Bienvenid@

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Este blog no es de crítica especializada ni académica, solo de comentarios «al dente» de un espectador común.

Advertencia: destripe.

Algunos comentarios hacen referencia a momentos claves del argumento o al desenlace de este (destripe, spoilers).

29 enero 2021

Kroko - Sylke Enders (2003)


Imagen del póster en IMDb.

Los linderos de una vida insustancial.


Julia es una hermosa joven de 16 años que se hace llamar Kroko; pertenece a una pandilla juvenil dura y despiadada de Berlin-Wedding, zona de «perdedores» de la capital germana. Su vida consiste en andar las calles con su pandilla, visitar los clubes y discotecas locales, robar en las tiendas y aburrirse muchísimo. Lleva una vida absolutamente insustancial. En la casa, siempre enfrenta a su madre, quien intenta superar el alcoholismo y encarar las obligaciones de una madre con dos hijas: Kroko y su hermana pequeña Cora, al tiempo que comienza una relación con un hombre. Una noche, ella y su pandilla le toman el coche a un incauto (que los acompaña) y ella se pone al volante, conduciento a gran velocidad, y atropella a un ciclista. El juez la sentencia a 60 horas de trabajo en un servicio social donde se atiende a personas discapacitadas y espásticas. En lugar de mostrar algo de arrepentimiento por lo que ha hecho, está indignada por tener que atender a «tarados». Al comienzo de su castigo es agresiva, insulta a los discapacitados y se niega a hacer cualquier tipo de trabajo en el servicio social; pero después de un tiempo comienza a ver las cosas con más claridad; a su pandilla la percibe como los verdaderos tarados, unos completos idiotas, incluso se harta de su novio, el más imbécil de todos, que la maltrata. Su madre la echa de casa, al descubrir que ha robado frente a su hermana Cora. Al encontrarse prácticamente sola, se vuelca hacia las personas del hogar de servicio social.

El filme es entretenido y al mismo tiempo nos da cuenta de las carencias de una juventud desocupada en la sociedad desarrollada moderna. Es más, para quienes no conocemos ese país, es algo sorprendente que tenga una napa social compuesta por jóvenes delincuentes, escorias potenciales. Algo no anda bien en Europa si esto en verdad pasa. Pero eso es arena de otro costal. Lo interesante es que ella se dio cuenta de la absurda vida que llevaba, de que hay gente que de verdad lo tiene difícil como los discapacitados que atiende y de lo gratificante que puede resultar ayudarlos. También se da cuenta de que los tarados son la pandilla, a la que deja de pertenecer al final del filme, y ella misma; lo que la lleva a cambiar de actitud y de visión de la vida

Historia bien contada, la actuación de Franciska Jünger en el papel de Kroko es convincente. Los personajes discapacitados están tan bien actuados que yo diría que son personas discapacitadas reales.


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26 enero 2021

Utamaro y sus cinco mujeres - Kenji Mizoguchi (1946)


Imagen del póster en IMDb.

A veces, el arte se nutre del conflicto.


Utamaro y sus cinco mujeres (Utamaro o meguru gonin no onna transliterado, 歌麿をめぐる五人の女 en japonés; Utamaro and His Five Women o Five Women Around Utamaro en inglés), es una película del maestro Kenji Mizoguchi que narra un fragmento ficcionado de la vida del grabador del siglo XVIII Kitagawa Utamaro, y está basada en la novela homónima. 


Utamaro y Okita.
Imagen tomada de IMDb.


Seinosuke, estudiante de pintura tradicional (kanō), y su novia Yukie (mujer de alta estirpe) disfrutan de un desfile de samuráis con sus oiran (cortesanas). Seinosuke le ofrece una pintura a Yukie para honrar a su padre y las que están a la venta son de Utamaro (Minosuke Bandô). Ve en ellas notas despectivas respecto a la pintura kanō, al tiempo que alaba las de nuevo estilo (ukiyo-e). Ofendido, busca a Utamaro para retarlo a un duelo. Utamaro acepta, pero, en lugar de un duelo de fuerza, le plantea un concurso de pintura. Seinosuke acepta y pinta una mujer; Utamaro le dice que le falta vida al retrato. Con unas pinceladas, lo cambia. Seinosuke queda sorprendido y, en adelante, será su discípulo. Esto ocasiona que abandone a su novia Yukie, quien, despechada, no volverá a su casa y trabajará en la imprenta del editor de Utamaro. Ella insistirá en volver con Seinosuke, pero él ya no quiere saber nada de esa vida, que considera estirada, y se entrega a los placeres de las cortesanas, a las que tendrá por compañeras.


Okita y Shozaburo.
Imagen tomada de IMDb.


En una casa de té (donde las geishas ejercen su labor), el mejor tatuador de Edo (antiguo Tokio) está postrado ante la belleza de Orui y es incapaz de tatuar en la impoluta piel de la doncella. Utamaro pide permiso para pintar sobre su espalda para que así el tatuador pueda hacer su trabajo. Un miembro del entorno de Utamaro, Shozaburo, se enamora de Orui y escapará con ella, dejando a su novia Okita (Kinuyo Tanaka). Las pinturas de Utamaro bajan de calidad y sus amigos (y el editor) están preocupados. Buscando musas para su arte, le invitan a ir a un lago donde las doncellas se exhiben en bañador para un rico libertino. Ahí conoce a la bella joven Orán, a la que le pide que sea su modelo y la chica (hija de plebeyo) acepta. Las autoridades, molestas por las pinturas eróticas de Utamaro, le sentencian a estar cincuenta días esposado(1). Al ser esposado, Seinosuke aprovecha para hacerse compañero de Orán (desairando de nuevo a Yukie, que guardaba algunas esperanzas). En el ínterin, Take, el sirviente de Utamaro, se compromete con Oshin, la guardiana de la casa de té.


Utamaro pintando la espalda de Orui.
Imagen tomada de IMDb.


Okita va hasta donde están Shozaburo y Orui y lo trae a él de vuelta. Sin embargo, Orui viene tras ellos y aún se ve con Shozaburo. Okita, en un arrebato de celos, los ajusticia y luego va a la casa de Utamaro diciendo que es el espíritu de Okita, que se ha venido a despedir. Le pide a Utamaro que, al ella morir, guarde sus retratos con gran celo. 


Okita y Orui.
Imagen tomada de IMDb.


En la escena final, le quitan las esposas de Utamaro y él, en lugar de celebrar con sus amigos bebiendo sake, vuelve de inmediato al dibujo; con total frenesí, como si quisiera pintar con efecto retroactivo en un día lo que ha dejado de pintar en cincuenta. Comienza con el espíritu de Okita. La película termina con una colección de sus estampas más famosas que caen una por una frente a la cámara.


Una estampa de Utamaro.
Tomado de Wikipedia. Dominio público, 
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=625593


Las cinco mujeres fueron: Yukie, la prometida de Seinosuke; Orui, la chica tatuada en la espalda; Okita, la prometida de Shozaburo; Orán, la musa que conoció en el lago y Oshin, la guardiana de la casa de té, que se compromete con el sirviente de Utamaro, Take.


Las cinco mujeres de Utamaro.
Imagen tomada de IMDb.


