Imagen del póster en IMDb.
Dra. Zhivago.
La hermosa Jane Callaghan (Julia Ormond) escribe una carta a su hijo, un cadete que estudia en la academia militar. En la carta, le cuenta un secreto que ha mantenido por dos décadas. El hijo es obligado a colocarse una máscara antigás y no se la puede quitar porque se niega a decir que Mozart es una porquería.
Los cadetes rusos. Al centro, Andréi.
Imagen tomada de IMDb.
Veinte años atrás, en 1885, Jane llegó a Rusia para ayudar a un amigo, Douglas McCracken (Richard Harris), a obtener financiación para su proyecto: construir una máquina capaz de talar los árboles de Siberia en un santiamén (como un barbero cortando el pelo). Jane conoce de manera fortuita al joven cadete Andréi Tolstói (Oleg Ménshikov); él se enamora de ella y a ella le gusta el joven; pero el trabajo de Jane es coquetear con el poderoso general Radlov (Aleksei Petrenko) para acceder al Gran Duque y conseguir el dinero requerido para el proyecto de Douglas McCracken. El general Radlov también se enamora de Jane, lo que complica las cosas. El detonante de la ira de Andréi será una conversación, que él oye a hurtadillas, entre Jane y el general en la que ella le dice que no se cele del joven, que él es un chiquillo. En un acto irracional, el imberbe cadete Andréi, mientras interpreta Fígaro, ataca en público a Radlov y es enviado a Siberia; perdiendo de esta manera contacto con Jane.
El baile sobre el piso resbaladizo. Los cadetes
aplicaron resina a las suelas de sus zapatos.
Imagen tomada de IMDb.
Una vez McCracken concluye su proyecto, diez años después, probará la máquina en Siberia. Jane se casó con él solo para llegar hasta allá y buscar a Andréi (no se casó ni con el general Radlov ni con Andréi). Ubica al casa de Andréi y la husmea en soledad; al cabo de lo cual se da cuenta —por las fotografías que ve— de que llegó tarde. Violó uno de los códigos rusos de comportamiento, del que estaba advertida: mantener la palabra. Se va de Siberia, de Rusia, dejando a su esposo McCracken. Cuando atraviesa el bosque en un carruaje, al salir de la casa de su antiguo amor, un viejo y maltrecho Andréi la ve en la lejanía, pero no la llama.
El general Radlov quitándose la borrachera con
agua fresca. Imagen tomada de IMDb.
En 1905, ella visita a su hijo en la academia. El chico se quita la máscara antigás porque su superior acepta que Mozart fue un gran compositor. Estas máscaras son unos de los errores que tiene la película: las máscaras antigás fueron empleadas por el ejército norteamericano a partir de 1917; los rifles de los soldados rusos de 1885 no corresponden con los que se utilizaban en esa época; la bandera norteamericana de 1905 no tenía 50 estrellas, sino 45. Eso es lo que dice su ficha en IMDb. Como la película no es histórica, ni pretende serlo, no son detalles importantes, que le quiten mérito. No hay película perfecta, sin errores: están realizadas por humanos. En cualquier caso, siempre es conveniente tener presente, entre el personal que hace una película de época, a un asesor en historia que investigue para no cometer estos errores.
Jane, McCracken, Radlov y Andréi.
Imagen tomada de IMDb.
Vienen a la mente escenas de la célebre Dr. Zhivago cuando uno visiona este excelente filme de Mikhalkov. Tienen similitudes. Ambos se ambientan en la Rusia pre revolucionaria (la Rusia zarista en el caso de este film), y ambos narran una historia de amor triste, de lo que pudo ser pero no fue. Una gran diferencia con la película de David Lean es que El barbero de Siberia incluye varias secuencias hilarantes: las payasadas de los jóvenes cadetes; el elegante baile sobre un piso muy resbaladizo porque lo pulieron con la cera equivocada; la borrachera del general Radlov; los juegos tradicionales que celebran; la ópera, entre otras. Más que para aligerar una historia mohína, parecen escenas hechas exprofeso para satirizar algunos aspectos de la sociedad rusa; por ejemplo, el empaque de la cera empleada para lustrar el piso estaba en francés (no era para pisos, era para jugar bromas) y los cadetes tenían órdenes de pulirlo al máximo; el general no quería tomar, Jane lo instigó y después no podía controlar la ingesta de vodka (por eso no quería tomar).
Una vieja tradición rusa: golpearse antes de pedir
perdón. Imagen tomada de IMDb.
La película es un poco larga (3 horas); pudo haberse reducido al menos media hora. Como sea, supone una producción muy costosa por la ambientación, la cantidad de extras, el vestuario, el maquillaje y el peinado, el uso de escenarios lujosos; quizá sea la más costosa que haya dirigido el cineasta ruso: 35 millones de dólares según IMDb. Una gran película en la que la femme fatale cuenta cómo fue abusada por su padrastro y advierte con tiempo que es la femme fatale, pero esto no cambia las cosas. ¿Cuántas personas habrá en el mundo que no conoce a uno de sus padres (o ambos) porque entre ellos existió una historia parecida a esta antes de que las concibieran?
Reos camino al tren que los llevará a Siberia. Andréi
entre ellos. Imagen tomada de IMDb.
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El barbero de Siberia, Sibirskiy tsiryulnik, The barber of Siberia, Сибирский цирюльник.
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Reseña en Wikipedia:
Reseña en Wikipedia en inglés:
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt0120125
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film833480.html
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