¡Dios qué buen vasallo, si tuviese buen señor!
El pasado 23 de noviembre, se proyectó en el Instituto Cervantes el estreno en España de esta singular película. En la proyección estuvieron presentes el director, el cineasta francés Carlos Heusch y el cantante español Antoni Rossell, quienes presentaron la obra y ofrecieron un foro al final de su proyección.
El filme, de algo más de hora y media de duración, presenta al cantante Antoni Rossell recitando algunas partes (las más representativas) del Cantar del Mío Cid; el 16% del extenso cantar, de acuerdo a lo que comentaron Heusch y Rossell en el panel. Rossell no viste a la usanza medieval, ni la película está ambientada en dicha época, al igual que no recrea los pasajes que se recitan. Esto (el recrear los sucesos), lo dejan los autores a la imaginación del público; el cual ya cuenta en su bagaje con el imaginario hollywoodense(1) y sus propias ideas tras haber leído, aunque sea en etapas tempranas de la escuela, la famosa historia del Cid Campeador Rodrigo Díaz de Vivar. Adicionalmente a la visualización de Rossell recitando el poema, esto sí a la usanza medieval, se muestran algunas fotografías fijas o tomas de lugares históricamente relacionados con la épica del caballero de Vivar, hoy en ruinas. Algunas imágenes, como las que representan al Cid o a doña Jimena, su señora, no corresponden con los personajes del cantar. El recital es en castellano antiguo (versión original del poema), de manera que hubo de requerir de subtítulos en español para poder seguir la trama del juglar. Los gestos y ademanes de Rossell corresponden, hasta donde es posible afirmarlo, a las maneras medievales, al igual que la vocalización del –a veces- extraño lenguaje empleado. La película no ha sido un simple trabajo de cinema, llevó casi veinte años de investigación por parte de Rossell, quien tuvo que imbuirse de lleno en la trama, los personajes, la Edad Media, asesorado en ocasiones por expertos de diversas áreas (musical, filológica, literaria, histórica).
Llama la atención que, a pesar de parecer insípida la manera en la que fue realizada, no lo es en absoluto y el público permanecimos absortos oyendo el cantar, e imaginando lo que no podíamos ver de la historia, ayudados por los minimalistas elementos visuales del film. Ni pizca de aburrimiento supone su visionado, lo que dice mucho del encomiable trabajo fílmico de Heusch, así como el de juglar por parte de Rossell. Huelga decir que contaron con un material base muy sólido: una historia que, tras casi mil años, sigue fascinando a quien la conoce.
Una película académica que probablemente no será vista en teatros comerciales, pero que esperamos que sea presentada en los recintos educativos y en las instituciones de difusión cultural.
Reseña del film en el website del Instituto Cervantes:
http://www.cervantes.es/FichasCultura/Ficha117264_00_1.htm
El cantar en Camino del Cid:
http://www.caminodelcid.org/cid-historia-leyenda/cantar-mio-cid/
El Cid en Cervantes virtual:
http://www.cervantesvirtual.com/portales/cantar_de_mio_cid/
Ficha en IMDb: http://www.imdb.com/title/tt6764416
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(1) Cualquier película ambientada en la época medieval sirve para remembrar el estereotipo del héroe medieval y las doncellas de entonces; entre ellas, la decente versión protagonizada por dos grandes actores: Charlton Heston y Sofia Loren en 1961, titulada El Cid.
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