Utamaro per sé no tenía conflictos, solo el que tuvo con la censura del shogunato; pero estaba rodeado de gente enredada en disputas amorosas. Estas le sirvieron de insumos para su obra. Tal como la guerra le sirvió a Picasso para el Guernica. No quiere decir que sin conflicto no haya arte; pero el artista, al registrar su entorno, una representación de él o una idea nacida del entorno y de su interacción con el artista, transforma esa fuente de inspiración para crear su obra; de suerte que si hay conflicto en su entorno, este puede nutrir a la obra y, eventualmente, quedar registrado en ella. Sobre el carácter autobiográfico de la película, puede servir de base un comentario de F. Freiberg escrito en la revista australiana Senses of cinema y citado en el artículo de Wikipedia en inglés(2).


En la casa de té.
Imagen tomada de IMDb.


Debido a que fue producida durante la ocupación de Japón (durante la cual había censura por parte de las autoridades de los aliados), puede resultar un tanto sosa para el público actual. A pesar de ello, Mizoguchi hizo un esfuerzo por lograr una película digna y bien hecha. Las atmósferas reinantes en las diversas escenas son de ensueño, al igual que el glamur de las geishas. La copia visionada no era de buena calidad, pero se supone que una restaurada tendría una gran fotografía, como es el estándar de las películas de Mizoguchi.


Imagen del póster en Filmaffinity.


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(1) El personaje histórico tuvo problemas legales por los grabados que hizo para una novela prohibida (titulados Hideyoshi y sus cinco concubinas), basada en la vida de un caudillo militar, Toyotomi Hideyoshi y sus cinco concubinas. Utamaro fue sentenciado a estar cincuenta días esposado en casa. Quizás fue encarcelado. Fuente: artículo en Wikipedia sobre Utamaro.
(2) El comentario citado dice: «El guionista habitual de Mizoguchi, Yoda , que trabajó con él (más precisamente, para él) durante 20 años, afirmó en sus memorias que en el guion de esta película estaba dibujando "casi inconscientemente" un retrato de Mizoguchi a través de Utamaro. La ecuación Utamaro = Mizoguchi ha sido irresistible para la mayoría de los críticos, ya que los dos artistas tenían mucho en común. Ambos trabajaban en un medio popular producido en masa operado por hombres de negocios, y se irritaban bajo regímenes de censura opresivos; ambos frecuentaban los cuartos de placer y buscaban la compañía de geishas; pero, lo más importante, ambos alcanzaron la fama por sus retratos de mujeres. En una escena muy cargada de esta película, Utamaro pinta, directamente en la parte posterior de una bella cortesana, un boceto que luego se tatúa en su piel. Se podría decir que este acto creativo (y la pasión que el artista muestra al ejecutarlo) literaliza el hecho de que ambos artistas alcanzaron la fama en las espaldas de las mujeres, confiando en ellas para despertar y expresarse, emocional y estéticamente».

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Artículo/reseña en Wikipedia, en inglés:


22 enero 2021

23 segundos - Dimitry Rudakov (2014)


Imagen del póster en IMDb.

Cada oveja con su pareja.


Emiliano es un joven deficiente mental que trabaja de limpiavidrios en las esquinas de Montevideo. Como no soporta muy bien la compañía de la competencia, se marcha a una esquina cercana a su casa, donde está él solo limpiando parabrisas, pero circulan pocos coches. Un día, mientras atiende a un conocido, unos motoristas atracan a la joven que está en el auto de atrás y le disparan. Él le pide ayuda a su conocido pero este se desentiende. Busca ayuda y no ve a nadie. Consigue el revólver con el que hirieron a la joven (de nombre Carina) y detiene a un coche apuntándole con el arma para pedirle que llame a una ambulancia. No espera la ambulancia, ve a la chica y se da cuenta de que es la que él quiere. La lleva, conduciendo él, hasta su casa, donde su madre, que había sido enfermera o doctora, le quita la bala a la joven. Al día siguiente una ambulancia la busca para llevarla a un hospital, mientras él duerme y no se entera. Arma un berrinche porque se llevaron a la joven; rondará el hospital en su busca, pero será en vano. Una nueva vecina, brasileña, se ubica a vender flores frente a la esquina en la que él limpia los vidrios. Ella lo ayudará a retomar la realidad.

Emiliano quería trabajar en un taller mecánico y el dueño, Marco, le dijo que ahí solo trabajaban hombres casados; esto fue un acicate para que él, el día del accidente, se quisiera «apropiar» de Carina. Marco, por otra parte, conoce a los delincuentes que atracaron a la joven; es más, les logra devolver el arma. En estos ambientes es típico que los victimarios sean amigos o vecinos de gente de bien; así es Sudamérica. Otra característica muy sudamericana (aunque no es exclusiva del subcontinente) es el hecho de que Emiliano ve en Carina su salvación, su mesías para ingresar en el taller en el que quería trabajar. La visión mesiánica, común en todos nosotros, pero más aún en Latinoamérica.

La película tiene algunas escenas realizadas con la cámara en mano y estas tomas son francamente mediocres; se movió muchísimo, molesta al ojo del espectador. Otro inconveniente que presenta es la duración y la cadencia: le sobra entre veinte y treinta minutos y la cadencia en ocasiones es muy lenta; hay escenas que no aportan casi nada, tuvieron que haber filtrado un poco el metraje final. Por lo demás, está bien. El tema es interesante y la forma de plantearlo también.


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21 enero 2021

La casa del fin de los tiempos - Alejandro Hidalgo (2013)

 

Imagen del póster en IMDb.

Una de cal y otra de arena.


1981. Dulce (la hermosa Ruddy Rodríguez) vive en una vieja y destartalada casa con su esposo Juan José (Gonzalo Cubero) y sus dos hijos, Leopoldo (el mayor) y Rodrigo. Jugando al béisbol, Leopoldo mata por accidente a su hermano Rodrigo. El día del sepelio (11 de noviembre), Juan José descubre un cofre bajo la cama y en él una llave para abrir una gaveta en la que Dulce guarda una carta de despedida de un amante que tuvo, de nombre Leopoldo, en la que le pide que le ponga su nombre al hijo que tendrá. Juan José monta en cólera, él no sabía que el mayor no era hijo suyo e intenta matar al niño. Dulce defiende con todas sus fuerzas a su hijo y, después de una secuencia algo confusa (que se aclarará hacia el final de la cinta) aparece turbada en medio de una escena de terror, en la que su esposo tiene un largo cuchillo clavado en el pecho y su hijo Leopoldo ha desaparecido. Es condenada a 30 años de presidio. (Nota: La película presenta esta historia fragmentada en flashbacks).

Una elipsis de 30 años y la ley le otorga el beneficio de casa por cárcel: la retornan a su casa y la custodiarán dos policías. Ahora es 2011. Un sacerdote de la parroquia (Guillermo García) se persona en la casa, pero ella no quiere saber nada de Dios ni de la iglesia. Sin embargo, el sacerdote no solo pretende servir de guía espiritual, sino aclarar los hechos acaecidos 30 años atrás. Para ello va al archivo histórico e investiga las trágicas desventuras de quienes han vivido en esa casa, desde su construcción en 1921. Por su parte, Dulce, ahora vieja, continúa experimentando apariciones y ruidos en la casa y no está tranquila. Ante un intento de suicidio, que el padre convierte en conato, él le aclara algunas dudas y ella, por su cuenta, descifrará lo ocurrido (pues ni ella lo tenía claro: había confesado que la casa mató a su esposo). En aras de no arruinar el suspense y la intriga de la historia, es menester no contar más. El filme, desde que la vieja Dulce regresa a la casa, alterna escenas del pasado (flashbacks) con el presente; no sin incorporar elipsis en ambos tiempos.


