Imagen del póster en IMDb. |
Ya que no casamos a la hija, casemos a la madre.
No, no es Primavera tardía, ese es otro film de Ozu. Ni Principios de verano, ni Primavera precoz; estos son otros, también de Ozu. Pero todos estos son de la misma tónica: las relaciones entre las personas, tal como Cuentos de Tokio, la considerada su obra más acabada. En particular, las relaciones entre parientes.
Ayako, Akiko, Hirayama, Mamiya y Taguchi al concluir los rezos por el eterno descanso del esposo de Akiko. Imagen tomada de IMDb. |
A la muerte de su esposo, Akiko Miwa (Setsuko Hara) queda viviendo con su hija Ayako (Yoko Tsukasa), joven que está en edad de casarse. Mamiya, Taguchi y Hirayama(1), los tres amigos del difunto Miwa, se dan a la tarea de buscarle un novio a Ayako; pero la chica no quiere casarse: teme dejar sola a su madre. Ante una negativa rotunda, se les ocurre casar a la viuda para que luego se case la hija. Esta posibilidad le cae muy bien a Hirayama, viudo y admirador de Akiko; pero indigna a Ayako, incluso le da repulsión la idea, le parece sucia. Yuriko (Mariko Okada), una entrometida amiga y compañera de trabajo de Ayako, intercede para regañar a los viejos que idearon el plan y para limar asperezas, sobre todo las de Ayako. La chica termina aceptando la idea de que la madre puede volver a casarse, pero la madre desiste de «subir esa montaña de nuevo», con su esposo tuvo suficiente. Como se puede apreciar, el argumento es similar al de Primavera tardía.
Ayako, su amiga Yuriko y su madre Akiko. Imagen tomada de IMDb. |
Esta temática recurrente del cine de Ozu hace que uno sospeche que durante la posguerra en Japón había reticencia de la población a contraer matrimonio, a dejar los padres solos, en fin; miedo al porvenir. Después de la devastación de las bombas atómicas, la casi humillante rendición del imperio del sol naciente y las pérdidas que esa guerra ocasionó, es natural que haya habido reservas. Las películas de Ozu (y las de otros cineastas nipones de la época) constituyen un intento por infundir confianza a la población, por afirmar que hay futuro, que la vida continúa. Pero, por otra parte, no dejan de ofrecer cierta mirada crítica a la institución matrimonial y a las tradiciones que revolotean alrededor de este controversial tema. Tradiciones que —algunas— arrastra la sociedad como un lastre.
Ayako (der.) visita a su amiga Yuriko, que jugará un importante papel en la trama. Imagen tomada de IMDb. |
Esta es una de las pocas películas que rodó Ozu a color; su fotografía es magnífica. Como en sus otras producciones de alta factura, conserva el estilo Ozu: puesta en escena impecable, sin mácula; tomas con cámara baja; disposición cartesiana de la cámara, colineal a las paredes (muy pocas tomas en ángulo); planos fijos (cámara fija); cortes directos, sin fundidos; música discreta y una actuación intachable del reparto actoral, en la que destaca la serena sonrisa de Setsuko Hara, mezcla de felicidad con serenidad, muy giocondesca. Otra gran película de Yasujirō Ozu.
Yuriko increpa con valentía a los tres amigos por haber llevado la turbulencia a un hogar tranquilo: el de Ayako. Luego se van a beber sake. Aquí, en uno de los raros encuadres en ángulo. Imagen tomada de IMDb. |
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(1) Interpretados por: Shin Saburi, Nobuo Nakamura y Ryūji Kita respectivamente.
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Late autumn; 秋日和; Akibiyori; A calm autumn day; Otoño tardío.
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Artículo en Wikipedia en inglés:
https://en.wikipedia.org/wiki/Late_Autumn_(1960_film)
Ficha en IMDb: https://www.imdb.com/title/tt0053579
Ficha en Filmaffinity: https://www.filmaffinity.com/es/film296295.html
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