Pygmalion - Anthony Asquith y Leslie Howard (1938)
Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos los peces del mar y las aves del cielo, el ganado, las fieras de la tierra, y todos los animales que se arrastran por el suelo».
Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.
Basándose en el antiguo mito de Pigmalión, el dramaturgo y primer premio Nobel en recibir un Óscar, George Bernard Shaw, escribió una obra de teatro homónima, adaptada a los tiempos modernos, la cual fue un éxito; tan así que aún se exhibe hoy en día. El cine decidió adaptarla en 1938, con la colaboración expresa del escritor para la elaboración del guion. Dirigieron Anthony Asquith y Leslie Howard (el Ashley Wilkes: el amor platónico de Scarlett O'Hara en Lo que el viento se llevó), quien también es el protagonista de la cinta. La contraparte femenina es Wendy Hiller.
El profesor Higgins (Leslie Howard) es un fonetista que apuesta con un colega, el profesor Pickering, recién llegado de India para conocer a la eminencia de Londres, que en seis meses puede convertir a la rústica y malhablada florista Eliza Doolittle (Wendy Hiller) en una dama de sociedad. La aloja en su casa y procede a realizar los cambios no solo en la forma de hablar de Eliza, también en sus maneras, hasta convertirla en una mujer sofisticada. Logrado el objetivo, el supermachista Higgins se felicita por haber cambiado al objeto del experimento y ganar la apuesta, recibiendo las felicitaciones del menos machista Pickering; mientras que el ingente esfuerzo de Eliza para superarse a sí misma no es siquiera tomado en cuenta. Ella se molesta sobremanera con esta aptitud supremacista de su tutor y notifica a la madre de él lo sucedido, la cual apoya a la florista. Higgins cae en cuenta de que ha sido injusto y de que su vida sin ella puede llegar al vacío. Al final, se sugiere que ellos seguirán juntos; no se sabe cuán juntos, pero es posible adivinarlo.
En la obra de teatro, Eliza termina casándose con Freddy, un joven de la aristocracia londinense que ha quedado prendado de ella y que pasa sus días rondando la casa de Higgins —infructuosamente— para hacerle llegar flores a su amada y ser recibido por ella. Es llamativo el cambio tan radical del final de la obra entre las versiones para teatro y para cine. El final para teatro es más realista, mientras que el que adopta el filme es romántico a la usanza tradicional de Hollywood: final feliz, protagonistas unidos. ¿Cómo sería un final de la obra realizada hoy en día, con el público cinematográfico mucho más maduro que en 1938 o en 1964?, ¿sería como en la obra de teatro o continuaría siendo el cursi final que le imprimió las versiones de cine?
A pesar de que la actuación de Leslie Howard es muy buena; no desmerece para nada el trabajo de Wendy Hiller (tal como sucede con Higgins y Eliza en el film), cuyo personaje tiene un arco dramático muy marcado entre la marginal Eliza que vendía flores al comienzo y la nueva mujer de sociedad del final. Cambia no solo su forma de hablar, también sus modales y su léxico. Una buena película, bien realizada y basada en algo tan antiguo como el mito de Pigmalión (escultor que se enamoró de su escultura Galatea y los dioses le concedieron que esta cobrara vida para que fuera su media naranja); el que ha servido de base a innumerables obras literarias, de teatro y de cine. Baste recordar no solo estas dos películas que aquí se reseñan, también Pinocho, Frankenstein, Inteligencia artificial, incluso la celebérrima Vértigo de Hitchcock, entre muchas otras, presentan la influencia de este mito: el de modelar, transformar, a un ser amado a imagen y semejanza de los deseos más íntimos. Tal como se supone que Dios creó al hombre, de acuerdo a la Biblia. Sin embargo, no siempre tiene un feliz desenlace el artificial cambio.
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(1) En: https://www.vatican.va/archive/ESL0506/_INDEX.HTM
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Artículo en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Pigmalión_(película)
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt0030637
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film454917.html
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Mi bella dama - George Cukor (1964)
Hollywood insistió, veintiséis años después, y realizó una nueva película(2), esta vez en formato musical, lo que contribuyó a aumentarle su duración a casi tres horas de visionado. También le cambió el título: ahora se llamaría My fair lady (Mi bella dama)(3). El veterano George Cukor la dirigió y dos grandes estrellas la protagonizaron: Rex Harrison (que la había escenificado en teatro junto a Julie Andrews), en el papel del profesor Higgins, y Audrey Hepburn en el de Eliza. Ambos realizaron un trabajo encomiable, pese a que Harrison no canta, solo habla en sus números musicales y la voz de Audrey Hepburn fue doblada en la versión final (por la soprano Marni Nixon, quien dobló muchas canciones de películas). Es seguro que, de haber sido Julie Andrews la protagonista, hubiera quedado igual de bien, quizás mejor, pues Andrews es una gran cantante.
Para cuando este filme fue rodado, ya Bernard Show había muerto, pero se utilizó el guion de la versión de 1938 con mínimos cambios en algunos diálogos, aunque la mayoría son idénticos. La letra de las canciones estuvo a cargo de Alan Jay Lerner, libretista premiado con al menos tres Óscar. Es difícil decidirse por la mejor versión, pues ambas son excelentes. La de 1938 tiene la duración estándar de hora y media; mientras que la de 1964 es musical y, como tal, debe entenderse; además de que ahonda un poco más en las subtramas del padre de Eliza y del enamorado, Freddy (que suma minutos); los números musicales también le sumaron; total: casi tres horas. También hay cambios menores: la primera prueba en sociedad es en la casa de la madre de Higgins en la película de 1938 mientras que en la de 1964 es en el hipódromo. El final de esta versión no es explícito, queda abierto a la libre interpretación del espectador. La de G. Cukor recibió Óscar a la mejor película y fue seleccionada para preservarla en el National Film Registry de la Biblioteca del Congreso por su valor histórico, cultural y estético. Recuerdo que fue un suceso cuando se exhibió en los cines (yo era niño) y la cartelera la tuvo presente muchos días, incluso en ciudades pequeñas. El solo ver a Audrey Hepburn en el pináculo de su gloria y su belleza es más que gratificante.
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(2) Al momento de escribir estas notas, en IMDb la búsqueda arroja una My fair lady rumana, de 2019, con muy pocos datos y una producción en ejecución (a 2021), también de nombre My fair lady, con menos datos aún. Ello quiere decir que todavía hoy se sigue recreando esta inmortal historia en la pantalla.
(3) De acuerdo a los datos (trivia) en su ficha de IMDb, esta película se iba a llamar Lady Liza, pero Rex Harrison se negó a rodar una película cuyo título se basara en el protagonista femenino... Una posición algo machista que de poco le sirvió, pues Hepburn brilló con luz propia.
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Artículo en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/My_Fair_Lady_(película_de_1964)
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt0058385
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film317417.html