La de cal

En particular al comienzo del filme, llega a ser molesto el tremendismo y el efectismo que emplea para asustar al espectador, para generar un suspense con el que ya la historia cuenta de manera inmanente. Lo inadecuado de la edición le hace pensar a uno en dejar de verla más de una vez; pero el guion... el guion no lo permite, porque está muy bien (esto es de arena). La (in)oportuna banda sonora, cuyo volumen se duplica en los momentos de máxima tensión, acentúa dichos momentos sin que lo requieran, solo para que el espectador salte en la butaca o se asuste. No solo eso, este efecto hace que uno, como espectador, abuse de las prolepsis (certeras y falsas) por el empleo excesivo de clichés que ocasionan que la sorpresa se desvanezca (ya que uno espera un tremendismo a cada rato... y no es decepcionado). Aparte de estos «detalles» que, repito, llegan a molestar, hay algunas inconsistencias; estas son quizá producto del mismo guion, que en algunas secuencias combina escenas del pasado y del presente, incluso personajes de diferentes tiempos históricos en la misma escena (vivos o muertos, indistintamente). Tuvo que haber sido muy difícil para el personal que tenía a su cargo la continuidad de la historia en el rodaje: se necesita ser puntilloso en extremo para este caso. Al menos con el asunto de la perla hay un error evidente; pero puede haber más.


La de arena

Genial el haber combinado en la historia los mismos personajes en sucesivas analepsis aclaratorias. No sé de dónde le habrá salido la idea a Alejandro Hidalgo, quien también es guionista de este filme. Quizás de algo que vio en una película de David Lynch (¿Carretera perdida, por ejemplo?), o en alguna de ciencia ficción; pero está genial haberlo hecho. Esta solución, a primera vista tan estrafalaria, le da un atributo singular a su película. Tan es así, que los gringos han comprado los derechos para hacer una nueva versión(1). Nada mal. Este solo «detalle» hace palidecer la cal del parágrafo anterior, convirtiendo aquellos comentarios en una menudencia. Pero, con semejante ventaja, no había ninguna necesidad de ser tremendista y efectista; menos habiendo empleado tantos clichés. Creo que esto le restó al film.

La ambientación está bien lograda, al igual que la fotografía, el sonido, el maquillaje y el vestuario; en general, las actuaciones son muy buenas; incluyendo las de los niños. Claro, como espectador, me pregunto por qué que una actriz como Ruddy Rodríguez no ha sido más explotada por el cine, pues tiene (además de su inigualable belleza física) grandes aptitudes histriónicas, como lo ha demostrado en muchas oportunidades. En Venezzia hizo un gran trabajo, al igual que en esta película. Dicen que es la primera película de terror del cine venezolano. Si es así, esto constituye una distinción adicional, otra singularidad. Ello nos place.


Galería de fotos en IMDb

https://www.imdb.com/title/tt2640474/mediaindex?ref_=tt_pv_mi_sm

[A veces, el sistema no permite insertar las fotografías de las galerías por URL] :(

Imagen del póster en Filmaffinity.


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(1) Eso es lo que afirma este enlace.

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Artículo en Wikipedia:

https://es.wikipedia.org/wiki/La_casa_del_fin_de_los_tiempos

Artículo en Wikipedia en inglés:

https://en.wikipedia.org/wiki/The_House_at_the_End_of_Time

Ficha en IMDb: 

https://www.imdb.com/title/tt2640474

Ficha en Filmaffinity: 

https://www.filmaffinity.com/es/film808324.html


19 enero 2021

En el umbral de la vida - Ingmar Bergman (1958)


Imagen del póster en IMDb.

Oda al milagro de la vida y a la sororidad.


Con el guion de Ulla Isaksson, quien también haría el guion de la excelente película El manantial de la doncella, Ingmar Bergman realizó una de sus más hermosas películas. Una oda a la vida y a las mujeres. El título de este filme también se conoce como Tres almas desnudas (Brink of life en inglés, que traduce como Al borde de la vida, o So close to life, tan cerca de la vida; y Nära livet en sueco).


Cecilia convaleciente.
Imagen tomada de IMDb.


Cecilia (Ingrid Thulin) llega al hospital con su esposo por un sangramiento excesivo; pierde el bebé, que ella sí quería pero su esposo Anders (Erland Josephson) no. Luego le practican una operación y la convalecencia ocurre en una habitación donde están otras dos mujeres: la simpática y optimista Stina (Eva Dahlbeck), que lo que más anhela es al bebé que pronto dará a luz y Hjördis (Bibi Andersson), una joven que ha intentado abortar porque se trata de un bebé no deseado (ni por ella ni por el padre) y está convaleciendo. Cecilia recibe la visita de su esposo, Anders, y le dice que ella siente que él no solo no quiso al bebé, sino que tampoco la quiere a ella. Discuten y él se va; al día siguiente la visita la hermana de Anders. A Stina la visita su esposo, Harry (Max von Sydow), que comparte la alegría de ser padre con su esposa. Stina pierde al bebé en el parto y ello causa que Hjördis piense mejor sobre el futuro del suyo.


Stina y Harry (von Sydow en un corto y alegre papel).
Imagen tomada de IMDb.


Entre las tres mujeres nace una amistad, una complicidad y solidaridad (sororidad si se quiere) que le hace más llevadera las penurias a Cecilia; invita a Hjördis a cambiar de opinión respecto a su embarazo y amortiguan el dolor de Stina al perder a su hijo. Se invirtieron los papeles: las dos embarazadas que querían dar a luz, no pueden cristalizar su sueño; mientras que la que espera un bebé no deseado será la que tendrá más posibilidad de las tres de alumbrar a un niño.


Cecilia y Hjördis.
Imagen tomada de IMDb.


Tanto Cecilia como Stina querían al niño y no pudieron tenerlo. Tristes imágenes de las mujeres con su depresión posparto, exacerbada por la muerte de las criaturas, no le otorgan «belleza» como tal al filme, mas sí expresan el enorme dolor de una mujer al momento de frustrar su maternidad. En una conversación entre Cecilia y Hjördis, la primera le aconseja a la joven que llame a su madre; pero a Hjördis le aterra acudir a su madre, pues la despidió de casa con la conocida monserga: «no me vengas con un niño en brazos». Cuál no es su sorpresa cuando su madre le ofrece que vaya a casa; le tendió la mano, tal como se lo anticipó Cecilia: se activó el amor maternal frente al cual la advertencia verbal es insignificante.


Hjördis, Brita (Ann-Marie Gyllenspetz) y Stina.
Imagen tomada de IMDb.


Con tan sencilla historia, Bergman ha hecho una grandiosa película que pone la lupa sobre la maternidad, el milagro de la vida, la depresión posparto, la tristeza y soledad que pueden sentir las mujeres durante el trabajo de alumbramiento, pero también la amistad entre ellas. Este filme es por y para las mujeres. Feminismo elegante y glamoroso; sin alharacas ni estridencias androfóbicas. Apenas figuran hombres y son papeles secundarios, cuando no terciarios. Las actuaciones de las cuatro actrices son soberbias; incluso ganaron un premio en Cannes en su edición de 1958. Las cuatro: Thulin, Andersson, Dahlbeck y Gyllenspetz. Bergman, y pocos más (muy pocos), son los que se pueden dar ese tupé.


