Imagen del póster en IMDb.
El humor arremete contra el statu quo.
Esta película es la secuela de La vida por delante. Fernando Fernán-Gómez vuelve a dirigirla, a escribir el guion y a protagonizarla junto a la hermosa Analía Gadé. En esta ocasión, la pareja espera su primer hijo y la situación se complica, pues la criatura come todo, ¡puede a llegar a comer hasta la comida de los padres! Es una mordaz crítica al statu quo de la España de 1959, aderezada con ingeniosas escenas jocosas, de un fino humor. No cabría esperarse otra cosa de Fernán-Gómez. Critica al sistema judicial, al empresariado, a los delincuentes, a la picaresca y a los pícaros, a la burocracia, a las dificultades que tienen las parejas jóvenes para levantar cabeza, a las nuevas tendencias sicológicas, a lo pequeñas que son las viviendas (al igual que los salarios); en fin, no deja títere con cabeza. Con quien no se mete es con los militares y con el gobierno de manera frontal (no le sería permitido por la censura franquista). Es un milagro que haya pasado la censura. Dice el excelente artículo de Wikipedia (tan bueno que ya no queda nada qué decir sobre el filme), que el montaje lo realizó alguien de la censura; por eso fue aceptada.
Imagen tomada de IMDb.
Bien, Josefina (que es médico), en sus ratos libres le va enseñando a su bebé en vientre matemáticas, geografía, historia, lengua, todo lo que puede; así, cuando el niño sea mayor, la instrucción escolar significará para él solo un repaso de materia ya vista en su fase fetal y tendrá más chance de llegar a ser más brillante que sus padres. Incluso abre un curso para enseñarle a otras mujeres embarazadas este método. Toda una moderna coach, mucho antes de que estuviesen de moda los coachs.
Por su parte, Antonio (que es abogado) acepta la oportunidad que le ofrece un colega para hacerse cargo de casos penales. Entra en el submundo criminal, en el que a veces sale embarrado él. El ruidoso hogar le obliga a buscar paz y sosiego en la casa de Carmen (la sensual Carmen de Lirio), quien les vendió el apartamento del piso de arriba a la pareja. Carmen se quedó con las ganas de ser la femme fatale. Toda esta historia en clave de humor, como ya se dijo. No podría ser de otra forma si se quisiera hacer crítica social y pasar la censura. El humor, la ciencia ficción y las películas muy enrevesadas (las cuasi ininteligibles) pueden hacerlo. Es todo un lío hacer obras en el marco de un régimen que censura todo.
Parte del argumento se adelantó casi cuarenta años al de la película Mentiroso compulsivo (de 1997; Mentiroso, mentiroso en algunos países, Liar liar en inglés), dirigida por Tom Shadyac y protagonizada por el actor Jim Carrey. Josefina, en venganza por flirtear con Carmen, lo hipnotiza y le obliga a no mentir. Esto le dificulta un caso en el tribunal.
La vigencia...
La cinta pone en el banquillo de los acusados a ciertos vicios, estigmas y problemas de la sociedad española de hace sesenta años. Todavía no se ve vieja; su vigencia parece seguir estando viva. Cabe preguntarse que, si la vigencia de una obra se mantiene al día de hoy, ¿qué tanto podrá jactarse la sociedad a la que critica de no haber superado esos escollos?
Película muy bien realizada, ligera de ver pero profunda en contenido. ¡Qué bueno era Fernando Fernán-Gómez!
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Artículo en Wikipedia:
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt0053419
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film472487.html
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