplo:
1 comentario:
No he visto el filme, pero por lo que narras da curiosidad.
Saludos
David
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