Imagen del póster en Filmaffinity.


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Reseña en Wikipedia:


15 enero 2021

Nazarín - Luis Buñuel (1959)


Imagen del afiche en IMDb.

Mixtura de Quijote y Jesús.


Esta es la primera película de Luis Buñuel que surge de la adaptación de una obra de Benito Pérez Galdós; las otras dos fueron Viridiana y Tristana. Está ambientada en México en lugar de Madrid, como el original galdosiano. El padre Nazario (Francisco Rabal) vive pobremente, casi en la indigencia; un día una prostituta, Andara (Rita Macedo) busca guarecerse en su vivienda, huyendo de la persecución de la que ha sido objeto luego de herir a otra prostituta en una riña pueril. Él la cuida durante su convalecencia. Para evitar que su hediondo perfume no delate que estuvo ahí, ella quema el mobiliario, ayudada por Beatriz (Marga López), cuando el padre no está presente, y toda la casa arde. Nazario se va del pueblo, no tanto para no ser atrapado como para redimirse, penar y esparcir de bien su andar por el mundo. Beatriz, que antes había intentado suicidarse porque su marido la abandonó, se une a Andara y ambas lo siguen, cual discípulas. Al principio, él las espanta, como si se tratara de perros sin amo, pero luego comparten rumbo y suerte. Durante sus andanzas, tratan de ayudar al prójimo, de hacer el bien (como si de redención se tratase) pero no siempre son bien aceptados por la gente. Al final, el esposo de Beatriz da con ella y se la lleva; Andara y Nazario deberán responder ante la justicia por el incendio.

No se ve tan evidente el tema principal de la película. Me permitiré citar un comentario de la novela en Wikipedia, que opino que es muy acertado y me acercará a una suposición (el subrayado es mío, ver en este enlace):

«En Nazarín, su protagonista, el padre Nazario —un manchego oriundo de Miguelturra— abandona su cómoda vida sacerdotal en Madrid para echarse a los caminos. En su vagabundeo por los arrabales del sur de Madrid lo acompañan dos fieles discípulas,​ Ándara y Beatriz, personajes mezcla del Sancho Panza cervantino (son muy populares y malhabladas) con las Marta y María evangélicas. Nace así una mixtificación de Don Quijote y Jesús de Nazaret. Del primero conserva Nazarín su idealismo, su nomadismo y su incapacidad (o resistencia voluntaria) para adaptarse a la realidad; del segundo, su misticismo, su pacifismo, su entrega al prójimo e incluso un cierto mesianismo. Otros definen la 'ideología' del misionero errante como "una especie de comunismo cristiano", sin industria y opuesto a la propiedad privada, reivindicando la pobreza generalizada. Apóstol de la resignación, Nazarín —entre la santidad y la locura— se ofrece como ejemplo y precursor del nuevo sentimiento religioso que acabará desenmascarando el engaño oculto en el ideal del progreso.».

Es que, viendo la película, uno no puede dejar de remitir a ambos personajes: la beatitud de Nazario por una parte; y las andanzas sin norte, en compañía de las dos seguidoras, por la otra: Jesús y don Quijote. En una entrevista, Buñuel aseguró que le encantaba el personaje del padre Nazario; que su mensaje refería a la importancia trascendente de la duda en el individuo, que una duda es como una llama: puede servir para cocinar o para destruir una casa, dependiendo de cuál uso le dé el individuo que duda. El padre Nazario tiene dudas, y las explicita. Por ejemplo, en una escena en la que los otros reos le pegan y aterriza en el suelo, él les dice: «Por primera vez en mi vida me cuesta trabajo perdonar. Y les perdono porque es mi deber de cristiano. Los perdono. Pero también los desprecio. Y me siento culpable por no saber separar el desprecio del perdón». La imagen icónica de esta «duda metódica de Buñuel» es la del cuadro del Cristo riéndose (¿de Andara?) cuando ella lo ve y queda aterrorizada. Esta toma es la más célebre, quizás representativa, de este filme.

Es factible que, aparte del sentido que Buñuel quiso expresar (la trascendencia de la duda), haya más significados y significantes que él mismo no dispuso incluirlos pero que están ahí, en el filme, y que cada espectador puede interpretar de acuerdo a su bagaje y experiencia previa. En cualquier caso, es un relato que pertenece a lo que se denomina «viaje del héroe», en este caso del antihéroe, pues Nazario es un antihéroe. También lo fueron las épicas de Don Quijote de la Mancha y de Jesús de Nazaret. Incluso el primer relato escrito del que se tiene noticia, la Epopeya de Gilgamesh, fue un relato del tipo «viaje del héroe», pues Gilgamesh se dispuso a buscar la vida eterna en sus andanzas.

Una posibilidad podría ser que es un ensayo para establecer el alcance y los límites de la verdadera prédica de la caridad y el amor cristianos. ¿Es posible dar la otra mejilla? ¿Qué tanto? Los límites que demuestra el padre Nazario lo colocan casi en el podio de las divinidades, incluso hay una suerte de milagro, cuando cura a una niña enferma (que ya tomaba una medicina para el mal). ¿Es ilimitada la bondad? ¿Qué tanta maldad es capaz de soportar la bondad?

Por otra parte, quizás se pueda deducir que Buñuel intentó explorar las similitudes y diferencias del comunismo con el cristianismo; tema aún vigente(1), tan vigente que el papa actual lo mencionó en una ocasión (ver vídeo en este enlace). Sobre esto, bien se podría escribir un tratado (que debe haberlo). O más.

Nazarín es una gran película de Buñuel. Las actuaciones de Francisco Rabal, Rita Macedo y Marga López son excelentes; también las de los actores secundarios. La fotografía remite a la magia que tenía la fotografía de la época de oro del cine mexicano, ayudada por los escenarios de los pueblos, el vestuario y la geografía de esa gran nación. Uno de los imprescindibles filmes del maestro aragonés.


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(1) Por ejemplo, en Tristana, don Lope en una ocasión dice: «... Sí, ya sé que Jesús fue el primer socialista...». También en Viridiana se pueden ver emerger digresiones veladas de esta índole.

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Artículo en Wikipedia:


12 enero 2021

Underground - Emir Kusturica (1995)


Imagen del póster en IMDb.

Una guerra no es una guerra hasta que un hombre mata a su hermano.
Dice Petar cuando Ivan mató a su hermano Marko.


Yugoslavia; corre el año 1941 y, por avatares de la II Guerra Mundial, Petar (Lazar Ristovski) y un grupo de partisanos se refugian en el sótano de la casa de su amigo Marko (Miki Manojlović), quien se queda también con la amante de Petar, Natalija (Mirjana Joković), una joven actriz de teatro. Al llegar al sótano, la esposa de Petar da a luz y muere. Durante 20 años, Marko los mantiene escondidos mientras fabrican armas que él vende en el mercado negro y les hace creer que la guerra continúa. Instruye a un subalterno para que retrase el reloj 6 horas al día y ellos creen que han transcurrido 15 años. 


El sótano era una fábrica de armas.
Imagen tomada de IMDb.


En la superficie, Marko se ha hecho un sitio en la nomenklatura del régimen de Josip Broz Tito y ha ensalzado la figura de Petar como héroe de guerra (le ha hecho creer al público que Petar murió). El hijo de Petar, Jovan (Srđan Todorović), se casa (en el sótano) y hay una gran fiesta. En ella, aparece Natalija y flirtea con su viejo amante, Petar; y casi ocurre un duelo entre ambos amigos; pero un chimpancé que rescató Ivan (Slavko Štimac), hermano tartamudo de Marko, del bombardeo al zoológico (al comienzo del filme), se introduce en un tanque que los refugiados habían construido y dispara un proyectil que abre un boquete hacia un túnel. Por el agujero salen y ven el mundo 20 años después.


Marko se convierte en un «respetable» miembro
de la nomenklatura. Imagen tomada de IMDb.


Petar y su hijo Jovan llegan a un sitio donde ruedan una película sobre Petar en la que hay nazis. Quedan perplejos y confundidos. Petar se dedica a enseñarle el mundo a su hijo, que no reconoce siquiera los animales. Ocurre la muerte de Tito y sobreviene la Guerra Yugoslava, a finales del siglo XX (conocida en los medios con el nombre de una guerra anterior: Guerra de los Balcanes). El país, como sabemos, quedó hecho pedazos. Literalmente. El cartel de la película es elocuente: «La desaparición de Marko Dren coincidió con la fórmula secreta de la Yugoslavia de Tito. Tito perdió a sus amigos, se enfermó y murió 20 años después». Cuando Ivan (el tartamudo que rescató al chimpancé) descubre el engaño del que fueron víctimas, cobra venganza y luego se ahorca.


La música de una banda de metales siempre
presente. Imagen tomada de IMDb.


Emir Kusturica es uno de esos cineastas que tiene un sello, una firma propia en sus películas, un estilo si se quiere. En su coctelera hay surrealismo, absurdo, sarcasmo, ironía, alegoría, simbolismo, alegría, mucha música (sobre todo de fanfarria), realismo mágico, humor, tragedia, crítica mordaz; en fin, con tal cantidad de ingredientes, su paleta de colores es muy rica y le permite un ejercicio alquímico: sublimar la tragedia en comedia. De manera que si la escena muestra un asesinato, lo muestra con tal tino que desternilla de la risa a los espectadores. Así es su cine. No a todos agrada y se ha ganado un buen número de enemigos por sus posiciones políticas respecto a la división de Yugoslavia.


Petar enseñándole el mundo a su hijo Jovan.
Imagen tomada de IMDb.


Underground (Bajo tierra o SubterráneoPodzemlje en serbio y Подземље en cirílico) cuenta con guion de Dušan Kovačević y del propio Kusturica. La película, de casi tres horas, está dividida en tres partes: 1. La guerra; 2. La guerra fría; 3. La guerra. Nótese que la palabra guerra aparece en las tres. Es una breve historia contemporánea de lo que fue Yugoslavia. Los guionistas, pese al volumen ingente de humor que inyectaron a la película, no pudieron ocultar su amor por la patria perdida y el dolor por su fractura.


Petar, Natalija y Marko. Atrás, la novia levitando.
Imagen tomada de IMDb.


En la boda de Jovan, la novia levita.
Imagen tomada de IMDb.


La caverna de Petar

Hay una plétora de símbolos y alegorías en este filme. El más evidente e incisivo es el de la caverna de Platón. Petar y los demás refugiados estuvieron enterrados en una caverna sin ver la luz durante unos veinte años. Tito gobernó Yugoslavia más de treinta («Larga vida a la fiesta comunista de Yugoslavia» dice con sorna la película en una ocasión). Cada personaje puede representar diversos estamentos de la sociedad yugoslava, incluyendo al chimpancé, que podría ser el hombre común, simple, de a pie, que al abrirse el boquete salió y enfrentó la vida de nuevo. Marko es la casta corrupta que gobernó y explotó al pueblo. Petar es el eterno ñángara que no deja de decir «malditos cerdos fascistas» a quienes se interpongan en su camino. Natalija, cual cortesana, correspondería a la napa de enchufados del régimen. Eso sí, la película no deja de criticar ningún aspecto de la sociedad y, la mayoría de las veces, con humor, mucho humor. ¡Y música de metales!


Ivan (izda.) se entera del engaño de su hermano.
¡20 años perdidos! Imagen tomada de IMDb.


Una guerra no es una guerra hasta que 
un hombre mata a su hermano.
Imagen tomada de IMDb.


Llena de hilarantes escenas, se va tornando seria a medida que llega al final, que es trágico (puede ser tragicómico para algunos espectadores). El humor absurdo mezclado con fuertes dosis de humor negro, de mordaz crítica, de símbolos, de música frenética, aderezados con surrealismo y escenas oníricas, da como resultado una obra magnífica; una de sus mejores producciones, un Kusturica imprescindible.


Muerte y destrucción en la guerra de Yugoslavia.
Imagen tomada de IMDb.


«Quemaremos el pasado», dice Petar.
Imagen tomada de IMDb.


Escena final, alegoría del desmembramiento 
de Yugoslavia. Imagen tomada de IMDb.


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Artículo en Wikipedia, que incluye algunas claves:
Artículo en Wikipedia (inglés) con argumento detallado:


08 enero 2021

El caso Fischer - Edward Zwick (2014)


Imagen del póster en IMDb.

Historia de un gran jugador enfermo.


También llamada La jugada maestra y en inglés Pawn sacrifice (Sacrificio del peón), cuenta la vida del campeón mundial de ajedrez Bobby Fischer, de manera que está basada en hechos reales. Los primeros años los muestra a vuelo rasante, sin mucho detalle, pero el suficiente como para entender las manías posteriores que tendría el personaje. Después se centra en la época en la que Fischer (Tobey Maguire) despojó del título de campeón mundial al ruso Borís Spaski  (Liev Schreiber) en 1972, en Reikiavik. Finaliza con algunos datos posteriores a dicho certamen atinentes a Fischer, tal como su insania, su abandono y problemas con la justicia.

El filme está bien producido, mantiene la atención del espectador en todo momento, quizás gracias a la interpretación que hace Maguire de Fischer y a la misma naturaleza del personaje interpretado, que fue muy polémico en su época, tal como también lo fue Cassius Clay. Ambos eran unos bocazas, aunque hay que aclarar que tenían respaldo para ser así en su desempeño profesional.

La algarabía colectiva, masiva, era tal como la que se formaba por los campeonatos mundiales de fútbol; pero nunca antes nadie había estado pendiente de los campeonatos de ajedrez, solo la élite interesada en el tema. Con Fischer (al igual que lo fue Clay para el boxeo) se masificó la teleaudiencia del ajedrez; su actitud contestataria y extravagante (producto de su insania) llamaba la atención de los medios y del público en general. Llegó incluso a pedirle a su madre que no asistiera a los eventos, porque le quitaba concentración. Era todo un supermaniático. Es posible que haya habido algún manejo mediático interesado detrás de eso (promovido por los gobiernos de EEU y de la URSS), debido a la Guerra Fría. Como bien queda evidenciado en este filme, no era un simple juego por el campeonato de ajedrez, era una confrontación velada entre la URSS y EEUU, tal como lo había sido la carrera espacial. Tan es así, que a Spaski le fue muy mal en su tierra después de perder contra Fischer (¿lo habrían enviado a un gulag?); emigró a Francia a principios de los 80.

La fiebre por el ajedrez impregnó el colectivo de los jóvenes de la época. Reproducíamos los movimientos del juego del día anterior, que venían descritos en los periódicos (El Nacional y El Universal), a veces con explicaciones someras de algunas jugadas que tenían nombre propio (defensa siciliana, de Alekhine y cosas así). No entendíamos muchas de ellas, algunas jamás las llegamos a entender, pero seguíamos el match religiosamente y estuvimos jugando ajedrez por mucho tiempo. Tal como ocurría con los mundiales de fútbol. Grandes y bellos recuerdos.


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Reseña Wikipedia: 


07 enero 2021

La quema de Judas - Román Chalbaud (1974)


Imagen del póster en IMDb.

Ídolos de barro

El policía Jesús María Carmona (Miguel Ángel Landa) muere durante la balacera de un atraco a un banco por parte de terroristas. El doctor Gregorio Herrera (Claudio Brook), un influyente funcionario del Estado, organiza las honrosas exequias del policía abatido durante su deber; en un esfuerzo por llamar la atención sobre un grave problema que arrastra la sociedad: el asesinato de policías. Durante su visita a la casa de Carmona, donde se velarán sus restos, Herrera descubre una habitación llena de electrodomésticos. Entre las pertenencias de Carmona, que Herrera le entrega a su madre doña Santísima Carmona (María Teresa Acosta), se encuentra su billetera, que porta 2100 bolívares; una gran cantidad de dinero si se tiene en cuenta que el sueldo de un policía era menor de 1000 bolívares mensuales para la época. Estos detalles despiertan la suspicacia del doctor Herrera y este ordena investigar a Carmona. Aunque para algunos era un santo; para otros, que guardaban silencio, no era tal.

El pasado de Jesús Carmona nos llega por dos vías: los recuerdos (en flashbacks) de los personajes que visitan su velatorio y la investigación que ordena Herrera. Carmona, quien tenía antecedentes penales, había ingresado a la policía para facilitar una operación planificada por un jerarca del crimen organizado, un ladrón de «cuello blanco» amigo de los gobernantes: atracar el banco en el que estaba destacado. Se les adelantaron los terroristas y, en el intercambio de balas, él resultó muerto. Herrera, al descubrir la verdad, pretende paralizar los actos del protocolo apologético para el entierro de Carmona, pero le advierte del inconveniente otro funcionario, don Alfonso (Rafael Briceño): ya no se puede hacer nada, la mentira ha sido instaurada en todo el pais. Lo hicieron héroe antes de tiempo. Durante la siguiente Semana Santa, los vecinos de los Carmona queman la imagen de un policía durante la tradicional quema de Judas.


Yo ya no sé quién es delincuente en este país.
Le dice el doctor Herrera a don Alfonso.
[No se preocupe, doctor Herrera, que nadie lo sabe; piensa un espectador].

El error de Herrera es común. Han otorgado premios y se ha homenajeado a gente que no se lo ha merecido, y viceversa. Eso no es lo que el film plantea en primera instancia. Chalbaud, desde su primera película, siempre hizo denuncias sobre los males sociales a través de las historias que contó en ellas. La denuncia es sana, es necesaria, en particular en un régimen democrático; estas permiten el diagnóstico de los problemas y orientan para las actuaciones necesarias a objeto de corregir las fallas. Esa es la idea de las denuncias. Pero, ¿qué son si no se toman en cuenta?, ¿acaso horadan el sistema?

Los artistas e intelectuales, tanto de izquierda como de derecha, denunciaron hechos y perversiones del statu quo; la clase política, y los dirigentes directos e indirectos del país, desoyeron las advertencias que —vía denuncia explícita— circularon por doquier y fueron de conocimiento público y notorio. Veinticinco años después de realizarse este film, los ñángaras; que tanto defiende Chalbaud; tomaron el poder y, en un ejercicio de prestidigitación insólita e inédita, elevaron a niveles estratosféricos todos los vicios que anidaban en la sociedad y destruyeron el país, un país tan rico que parecía indestructible. Sí, si no se toman en cuenta las denuncias, estas coadyuvan a horadar el sistema; pero no son ellas las que destruyen al país, es la inacción, es el no corregir a tiempo los errores y las tropelías que exponen.

Desde el punto de vista técnico, la película es de nivel medio; quizás esté sobrevalorada en algunos portales de cine. A partir de esta película, las sucesivas producciones de Chalbaud se proyectaban a sala llena. Las actuaciones son correctas; destaca la de Arturo Calderón, que hace el papel de un lisiado que se desplaza sentado sobre un artefacto parecido a un gran patinete y que siempre responde a las preguntas de manera tan inteligente que no dice nada comprometedor. Otro elemento destacado es la música de Miguel Ángel Fuster, un compositor que, por aquéllos años, escribió para varias películas. Muchos de sus temas se oyeron por la radio a menudo.


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05 enero 2021

Prisión - Ingmar Bergman (1949)


Imagen del póster en IMDb.

La vida es un arco cruel y sensual desde la cuna a la tumba.
Dice Paul al comienzo.


El profesor Paul (Anders Henrikson), recién dado de alta de un manicomio, visita a un antiguo alumno que ahora es director de cine, Martin Grandé (Hasse Ekman), para proponerle un tema para una película: el diablo rige el infierno y el infierno es este mundo. Martin lo discute con el escritor Thomas (Birger Malmsten) y la pareja de este, Sofi (Eva Henning). Thomas piensa que la protagonista puede ser Birgitta Carolina (Doris Svedlund), una prostituta que entrevistó en una ocasión y le cuenta su encuentro con ella. 


Birgitta y Peter.
Imagen tomada de IMDb.


Transcurren unos meses y Birgitta da a luz a un bebé, hijo de su proxeneta, Peter (Stig Olin). Peter y su hermana Linnea (Irma Christenson) se deshacen de la criatura basándose en la excusa de que no es compatible ser madre de 17 años y prostituta. Thomas y Sofi se emborrachan y riñen, ella le da con una botella en la cabeza y él va a la policía a confesar que la mató. Mientras tanto, la policía (que dió con el cuerpo del bebé) busca a Birgitta. De la comisaría salen Thomas y Birgitta; a él lo dejó Sofi y Birgitta se desentiende de Peter. Se alojan en una vieja pensión que Thomas conoce desde niño.


Birgitta y Thomas.
Imagen tomada de IMDb.


Peter y Linnea no pueden vivir sin el ingreso de Birgitta, así que buscan a Sofi y la convencen de que engatuse a Thomas para ellos obligar a Birgitta a regresar a su lado. Así lo hacen y un cliente abusa de ella. Humillada, se oculta en un sótano donde un niño dejó un cuchillo y se suicida. Thomas regresa al lado de Sofi, que lo recibe con frialdad. El profesor Paul regresa al estudio de cine a platicar sobre la película y le dicen que no la harán puesto que terminaría con una pregunta y no se puede hacer, no hay a quién preguntarle.


Fotograma del sueño de Birgitta.
Imagen tomada de IMDb.


Reflexión que Sofi le confiesa a Martin: «¿Te has dado cuenta de que uno se va desmoronando poco a poco? Tu verdadero yo. Los trozos que fuiste acumulando durante la infancia van cayendo... es decir, la esencia que se llama... tu espíritu». La entropía en crecimiento. Esta reflexión bien puede ser uno de los epílogos de la película.


Sofi y Martin.
Imagen tomada de IMDb.


Prisión, también llamada El demonio nos gobierna (Fängelse en sueco, PrisonThe devil's wanton en inglés, que traduce El insensato diablo), es probablemente la primera película de Ingmar Bergman en la que hay personajes atormentados, al límite de una existencia soportable y en la que irrumpen los sueños de una manera franca y abierta. Incluso, al comienzo, pueden entenderse algunas escenas como de personajes que emergen al mundo real o, viceversa, personajes reales que ingresan al mundo de los personajes de la historia cinematográfica; tal como hizo, muchos años después, Woody Allen en varias de sus películas como La rosa púrpura de El Cairo o Desconstruyendo a Harry (o Desmontando a Harry) y el propio Bergman. No es el caso pero pudo haber sido. En esta cinta los sueños juegan un rol importante de la estética del filme y ayudan a configurar la historia, dándole un toque surrealista.


La solución «fácil» que toma Birgitta.
Imagen tomada de IMDb.


Los temas medulares que formarán el entramado de la filmografía bergmaniana posterior ya figuran en este filme: la vida y su significado, la muerte, el amor, las relaciones de pareja, la existencia de Dios, el bien y el mal. Una buena película que ya presagiaba la impronta del cineasta sueco.


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Reseña en Wikipedia con una apretada síntesis:
Reseña en Wikipedia (inglés):


01 enero 2021

El intendente Sansho - Kenji Mizoguchi (1954)


Imagen del póster en IMDb.

Sin piedad, el hombre es como una bestia. 
Incluso si eres duro contigo mismo, sé misericordioso con los demás.
Le dice Masauji a su hijo Zushio.


La historia

Japón, Edad Media, período Heian (794-1185). El gobernador de la provincia de Tango (Masauji Taira) es exiliado por defender los derechos de los campesinos. Su esposa Tamaki (Kinuyo Tanaka), parte por separado con sus dos hijos, Zushio y Anju, de 13 y 8 años respectivamente, y con una sirvienta. El padre, antes de irse, le da un amuleto a Zushio: la efigie de la diosa de la misericordia, Kwannon. Tamaki y sus hijos no consiguen albergue y construyen una chabola con paja y ramas al pie de un árbol. Una vieja sacerdotisa advierte la presencia de ellos y los invita a pernoctar en su vivienda. La anciana es muy amable. Al día siguiente, les convence de continuar su viaje por el río en lugar de hacerlo por los caminos, que están plagados de delincuentes y traficantes de personas. En el río, abordan un bote Tamaki y la sirvienta; antes de que puedan reaccionar, el bote zarpa y los delincuentes toman a los niños y los suben a otro bote a la fuerza. La ancianita amable era compinche de los malhechores.


Tamaki con sus hijos Zushio y Anju. Atrás la
sirvienta. Imagen tomada de IMDb.


La tarde que no conseguían albergue, atravesando
un campo de espigas. Imagen tomada de IMDb.


La sirvienta se lanza al agua y muere. A Tamaki la venden para prostituirla en la isla de Sado. A los niños los venden a un déspota de nombre Sanshō (Eitarō Shindō), que administra el campo de trabajo de un señorío perteneciente a un ministro. El día que llegan, le hierran la frente a una mujer que quiso huir del campo de concentración. Ahí, se compadece de ellos el piadoso hijo de Sansho; pero de poco les servirá a ellos. Él solo les cambia el nombre para evitarles problemas. A Zushio lo nombra Mutsu-Waka y a Anju la llama Shinobu. Namiji, otra esclava, instruye a la joven Shinobu. Mutsu cae en las manos del capataz, un verdugo con el látigo y con las cuerdas vocales.


En la casa de la sacerdotisa delincuente.
Imagen tomada de IMDb.


Antes de abordar los botes.
Imagen tomada de IMDb.


Los niños llegan ante Sanshō (de pie).
Imagen tomada de IMDb.


Hay una elipsis de diez años. Mutsu (antes Zushio, interpretado por Yoshiaki Hanayagi) es un robusto joven de 23 años convertido en un autoritario capataz y Shinobu (antes Anju, interpretada por Kyōko Kagawa) es una joven de 18 años que trabaja e instruye a las nuevas esclavas que ingresan a ese infierno. Ahora es Mutsu quien hierra a los que intentan fugarse. Su hermana trata de sensibilizarlo e invitarlo a huir; no puede creer que su hermano haya cambiado tanto, pero él está preso de una obediencia obcecada a Sansho (eso es lo que parece); piensa que no tiene sentido desear cosas que no pueden lograr. Una joven de 16 años que llega de Sado (el sitio a donde fue a parar Tamaki), de nombre Kohagi, ingresa al campo y canta una canción que tiene los nombres de ellos dos: Zushio y Anju. Shinobu se sorprende y le pregunta acerca de la canción. Kohagi le dice que la cantaba una cortesana de nombre Nakagimi. Shinobu se da cuenta de que sin duda la compuso su madre. En una discusión con su hermano, en la que le comentó ese hallazgo, él se molesta y se desprende del amuleto y lo tira; pero ella lo guarda.


Shinobu (Anju) en el telar.
Imagen tomada de IMDb.


Shinobu (Anju) anima a su hermano Mutsu
(Zushio) para huir de ese infierno. 
Imagen tomada de IMDb.


Tamaki (ahora Nakagimi), luego de que le cortaran
los tendones. Imagen tomada de IMDb.


En Sado, Nakagimi (antes Tamaki) intenta fugarse, la atrapan y le cortan los tendones de los pies para que no escape. En el reino de Sansho, Namiji (la esclava que enseñó a Shinobu), ahora vieja, se enferma y le ordenan a Mutsu (antes Zushio) que la abandone en el bosque para que muera y así evitar los gastos y el trabajo de cuidarla. Shinobu (antes Anju) los acompaña. En el bosque, mientras adecúan el sitio donde dejarán a Namiji, Mutsu reacciona y plantea el escape(1). Él huye llevando a Namiji consigo y el amuleto que su hermana le entrega. Shinobu entretiene a los guardias; estos se van a buscar a Mutsu y le ordenan a una esclava anciana que vigile a Shinobu. La esclava le da la idea a Shinobu de que la ate a un árbol para ella huir y evitar ser torturada. Así lo hacen. Shinobu escapa, pero pronto se inmola.


Shinobu (Anju) persuade a Mutsu (Zushio) de
que se vaya y se lleve a Namiji.
Imagen tomada de IMDb.


Mutsu con el monje budista, Namiji acostada.
Imagen tomada de IMDb.


Mutsu (Zushio) ante el gobernador de Kyoto.
Imagen tomada de IMDb.


Mutsu (Zushio) y Namiji se refugiaron en un templo budista, donde a ella le dieron una medicina que le mejoró su salud. Los hombres de Sansho lo buscan en el templo, pero es infructuoso. El monje le da una carta para que se presente ante el gobernador. No lo dejan acercarse al señor, lo detienen y lo encarcelan. También le quitan el amuleto, que el gobernador reconocerá, pues perteneció a un antepasado suyo. Gracias al amuleto, el gobernador sabe quién es el chico: hijo del gobernador Masauji Taira. Lo liberan y lo nombran gobernador de la provincia de Tango, pues está vacante el cargo. También lo informan de que su padre murió. Mutsu (Zushio), con un nuevo nombre oficial, Masamichi Taira(2), visita la tumba de su padre.


Mutsu (antes Zushio, ahora Masamichi) con sus
colaboradores. Imagen tomada de IMDb.


Sansho es detenido. Se exiliará.
Imagen tomada de IMDb.


Su primera resolución como gobernador es decretar la prohibición de compra y venta de personas y del uso de esclavos en la provincia; algo que excede su jurisdicción como gobernador. Norimura, su asesor, aplaude la riesgosa iniciativa, pero le advierte de lo ilegal que es y de las consecuencias que le traerá. Lo que maneja Sansho es parte de un señorío nada menos que de un ministro. Mutsu (Zushio o Masamichi) no se echa para atrás. Envía a Norimura a buscar a su hermana Shinobu, pero el intendente Sansho lo expulsa de sus predios. Los esbirros de este destruyen los avisos que, por toda la provincia, publican el nuevo decreto del gobernador; obligando a Masamichi a ir en persona hasta su campo de concentración. Detiene a Sansho y a sus adláteres, que deberán exiliarse; enfrenta —con la humildad del caso— al hombre al que le herró la cara (cuando era Mutsu) y le invita a ser libre. Luego le reclama al espíritu de la hermana por qué no lo esperó. Los esclavos hacen gran algarabía e incendian las instalaciones donde les robaron la vida. Masamichi (Zushio) deja firmada la dimisión a su cargo y marcha a Sado para buscar a su madre.


Mutsu (Zushio) logra dar con su madre.
Imagen tomada de IMDb.


Tamaki (ahora Nakagimi) lo reconoce por el
amuleto. Imagen tomada de IMDb.


Algunas frases de la película.

«¿Por qué el resto del mundo nos da la espalda?», le dice Shinobu (Anju) a Kohagi (la chica que canta la canción con el nombre de los niños), al conversar sobre su infausta vida.

Cuando Mutsu (Zushio) le habla al monje budista de sus intenciones de ir a ver al gobernador de Kyoto, este le replica: «Descubrí que los humanos sienten poca simpatía por cosas que no les conciernen directamente. Son despiadados. A menos que sus corazones se puedan cambiar, el mundo con el que sueñas no puede hacerse realidad». El gobernador atendió a Mutsu porque reconoció un amuleto que había pertenecido a un antepasado suyo, solo por eso; de lo contrario quizá se hubiera podrido en prisión. Tal como anticipó el monje: el amuleto le concernía de forma directa.

«Sin piedad, el hombre es como una bestia. Incluso si eres duro contigo mismo, sé misericordioso con los demás». Esta es la frase que le dice Masauji a Zushio antes de separarse. Nunca más se vieron. Fue el legado que le dejó a su hijo y que este guardó por años mientras fue esclavo. No la respetó al pie de la letra, tampoco la irrespetó. A los malos no los mató, ni siquiera les trató como ellos lo trataron a él; tampoco los perdonó; dejó que se fueran y que perdieran lo que tenían que perder.


Cuando el que está arriba abusa, todos quieren
verlo abajo(4). Sansho frente a Mutsu.
No es Mutsu frente a Sansho.
Imagen tomada de IMDb.


La satisfacción de la justicia.

Como la verdadera igualdad es una quimera (hasta error de concepto es y ya aburre que la repitan tanto), una de las satisfacciones más grandes es lograr la justicia; máxime cuando han ocurrido vejámenes, abusos, humillaciones y demás injusticias de por medio. Zushio no logra un retorno a las condiciones iniciales (jamás se logra, pues el tiempo es una variable asimétrica), pero al menos hizo un poco de justicia. Le dio algo a los que todo le quitaron y le quitó algo a aquellos que lo tomaron. Esa sensación de justicia es un triunfo que el espectador celebra. También celebra que al final el hijo haya encontrado a su madre. Es un logro de ambos que el público festeja. La historia es muy balanceada, muy ponderada: no pretende hacer una justicia irreal, ni siquiera da concesiones a los personajes: por ejemplo, Anju muere, al igual que su padre; Zushio se desprende de todo lo ganado (que no fue poco), y las condiciones en las que se encuentra Tamaki son deplorables; no es un final feliz al uso.


El intendente Sansho, el malo. Todos los personajes
principales fueron muy bien interpretados.
Imagen tomada de IMDb.


El filme.

La película está basada en una historia corta homónima de Mori Ōgai, la cual a su vez se inspira en una leyenda folclórica de Japón. Es una gran historia; tan buena como El conde de Montecristo, Cumbres borrascosas, Lo que el viento se llevó,... Conmovedora, entretenida, con mensajes morales, sociales y políticos... Lo tiene todo, es redonda(3). La puesta en escena de Kenji Mizoguchi es maravillosa. La fotografía, las actuaciones, los tiempos, todos los elementos fílmicos son extraordinarios. Es una de esas películas que, después de verla, uno se pregunta si es posible hacer algo mejor. Una obra maestra del cine, tal como Cuentos de la luna pálida (Ugetsu monogatari) o Rashōmon o Los siete samuráis o Cuentos de Tokio...


Tamaki, cuando atravesaban el campo espigado.
Cada toma tiene gran belleza formal.
Imagen tomada de IMDb.


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(1) Fue después de un evento que se repitió: cuando construían el albergue al pie del árbol, con su madre (diez años atrás), Anju no pudo arrancar una rama de un arbusto y Zushio la ayudó. Entre los dos la arrancaron, pero se cayeron al momento de romper la rama; eso motivó que se rieran. Ahora, de nuevo, ella intenta cortar una rama y no puede, su hermano la ayuda y vuelven a caer... pero en esta ocasión no ríen. Esa pérdida de la capacidad para alegrarse es sintomático de la trágica vida que han tenido. El darse cuenta de lo que ha desaparecido de sus vidas fue lo que quizás motivó a Mutsu a huir.
(2) Zushio = Mutsu-Waka = Masamichi Taira; Anju = Shinobu; Tamaki = Nakagimi.
(3) Así es, salvo detalles menores; por ejemplo, el hijo del intendente Sansho apenas figura al comienzo, promete ser una figura que ayudará a los niños, pero no vuelve a aparecer.
(4) Entendiendo «estar arriba» como estar en una posición de poder, de mando, respecto al otro. Algo así, con otras palabras, dijo Aristóteles, si no recuerdo mal. Esto casi es un axioma.

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Reseña en Wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/El_intendente_Sansho
Artículo en Wikipedia en inglés:
https://en.wikipedia.org/wiki/Sansho_the_Bailiff
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt0047445
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film307205.html


Proyecto El chico

En 2007 realizamos un proyecto en ambiente Web 2.0: traducir la película -en dominio público- El Chico, de Charlie Chaplin (1921), a diversas lenguas. Inicialmente en Google Video se tradujo a 26 lenguas, 4 de ellas por humanos: 3 por colaboradores de Portugal, Francia e Italia, y el autor de este blog. Las demás lenguas se tradujeron vía traductores online, la mayoría a través de Translate Google. Ahora la película está en YouTube, con intertítulos en 12 lenguas. Más información sobre este proyecto en este enlace. Ver la película en YouTube.

Las 10 + proyectadas